Madrid y Barça estarán confinados en el mismo hotel antes del clásico del miércoles y de allí partirán al estadio protegidos por un cordón de policías, mossos. Todo esto ante la amenaza de los tsunamiteros, que han convocado a la revolución ritual.
La ocasión es la mejor para exportar al mundo el caos en que está subsumida Cataluña, partida en dos por el nacionalismo excluyente y golpista (posmoderno).
Lo ideal sería que la reunión, también ritual, entre ERC y PSOE, o ERC y gobierno en funciones, se celebrara en ese mismo hotel, a las mismas horas. Así coincidirían los equipos con los equipos y los superegos de los negociadores podrían brillar, también, en el mundo mundial, parasitando algo de la gloria de los futbolistas una vez más.
La mesa de siempre ya aburre. Sobre todo porque no hay info. O no hay nada. No se sabe nada.
Entretanto el gob en func ha intervenido las cuentas de la Junta de Andalucía, que no cumple, en plena herencia del susanato EREs. Les ha retirado los avales al gob de PP-C’s-Vox. Una venganza en funciones. Una autovergüenza susanista pesoante.
Y las cajas fuertes, las de Andalucía y las de Esperanza Aguirre. Y las notas de Bárcenas, que se remontan a los Reyes Católicos, igual que los encargos del inefable Villarejo.
Vivimos en dos mundos, el visible, que es mera ficción (sin presupuestos, con aquellos de Mon-toro) y el invisible, lleno de informaciones para Scorsese, si lo hubiera.
En el presentísimo también estamos a dos velas, sin info, sin nada. En las negociaciones bajo mano, bajo la mesa. Trilerando.
Pero ya vemos que esa es la tradición.
Ahora, a esperar el partido aplazado con su danza de buses y equipos desfilando por un pasillo de inseguridad y tsunamiteros. Se lo están poniendo a huevo. La inteligencia hispana oficial parece ser la misma o peor que la de cuando Rajoy y el referéndum aquel, las urnas, etc.
Solo superado todo esto por el fracaso mundial de la cumbre del clima. Menos mal que la organizaba Chile, ya se sabe, y que aquí solo prestamos el local, el solar y las pegatinas. Otra vez será.
Ojo al partidazo tsunamitero.
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Casado & Sánchez no han dado más de sí. El empecinamiento quíntuple es total.