Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Interinidad hasta en la sopa

No hay gobierno A (operativo) pero hay gobierno B (en funciones, para ir a eventos, ect.).

El auténtico gobierno en estas interinidades cada vez más frecuentes es… en efecto… ¡el gobierno en la sombra!

Un gabinete semisecreto de repuesto que funciona 24/365… hasta que lo llama el juez.

El auténtico gobierno mientras no hay gobierno es del tipo del ex comisario Villarejo… o algo similar. Es una hipótesis. O hipófisis.

En la anterior interinidad (Interinato Rajoy, cuando ciertos ministros adoraban a una cabra… de la Legión) el tal Villarejo estaba en activo, no había sido enchironado ni investigado. Practicaba toda clase de sortilegios e indagaciones.

Así que el país siguió funcionando mal que bien en Modo B. Al menos había alguien en la sala de máquinas, en la sentina o cloaca del Estado. Cualquiera con cierta relevancia sabía que podía estar bajo la lupa de la patrulla V. La única forma de no sentir esa lupa era contratarla para que vigilara a otro.

Esto es una simplificación algorítmica (como todo) ya que Villarejo, en su afán por acaparar clientes, encargos y millones intentaba espiar y vigilar a medio país. Aun hoy, cada día sale un cliente corporativo nuevo de cuando esa banda policial o semipolicial estaba operativa.

Grandes operativos de ese Gob B clandestino estuvieron a punto de desbaratar el desafío al Estado, o uno de ellos.

El problema ahora que no hay gob A (ni se le espera) es que tampoco hay gob B, o no se sabe.

Lo único que sujeta a los enemigos de la patria ante esta vulnerabilidad gubernativa (ni A ni B) es que con el gob B (estilo Villarejo, u otros que le han precedido y que mejor no mentar), nunca se sabe si existe o no, si está en activo o no… con el gob B nunca se sabe en qué punto está… hasta que lo procesan… si llega el caso. Pasado un tiempo macroprudencial.

Así que ahora no sabemos si hay gob B y cómo se ha formado, quién lo comanda, etc.

Van saliendo cosas de otros organismos secretos (tal vez una suerte de gob C) que ni siquiera se pueden leer o escuchar.

De hecho está prohibido hasta ruborizarse ante el reconocimiento facial del espejo de casa.

Así que por eso hay tantos nervios aparte de los nervios normales: nadie sabe quién pilota el gob B, si existe, si está en funciones, en firme, etc.

 

 

 

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