El gob de Rajoy pide un president que no esté imputado y que disimule durante unos días, que finja un independentismo blando, que finja acatar la autonomía… pero que todos sepan que es furibundo indep cat… O sea, un político… o una política.
¿Tan difícil es? Como los indep están a la greña, y nadie se fía de nadie, es difícil. Por eso tensan la goma y provocan con Turull, que mañana va al juez.
Rajoy pide, casi de rodillas, un candidato blanco, un president que haga el paripé durante unos días. Para poder levantar el 155 y que el PNV le apruebe los presupuestos. Y poder dar unas perrilllas, pocas, para engrasar las elecciones.
Pocas perrillas porque está todo adjudicado a los amigotes.
Y porque sabe que ya no va a ganar más elecciones… porque el ciclo ha cambiado y Albert Rivera ya va tomando posesión cena a cena.
Los indep dependen de la CUP para tener un govern y, por fin, poder manejar: la pasta es la pela.
Así que la solución es fácil y traumática: un president de la CUP… con la condición de que sepa disimular unos días.
Ni siquiera la CUP se negaría a votar a uno de la CUP.
Aquel Baños que se salió después de conseguir que echaran a Artur Mas.
Se hace un poco el paripé que pide Rajoy, se inviste el guvern de lobos con piel de corderos, arranca la autonomía, Rajoy tiene su presupuestito y a la semana siguiente ya pueden empezar otra vez a manejar dinero y a dar la MATRACA… la república independiente de Cataluña, etc.
¡Hay que ser prácticos!
¿Dónde queda en este montaje aquel Puigdemont?
Tiene mansión, tiene a la señora colocada en la tele… se le nombra virrey en el exilio… con un buen sueldo, un consejo aúlico, y embajador de la Monserga en el exterior.
Todo OK.
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