"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

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Deconstruyendo a Rajoy

El acoso a Rajoy se va produciendo de forma lateral, intensa y creciente, con cierto disimulo, pero también con apresuramiento. Empezó el propio Rajoy a cuestionarse su papel con un discurso complicado y equívoco desde el famoso balcón de la sede social del partido la noche de autos. Probablemente el peor discurso de Rajoy, porque no ganar a Zapatero no era una sorpresa, todos los indicadores lo apuntaban.

La sorpresa fue que el PP de Rajoy superara el 40% y diez millones de votos, que casi nadie había pronosticado. Ningún sondeo estimó tantos votos populares (y ninguno atribuyó a los socialistas tanto votos), por tanto había elementos suficientes para un discurso menos pesimista que el exhibido por Rajoy. El adiós final, con el gesto de los dedos en los labios a modo de despedida, aventó inmediatamente la sensación de fin del cuento.

Pero desde las filas del PP y en especial de su dirección no ha salido ninguna declaración reclamando o sugiriendo la dimisión del líder y la apertura del proceso sucesorio. Quizá porque lo que interesa es la sucesión, nadie quiere gastar munición en la fase previa de abrir la puerta o la ventana.

El propio Rajoy despejará incógnitas esta tarde, pero en tanto eso ocurre cabe apuntar tres hipótesis:

1ª.- Rajoy tiene argumentos para seguir y revalidar su liderazgo sin cautelas (ni tu tías que dijo Fraga, cuando quería decir tutelas, al romper en público y con pasión la carta de dimisión sin fecha que le entregó Aznar recién elevado al poder en 1989) y volver a enfrentarse a los socialistas con otra estrategia. Felipe González perdió dos elecciones antes de ganar (y otra antes de irse) y Aznar también perdió dos veces. ¿No merece esas oportunidades Rajoy?

2ª.- Rajoy se va sin condiciones, como Almunia. Punto final, a otra cosa mariposa.

3ª.- Rajoy anuncia que se va pero gestionando su sucesión, como hicieron sus dos predecesores, Aznar y Fraga. Se reserva el derecho de proponer y conducir en un Congreso menos plebiscitario que los anteriores.

Otra historia es si los que aspiran a la sucesión (y sus animadores) pueden resistir la tensión, tiene tantas ganas que no soportan galanteos, tanteos ni florituras. Esto va rápido, acelerado, van a por Rajoy, no pueden soportar la comezón.

Los jóvenes como los mayores

Sergio, Alejo, Andrés, tres jóvenes entre 25 y 27 años, suficientemente preparados, comprometidos en la política por cada uno de los partidos nacionales (PSOE, PP IU) debatieron ayer en la tribuna del club Siglo XXI sobre sus respectivas ofertas electorales. Tenía interés por conocer como razonan estos jóvenes seducidos por la política y tuve la oportunidad de escucharles y, antes, de charlar media hora con ellos.

Sergio (PSOE) y Andrés (IU) se han licenciado en derecho en la Complutense, el primero es concejal en el ayuntamiento de Escalona (Toledo) y secretario general de las juventudes socialistas, afiliado desde los 14 años. Andrés ejerce de abogado laboralista en la órbita de CCOO. En el caso de Alejo (PP) dedica las horas libres que le deja la política, pocas, a acabar derecho y administración de empresas en la Universidad de Comillas y está en la puerta del ayuntamiento de Madrid a poco que corra la lista, es probable que sea concejal esta legislatura.

La relación entre ellos es cordial, incluso han jugado al mus alguna vez, se conocen y se respetan, o eso me pareció. Subidos a la tarima del debate usan las fichas de sus partidos y aparatos, reproducen el discurso y los argumentos de los mayores, de tal manera que cerré los ojos y me pareció que era más de lo mismo. Los mismos datos más o menos tramposillos sobre becas, paro… y los mismos eslóganes de laboratorio. Andrés, el de IU, va más por libre, sin papeles oficiales.

Les pedí que nos dijeran algo positivo de sus adversarios, de los otros partidos. Alejo (PP) aceptó que Zapatero es muy buen comunicador, sin entrar en detalles; me pareció que quería decir que por eso dice más mentiras y es más tramposo, pero quizá no era eso, quizá era un elogio sincero. Los otros no tuvieron tiempo de contestarme.

No dio para más, me hubiera gustado escucharles más tiempos, discutir, proponerles algún pensamiento lateral. Pero no hay tiempo, todos andamos muy ocupados.

Me fui a casa pesimista, esperaba aire fresco, algo nuevo, pero solo noté más de lo mismo con fundamentos muy débiles. Y parecen buenos tipos, prometedores, pero… Quizá sea que la edad nos vuelve pesimistas.

Paro en enero

Algún amable y crítico seguidor de estas notas dirá que está claro «el sectarismo y la arrogancia» (copia algun correo que me ha llegado») del arriba firmante si paso por alto los datos de empleo y paro conocidos ayer. Quede claro que las cifras de enero son muy malas, preocupantes y apuntan más que a una ralentización de la economía a un frenazo en seco. Suben la sposibilidades de una recesión este año o al próximo.

Por buscar parecidos sirve la referencia de 1992/93 cuando se perdieron en pocos meses 800.000 empleos (de 12,6 millones a 11,8 ocupados) que no se recuperaron hasta dos años después, hasta finales del 1995.

El otro precedente de pérdida acusada de empleo ocurrió entre 1974 (cuando se alcanzó el techo del empleo del siglo XX: 13 millones de ocupados) y 1985. Pero no es precedente comparable, aquella década registró un ajuste estructural, con ganancia de productividad a costa del empleo. Se perdieron 2,4 millones de empleos que dejaron los ocupados en 10,7 millones. En la agricultura se pasó de 3,2 millones de personas (25% de los activos) a 1,9 millones; la industria redujo el empleo de 3,4 a 2,6 millones y la construcción de 1,2 millones a 800.000 ocupados. Y la producción creció apreciablemente. Fue un ajuste radical, paralelo a un cambio político tan radical o más.

Lo ocurrido ahora, a la vista de los datos de afiliación a la Seguridad Social de diciembre y enero, se parece a lo del otoño de 1992. De forma simultanea muchos empleadores, con semejante información y sentimientos, dejaron de contratar, de renovar y de sustituir y el empleo se fue abajo.

Entre el 20 de diciembre y el 7 de enero, con muchas fiestas navideñas en medio, trescientos mil afiliados salieron del sistema, de 19,4 millones de afiliados a 19,1. Y entre agosto y diciembre se habían perdido 200.000 afiliaciones. Desde el martes 8 de enero la situación parece estabilizarse, durante las tres semanas siguientes se mantuvieron más de 19,1 millones de afiliados.

¿Quiere eso decir que el ajuste está hecho, que el empleo se estabiliza o seguirá cayendo? No hay datos inequívocos; las economías no se paran en seco, como coches sin carburante, pero la tendencia es a la baja. El riesgo de recesión aumenta, pero todavía no es ni seguro, ni muy probable.

De obispos y cardenales en campaña

Llegar a obispo no es sencillo, los procesos de selección son exigentes, lo cual garantiza idoneidad, se supone que llegan personas inteligentes, rectas etc. Por eso conviene atribuir a sus actos y posiciones el beneficio de la oportunidad, que saben lo que hacen. Pero como ni las mejores plumas evitan los borrones, ni los mejores novelistas dejan de cometer errores gramaticales o sintácticos, los obispos también yerran, especialmente en los asuntos opinables, por ejemplo en cuestiones políticas. No digo que se equivoquen ahora, cada ciudadano juzgará.

Los cardenales-obispos españoles andan muy preocupados por la política en general, siempre lo han estado, de hecho han hecho más política que nadie durante los últimos siglos: han coronado reyes, emperadores, han bendecido cruzadas, revoluciones… han mediado en los conflictos, han perdonado a los mayores pecadores y criminales. En resumen han sido hijos de su tiempo, conservadores de lo suyo, preocupados por el provenir y han hecho el bien y aveces el mal.

Ayer los cardenales-obispos españoles hicieron publica una “nota ante las elecciones generales” resumida en diez puntos como los “diez mandamientos”, aunque en este caso con carácter de “consideraciones”, como para no influir. Como la nota es corta (dos folios) les recomiendo su lectura atenta y por eso les facilito enlace ad hoc. El lenguaje de la “nota” es cuidado (a veces anfibológico) y se puede interpretar de distintos modos según la actitud y aptitud con que se lea y analice.

Los medios, en general, han interpretado que se trata de un varapalo a los socialistas y una recomendación explícita de voto a favor del PP. Y hay razones para pensar así. También las hay para matizar ese pensamiento y añadir cautelas y peros, Y algunos medios partidarios del PP rechazan la nota porque consideran que moviliza el voto socialista renuente a votar. Los socilistas se han quejado y los populares callan.

Leido friamente, el 9º y 10º mandamiento de la nota están mucho más cerca de las actitudes y políticas socialistas en esas materias que de las de los populares. Y las críticas de los mandamientos 6º y 8º, que para muchos será lo medular de la nota, descalifican por igual a todos los partidos del arco parlamentario que aprobaron leyes a favor del aborto, el divorcio etc.

Pero lo que queda es que los actuales cardenales-obispos están activamente en política, que han tomado partido y que modifican definitivamente su estrategia de los últimos treinta años. Vuelven a lo que fue habitual en la Iglesia española durante los últimos siglos: intervenir activamente en política, mandar en las conciencias. Están en su derecho, no son gentes despistadas, así que tendrán luego que medir los efectos y consecuencias.

Lecciones del caso Leganés

El desenlace (no necesariamente punto final) del caso de las sedaciones en el hospital de Leganés es uno de los que conducen a la melancolía. ¿Quien obtiene algo del provecho? ¿Cómo se reparan los daños producidos? Es una de esas situaciones que merecen análisis para que no se vuelva a repetir.

El origen es conocido: una denuncia anónima que da pie a una intervención inmediata y ruidosa de la administración para poner patas arriba un hospital en busca de ¡crímenes! en el ejercicio profesional. Si alguien hubiera pensado un rato lo que podía ocurrir no hubiera puesto en marcha la máquina de picar carne, que empezó en marzo del 2005. Repasar ahora los titulares y comentarios en diarios como El Mundo o La Razón produce bochorno, ¿cómo borrar todo eso? ¿Cómo revertir esas acusaciones infundadas?

Siempre he pensado que detrás de esta historia trágica está la respuesta de algunos grupos a la película “Mar adentro” y lo que podía significar de aliento a una forma de mitigar el dolor irreversible que algunos consideraban eutanasia. Esos grupos querían poner pies en pared y encontraron en Leganés una oportunidad para advertir a los médicos que estaban en zona de riesgo. Desde ese punto de vista la operación funcionó, en estos momentos la aplicación de cuidados paliativos, está sometida a cautelas y muchos médicos prefieren no correr riesgos, no incitar a un inquisidor cercano.

La trayectoria judicial del caso Leganés ha sido inequívoca, la fiscalía no vio caso, varios de los informes de los peritos fueron parciales y de parte y, finalmente, un juez sensible a los demandantes, solo se atrevió a poner juicio de valor marginal e infundado en un auto de archivo. El recurso de los absueltos (una petición poco común, recurrrir tras el archivo de una causa penal) ha concluido en la Audiencia con el reproche al juez que archivó, al que se le ordena que borre del auto sus opiniones infundadas.

Para los acusadors la derrota es total, sin paliativo alguno, pero han cumplido sus objetivos, han conseguido dar un cerrojazo a esos procedimientos. Más de una docena de jefes de servicio del hospital de Leganés han perdido su empleo, se ha sembrado desconfianza infundada y se han abierto heridas innecesarias. Los denunciantes anónimos siguen escondidos y a los políticos que atizaron el caso nadie les pide cuentas. Es para llorar.

Pero ¿quieren hacer debates?

Desde hace semanas venimos mareando la perdiz de unos posibles debates electorales entre los candidatos principales, al modo de los que mantuvieron González y Aznar el año 1994, de los de Sarkosy y Royal en Francia hace unos mese o de los habituales en las complejas campañas norteamericanas desde hace treinta años, lo que mantienen habitualmente desde hace meses todos los precandidatos, por ejemplo el de Obama y Clinton esta misma semana.

Aparentemente los dos candidatos españoles, y sus asistentes y muñidores del aparato, quieren los debates y desde primera hora así lo dijeron, incluso se pusieron a la labor de ajustar el procedimiento. Fijaron fechas y temario hace casi un mes pero desde entonces no han dado ni un solo paso más. Parece que es inminente el acuerdo, pero también el desacuerdo como para endosar la responsabilidad al otro y dejar el debate para mejor ocasión.

Desde los medios no han faltado propuestas para que los debates se celebren con uno u otro formato, no faltan iniciativas novedosas para que además de los debates haya otras comparecencias que pongan a prueba las habilidades y capacidades de los pretendientes.

Visto lo visto me da la sensación de que estamos ante una maniobra, una especie de trola cuyo resultado es que no habrá debates, que no quieren debatir, que no asumen riesgos, que van a aparentar que si para que luego sea que no y que solo están agotando plazos y acumulando excusas. ¡Vaya tropa!

El debate de los directores: mejor que bueno

El debate protagonizado anoche en TV1 por seis de los siete directores de los periódicos nacionales (el que faltó se equivocó, por pecado de soberbia o quizá por miedo elemental) fue un buen ejercicio democrático y un ejemplo de buenos maneras. Ojala que el debate parlamentario y el debate político profesional tuviera semejante altura y tono al mostrado por estos periodistas. Se confrontaron posiciones personales, ideológicas y de contenido, sin atropellarse, con discursos claros y bien fundados.

Todos los directores presentes acreditaron que sabían de lo que hablaban y que lo hacían sin exageraciones ni extravagancias, sin concesiones a la demagogia ni a la ligereza. Cada uno arrimó el ascua a su sardina sin disimulos; ninguno ocultó sus preferencias, de manera más o menos explícita, pero con fuste y con argumentos. Los debates-espectáculo demasiado habituales en televisiones y radios, se quedan empequeñecidos, aunque no faltan quienes disfrutan con la bronca y el despropósito.

Aun ignoro como funcionó la audiencia, probablemente fue baja, pero no conviene confundir el peso con el volumen. Mucha audiencia no necesariamente significa alto aprecio, influencia o valoración. Hay audiencias masivas que rechazan, incluso desprecian los contenidos.

El debate fue exquisito en lo formal y bastante más duro en su contenido y posiciones; tanto o más que algunas de esas algaradas habituales en el debate político. Los seis periodistas invitados, se mostraron respeto mutuo y también a las personas mencionadas; no se interrumpieron, escucharon y replicaron; seguramente ninguno ha cambiado de criterio tras escuchar a los otros, pero aportaron argumentos interesantes para la audiencia. Los seis invitados y la moderadora acreditaron excelentes condiciones y la mejor profesionalidad. Demostraron que en el periodismo español hay madera y maneras.

Nucleares, televisiones públicas… y las lágrimas de Hillary

Sarkosy en Francia y Brown en el Reino Unido dieron ayer dos noticias de alcance. El primero en una conferencia de prensa de gran estrella mediática (todos atentos a la novia y a la boda) anunció que se renovará la televisión pública francesa con financiación directa, sin competir en el mercado publicitario. Algo frecuente en las televisiones públicas europeas pero que en España asusta a los protagonistas del asunto. Nunca lo he entendido, una televisión pública que se precie y con pretensiones tendría mejor garantizado su futuro con una financiación mediante subsidios directos y patrocinios y un contrato programa bien diseñado a medio y largo plazo. Aquí prefieren los dos caños, publicidad y subsidio, con todas las contradicciones y problemas que ello genera.

Brown, que pasa por horas bajas, ha anunciado que pondrá en marcha nuevas centrales nucleares en el Reino Unido, donde están operativos 19 grupos con algo más de 10.000 MW de potencia (España cuenta con 8 con 7.500MW). El año 1995 se conectó a la red en Gran Bretaña la última central operativa. Luego se impuso una moratoria, como en España, que ahora concluye. Este es otro debate pendiente en España. El PP va a defender en su programa la autorización de nuevas nucleares en España, en el PSOE hay división de opiniones con predominio de los contrarios, encabezados por el presidente Zapatero.

La otra noticia del día en estas materias duras es el inminente acuerdo para la línea de muy alta tensión entre Francia y España a través de Cataluña. Lo anunciarán Sarkosy y Zapatero esta semana. La línea irá en parte por aire y en parte subterránea, y es decisiva para atender la demanda eléctrica catalana.

Pero la imagen rentable de la jornmada correspponde a las lágrimas de la candidata H. Clinton cuando parecía perdedora, deceopcionada, pero reconociendo las «oportunidades que da nuestro país» Unas lágrimas que llamaron a los votantes como un imán.

Cuando el Rey invita…

El Rey invita a compartir mesa y mantel a 400 personalidades de la vida política oficial. Invita el Jefe del Estado con motivo de su 70 cumpleaños y lo hace no tanto a las personas como a los representantes del pueblo y del Estado. Un acto privado que no lo es, de hecho es un acto de Estado. No tiene mayor trascendencia ir o no ir; lo segundo, rechazar la invitación, obtendrá la prima de la extravagancia y tendrá mención en los medios. Los que no vayan van a aparecer en una lista mucho más selectiva que los que vayan. Irán 4000 y faltarán cuatro.

Parece que se excusan los representantes de ERC y de IU, supongo que por coherencia con sus ideas republicanas. Claro que puestos a ser coherentes si sólo asisten a los actos que concuerden con sus ideas y posiciones se van a quedar en familia. El secreto de la democracia radica precisamente en la diferencia y en el respeto a los otros, a los que piensan distinto.

El Rey actúa con la Constitución en la mano, un texto con el que algo tuvo que ver. No ir a su cita es un derecho pero también una descortesía que roza la grosería o la tontuna, o con ambas al tiempo. Quizá es sólo un problema de inmadurez democrática o más bien algo más prosaico: cálculo electoral, basado en la búsqueda de una prima de notoriedad que pudiera animar algún voto.

Rechazar la invitación no tiene trascendencia política, ni riesgo alguno, solo indica cierto orden en la cabeza ¿o desorden?.

Rescates en Colombia y en Somalia

La suerte de dos secuestros, el de dos sanitarias cooperantes en Somalia y los largos cautiverios en Colombia por voluntad de terroristas (que no guerrilleros) de las FARC, son las historias de fin de año. Al fondo de ambos aparece el concepto de rescate, de precio impuesto por coacción. Para los familiares y amigos de las víctimas cualquier precio es pequeño a cambio de recuperar al ser querido. Para quienes dicen resistir la coacción, combatir el terrorismo, no hay espacio para las concesiones, no hay precio que pagar ya que engendra más coacción, como “efecto llamada”.

Las cooperantes de Médicos sin Fronteras, secuestras en Somalia por uno de esos “señores de la guerra”, vuelven a casa tras las correspondientes mediaciones diplomáticas. Insisten en que no ha habido rescate en metálico, que no se ha pagado ese cuarto de millón de dólares que reclamaban los secuestradores, en un principio. Dicen que ha bastado la mediación y la notoriedad otorgada a los secuestradores. Les basta su reconocimiento tácito contra parte de un conflicto, que ha sido admitido por el ministro Moratinos al anunciar el rescate.

Sea dinero en efectivo o sea notoriedad, hay precio. Y es inevitable, tanto que carece de sentido recuperar el lenguaje duro del quienes desde la distancia y el calorcito del hogar y el estado de derecho, arreglan las injusticias del mundo con discursos. Las cooperantes están libres y deseosas de volver a su tarea humanitaria. Así están las cosas. Y habrá más secuestros y más liberaciones.

En caso colombiano es más dramático. Los terroristas-guerrilleros del tal “Tirofijo” han obtenido notoriedad y, seguramente rechazo adicionales, a la vista de su profunda crueldad demostrada en la persona del niño llamado Enmanuel. Sin perder de vista a Chávez y su corte de figurantes, los del cine y los de la falsa mediación. Si el niño es el que dejaron en el orfanato hace dos años y medio, “Tirofijo” se ha reído de Chávez mucho más que sus adversarios más conocidos, no le ha mandado callar, le ha mandado al excusado.