Ayer Johnson hoy Trump. El Trumpeachment. Y el Borisazo. Dos intentos de frenar morigerar o destruir a estos lanzados.
Aquí nadie intenta nada, solo seguir, colocarse, disimular. Me adhiero & sumo a los fenómenos que detecta Guillem Martínez en sus articulazos (numerados, como artículos de un decreto). Y divertidos, me temo.
A Trump le quieren hacer un Clinton pero él pasa de todo, mientras no le cierren la cuenta de Twitter todo va ok.
Ucrania, ¿qué es eso? ¿Rusia? Cada día se abre un frente y se cierra otro, y viceversa. Israel no puede vivir sin hacer algo.
Los muros y fronteras, la distopía del CC (cambio climático) que nos ha llegado a la puerta de casa en forma de co2 y otras bazofias ya integradas en nuestra celulitis. Hacer ejercicio inhalando todo eso. En Austria rebanan un glaciar para esquiar unos meses más, unos kms más.
Todo es delirio y frenesí. En la era de las plataformas y las nubes y los robots asesinos. Hasta el jefe de Microsoft clama por el control de esos terminators de verdad. Boston Dynamics (en youtube) ya exhibe moñacos que dan candeletas (ahora parkour). Y lo que no vemos.
El CC, aunque no tengamos tiempo ni ganas de hacerle un hueco en este septiembre loco, está encima. Se hace el hueco solo comiéndose islas enteras, licuando icebergs, matando gente.
Muros y fronteras, distopizando aquí y allá hasta el crack up reiniciante.
Media Spain esperando los viajes del Imserso, el país paralizado. Los gobs no gob.
Por lo demás la transcripción (notas al vuelo) de la conversación de Trump con el presi de Ucrania es fantástica, aunque un poco pesada. Y muy transparente. Hablar así, delante de los secretarios, tuitear así, para todo el orbe, como un Papa auténtico, un papa de sí mismo, con ese pelo. ¿Cuántos fans tendrá ya Trump en el mundo?
Como para que prospere un impeachment.
En fin, Errejón, nos vemos en las eleccs. Teruel Existe se presenta también, aunque casi nadie lo sabe.
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