Ciudadanos no quiere sentarse con Vox. Sí con el PP. No quiere mesa a tres. Vox se cabrea. anuncia que votará contra los presupuestos de Andalucía (para medio año), aunque dice que es porque no desmontan los «chiringuitos» de igualdad y de cultura marxista (ley de memoria histórica, etc). Vox se cabrea por todo. Es lo suyo, su gesto emblemático: enfurruñarse y hacer valer sus votos, sus voxtox. Votos tóxicos que quieren deshacer las autonomías en las que han obtenido diputados, deshacer el sistema desde dentro.
El PSOE-Madrid no quiere Navarra si es con la abstención de Bildu. El PSOE-Navarra ya veremos. Cada cual quiere mando en plaza caiga quién caiga, y los demás que se apliquen los códigos y los vetos genéricos.
Ciudadanos no quiere sentarse con Vox, y este desprecio, lógico si se recuerda el vivísimo impacto coleante del trío de la plaza de Colón, provoca otros arrumbamientos: todos bailan con todos en la sartén caliente. Ya veremos la disciplina de Ciudadnos casa por casa a la hora de acatar ese veto universal si se juegan el poder.
El Rey Hijo (hay que especificar, ahora que el Padre Emeritísimo se ha coronado con el prestigio del jubilado) ha recibido a la presi del Congreso, Batet, que marca una primavera diferente y cambia el aire severo de esos palacios llenos de cornucopias y blasones en los que tan bien encajaba su antecesora.
Al Rey Hijo se le ve contento yendo y viniendo con esta nueva presidenta, tercera autoridad de un Estado que cada día se juzga a sí mismo (todas las cuentas están mal, faltan recibos, justificantes, etc., y el sistema informático contratado para el escrutinio triple ha sido un desastre, pero todo está al aire, hasta las cloacas del instante anterior; quizá las de ahora (si las hay) estén en plena formación: Torra -que aun no ha gobernado– ha dado un paso decisivo para forjar su futuro ejército basado en la ex policía autonómica: esto tiene peligro). Dentro del barullo hay más info que nunca.
Troll-Trump ha ido a Londres a reventar Europa, y hace lo que puede. El método le funciona a ratos y así, insulto tras provocación, va a conseguir hundir la economía postpetrolera, lo que queda del caos.
En nuestro pequeño universo browniano las partículas chocan y rebotan unas con otras alegremnte en la parrilla palomitera: Ciudadanos ha emitido hoy una precisión: no sentarse a tres con PP y Vox. Sí con el PP como «socio preferente». No es la mejor palabra: «preferente».
¡¡¡Las preferentes!!!
Pero todo se olvida y tras un fraude llega otra estafa; amaina un huracán y crece otra burbuja. Estamos en la España dispersa y precarizante donde todos bailan con todos y nadie acaba de sentarse.
Más emoción no puede haber.
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