El Parlamento Europeo ha cambiado de idea respecto a Oriol Junqueras, el presi preso de ERC, y le ha retirado la credencial de eurodiputado, de acuerdo con la sentencia firma del TS tras el juicio. Un condenado e inhabilitado por un tribunal de su país no tiene inmunidad parlamentaria en la UE.
Esta decisión aplacará las ansias contra la Unión de la hiperderecha nacionalista. Europa ha vuelto al sentido común y a su idea original, que parte de respetar el derecho. Comín y Puigde, que no han sido juzgados, podrán sentarse en sus escaños… aunque el juez Llarena ha pedido que los inhabiliten y que cumplan la euroorden de detención. A ver.
Por su parte Torra ha sido inhabilitado por dos o tres sitios, pero el president del Parlament afirma que Torra sigue siendo diputado y por lo tanto presidente. La cosa se pone tensa, como siempre en esta monserga intermitente.
Entretanto los presos del procés van ganando grados para salir cuanto antes por la puerta falsa, cual urdangarines; Junqueras podrá ir a misa protegido por once guardaespaldas.
Se cruzan y colisionan las rutas de diálogo del nuevo gobierno (que se forma por entregas) y las decisiones judiciales o de entes raros como las JEC y la JEP (provincial).
La semana se ha hecho eterna: post festum, pestum!
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