La carrera hacia las elecciones catalanas del 25N

Maverick

El PSC define el carpetazo al tripartito como un movimiento de ajedrez. «La partida comienza ahora», proclaman, y esperan que la maquinaria electoral de CiU mueva ficha. Los socialistas quieren dejar claro que apuestan por el debate bipartidista en estas elecciones, pese a que lo más problable es que, en el Parlament, haya más fuerzas que nunca representadas tras estas elecciones. Ahora, el cara a cara entre José Montilla y Artur Mas se quiere llevar al campo de los grandes duelos protagonizados por La Bourdonnais y McDonnell o entre Fischer y Spassky, que eran mucho más que partidas de ajedrez. Quizás el mejor símil serían los enfrentamientos entre Kárpov y Kaspárov. Pero, ¿a cúal de los dos –Montilla y Mas– le atribuimos el papel de Hijo del cambio que le daban a Kaspárov? Tendremos que esperar, al menos, cinco semanas para ver quién es el perestroiko. De momento, con los precedentes del 2006, hasta que no se demuestre lo contrario, su juego preelectoral se asemeja más a una timba de cartas, al estilo de Maverick, con Mel Gibson, Jodie Foster y compañía.

Está claro que la precampaña se anima. Carmen de Mairena y su partido «farandulero» (la CORI) se han encargado de ello. Su programa no tiene desperdicio. Proponen instalar un polígrafo detector de mentiras en el Parlament y que los diputados puedan ir en pelotas a trabajar. Esto no sé si sería viable, porque ahora ya no es tan fácil ir desnudo por Barcelona, donde una campaña municipal reciente advertía que tot hi cap, pero no tot s’hi val (todo cabe, pero no todo vale). La CORI también quiere legalizar la marihuana, plantar hierba en todos los parques e incluso «llenar Catalunya de follódromos públicos», una vieja reivindicación del Elvis Presley de Reus. Ahora, hagan un ejercicio, cierren los ojos e imagínense un país así. ¿Qué ven?

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