Ejército de taxis a la conquista del pasado

Los taxis en huelga son un ejército: la uniformidad de los colores, la geometría, la fuerza… de ocupación. Una huelga sería no salir, taponar las calles es un paso más. Los taxis de cuatro en fondo son la imagen de estos días. La guerra la tienen perdida, pero pueden ganar esta batalla.

Un ejército. Los taxis de París fueron requisados en la guerra del 14 para acudir al frente, que estaba allí cerca, a combatir a los alemanes, prusianos. El Renault 8CV se hizo viral. Dos vídeos breves:

Cualquiera con un móvil y un coche será un taxi. Todos taxis. La revolución app está en marcha, es imparable. Se pueden poner parches, pero se acaba la exclusividad, las licencias, todo eso. Hacen bien en pelear, la autoridad no puede sobrevivir con ese ejército vociferante colapsando las avenidas (bociferante, por bocina) y cederá algo. Luego, cada cual pulsará su app o cogerá un patinete eléctrico.

La rebelión de los taxistas contra lo inevitable distrae de la crisis del régimen (ahora aplazada por el verano), de la invasión del islam, de los títulos de Casado, de la deuda, los pisos, la gasolina y el precio de la luz. Hasta Puigdemont se ha ectoplasmizado un poco ante semejante despliegue de fuerza. La toma de las ciudades. Últimas estampas épicas.

Los taxis que transportaron a unos soldados a la batalla del Marne en 1914 no fueron decisivos, pero subieron la moral. Tampoco cobraron aquella carrera.

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Pd.: Otra peli magnífica con taxi, aparte de Taxi Driver, claro, es Medianoche, de Mitchel Leissen, Claudette Colbert & Don Ameche… guión de Billy Wilder y Charles Bracket (1039).

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