Los obispos tienen todo el derecho a manifestarse por la calle, a congregar a sus fieles, a predicar, incluso a arengar. Un derecho que en ocasiones han negado a los demás por ese orgullo que lleva a pensar que lo propio es lo único verdadero y que por tanto debe imponerse.
Los discursos pronunciados por los invitados al acto de esta mañana en la Plaza de Colón de Madrid, están en la lógica previsible y habitual en estos casos. Defienden la familia tradicional personas que han renunciado a crear una familia, pero estas son contradicciones que forman parte de la naturaleza de las cosas. En cualquier caso la familia es asunto complejo y que no puede ser monopolizado por personas, ideologías o religiones. Pocas religiones confían tanto en la familia como los hindúes, pero sus costumbres nos parecen inapropiadas para nuestra cultura.
De lo escuchado me llamó la atención un comentario del cardenal de Valencia, Agustín García Gasco: “no se respeta la Constitución y nos dirigimos a la demolición de la democracia”. Son textuales y fueron leídas, es decir que antes fueron escritas y, supongo, meditadas. La defensa de la Constitución por parte de un obispo como García Gasco es novedosa, ni le gustaba ni le gusta esta Constitución, de manera que su defensa es una noticia, ¿o no?. Lo mismo que lo es la alusión a la “democracia” un invento liberal de poco más de dos siglos (muy reciente para la Iglesia) propio de esas sociedades relativistas que tanto inquietan a los obispos. ¿Porqué esas referencias? ¿Qué pretende el cardenal? No acierto a comprenderlo.
Hubo mucha gente en la concentración, los obispos tienen una gran capacidad de movilización y una feligresía leal y sacrificada. Pero para afinar datos de personas presentes les recomiendo el manifestometro que desde hace unos años calcula superficies y personas que las ocupan. A descatcar el orden en un acto tan emotivo y de riesgo. Y a destacar lo inncesario de no decir la verdad ni en las cifras, ni el los comentarios. Quizá haya que recordsar aquello de perdónales… no saben lo que dicen. ¿O si lo saben?.