"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

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¿Y si ganan los dos?

Las encuestas pueden equivocarse en los detalles pero detectan bien las tendencias y el bulto. Los que escudriñan esas encuestas coinciden en que todo es posible el 9M, todos menos que algún partido obtenga mayoría absoluta. Pinta semejante al 2004: ningún grupo parlamentario dominante y quizá un gobierno de coalición con ministros de dos grupos, que es una variante sin ensayar en esta democracia que ha cumplido treinta años. Otra variante pendiente es un gobierno de gran coalición, a la alemana, que queda para situación de emergencia.

Un escenario probable a la vista de las encuestas y de las declaraciones de los líderes es una doble victoria repartida: más votos para los socialistas y más actas de diputados para los populares. Para que eso ocurra, las diferencias tienen que ser cortas: menos de tres puntos y no más de diez escaños.

Nuestro sistema electoral, que al comparar con cualquier otro sale bien librado, prima a los más votados y también prima a los distritos provinciales de poca población. Por ejemplo el PNV tiene un conciente de 60.000 votos por diputado, frente a los 83.000 de los partidos nacionalistas catalanes. Izquierda Unida, la formación más perjudicada por el distrito provincial, presenta un cociente de 257.000 votos por escaño, mientras que el PP se queda en 66.000 y los socialistas en 67.300.

Es posible que con un 41% de los votos para los socialistas y un 39% para los populares, su traducción en escaños se situe en torno a 160 actas para cada formación, con posible ventaja para el menos votado.

Rajoy ha dicho que gana el que tenga más escaños (aunque en la municipales ganaba el de más votos) mientras que Zapatero sostiene que no gobernará si no obtiene más votos que su adversario. Lo efectivo es que gobierna quien suma más diputados en la investidura, el que sume más aliados.

La personalidad de los jesuitas

Quinientos años de historia avalan que detrás de la orden de los Jesuitas hay una organización eficaz y una personalidad y un carácter poco comunes. Quines han pasado por sus colegios o universidad (no es mi caso) suelen mencionar que tuvieron la oportunidad de una formación envidiable, aunque habrá de todo como en botica, dicen que incluso excepcional. Gallardón, por ejemplo, no oculta que su paso por los jesuitas madrileños (como alumno) le ha servido en su carrera política

Los procedimientos de la llamada “compañía” son interesantes, entre ellos el sistema electivo del “superior” vitalicio. No puede haber candidatos ni el elegido puede rechazar la responsabilidad. Quien hace campaña para el cargo no lo merece y el elegido tiene que gozar de mayoría y, luego, de la bendición del Papa al que los jesuitas están sometidos por un voto de obediencia, adicional a la disciplina debida al jefe de una iglesia como la católica.

A pesar de esa doble obediencia los jesuitas han irritado a algunos Papas. Les profesó poca simpatía Juan Pablo II que les sometió a la disciplina de un delegado especial y que cuando les devolvió la facultad de elegir, sufrió la decepción de que lo hicieron a favor de quien no era su candidato.

Ahora han elegido un nuevo superior, el 30º de la historia, un español recriado en Asia, en Japón y en Filipinas; teólogo y profesor, con experiencia de mandar y de servir. El jesuita Pedro Miguel Lamet que ha escrito en El Mundo el mejor artículo sobre su nuevo supeior, el palentino Adolfo Nicolás del que dice que veinte años atrás le anunciaron que era el nuevo Arrupe, el sucesor de aquel vasco-japonés que conoció la bomba de Hiroshima, que fue tolerante superior de los jesuitas y que sufrió el desdén de su Papa, de Juan Pablo II. ¿Cómo serán las relaciones de Adolfo Nicolás con Benedicto XVI? es uno d elos enigmas para el nuevo año que los vaticanólogos analizarán con detalle. la obediencia está garantizada, pero quizá no la sumisión.

De momento el nuevo superior de los jesuitas ha dejado un mensaje inicial de preocupaciòn por los «pobres y los marginados» un mensaje que no cuenta entre los preferetes en los discursos de la jerarquía de la Iglesia católica.

PD. me ha llamado la atención la poca atención prestada a la actitud de grupos activistas de estudiantes de la Universidad de Roma que han llevado a suspender la visita del Papa a esa Universidad. Un mal ejemplo, que pone de relieve intolerencia en un marco universitario y debilidad de las autoridades universitarias y del propio gobierno. Italia va mal, y este lamentable hecho lo confirma.

ETA: la respuesta indebida

Sarkosy ha renovado en Lisboa, tras entrevistarse con Zapatero, que el compromiso de Francia para acabar con ETA es más firme que nunca. Una declaración que no debería ser noticia, la lealtad francesa frente a estos delincuentes debe estar más allá de cualquier vacilación. Los comentarios de Sarkosy: “lo que ha hecho ETA es extremadamente grave…los enemigos de la democracia española son enemigos de Francia” sobran por redundantes. ¿Extremadamente grave este atentado? ¿y los anteriores?.

Pero si el compromiso francés mejora, miel sobre hojuelas. Que pongan más medios, más policías, más cooperación y más efectividad. Liquidar el santuario francés será un buen golpe contra ETA. Como lo sería que los tribunales españoles pusieran más diligencia y firmeza. Las actuaciones judiciales frente al terrorismo son tibias; más que de garatismo pecan de indolencia. El ruido con Juana Chaos (que estuvo sometido a estrecha vigilancia) debía haber ocurrido antes con estos dos pájaros, ahora a buen recaudo, Asier Bengoa y Gorka Lupiáñez.

Los dos tendrían que haber estado en la cárcel desde antes del 2004 (fecha anterior a la tregua). Aquí abundan las palabras enfáticas y las declaraciones más que las actuaciones. Aquí hay gente que duerme demasiado y que ve los toros desde la barrera. Critican a Garzón pero es de los pocos que echan horas. Critican a Bermúdez pero es de los pocos que ha innovado para que los terroristas anden menos tranquilos.

Lo ocurrido años atrás con estos terroristas es como para en la Audiencia Nacional y en el Supremo y en el CGPJ se apresuran a dar y pedir explicaciones, para inmediatamente hacer propósito de enmienda. Porque esta historia de los plazos que se pasan y los acusados que se van de rositas por pruebas insuficientes, huele que apesta. Los terroristas deberían temer a la justicia. Y no temen.

Medirse en la calle

Quienes tengan nostalgia de manifestación andan sobrados de oportunidades para quitarse el mono. La manifestación callejera es una forma de acción colectiva y reivindicativa, para canalizar aspiraciones, protestas y también confrontación. Es un derecho de los que sienten quebrantados otros derechos, pero sirve también a distintos objetivos. Uno de ellos desgastar al gobierno, es un arma de la oposición cuando necesita más escenario público que el oficial para alcanzar al poder.

Contra el gobierno popular de Aznar se movilizaron no pocas manifestaciones, algunas subidas de tono que llegaron más lejos de lo que la democracia admite; como fue el caso de las agresiones a sus sedes y militantes, magnificadas luego por los populares con victimismo oportunista, lo cual no merma que aquel vandalismo debía haber sido denunciado y condenado por los socialistas. Luego las movilizaciones, han girado, con otros actores, contra el gobierno socialista.

El sábado, la opositora AVT hizo su enésima manifestación contra Zapatero, con argumentos débiles, impostados, pero con esa superioridad que exhiben quienes se revisten del carácter de víctima. El próximo sábado los nacionalistas catalanes encabezados por adversarios tan enconados como CiU y ERC, se manifestarán en Barcelona contra el gobierno y el mundo en general, con el argumento de lo mal que van los trenes. Y en breve, este año, los nacionalistas vascos harán otro tanto con la música del derecho a decidir. Y permanentemente grupos minoritarios que tienen gusto a la calle, a la bronca y a emociones tan fuertes como la provocación y la exhibición.

Está abierta la taquilla de la protesta callejera, puede ser señal de descomposición social; o de todo lo contrario, de que a falta de problemas de fondo, puede ser tiempo para las furias airadas y poco trascendentes. Por ejemplo la de esos antifascistas que se comportan como los viejos fascistas; y digo viejos porque nuevos no abundan, quizá los que salen a por ellos, sin saber de que iba eso del fascismo.

Ofertas fiscales

El febrero los dos candidatos, Mariano y José Luís, Zapatero y Rajoy, tendrán que verse las caras en un plató de televisión, probablemente en dos, ya que el menor de los formatos manda que sean dos los debates cara a cara entre los posibles presidentes. Y en este turno, para esta campaña, es poco probable que se escapen de ese compromiso, que tiene pocos precedentes en España. Dicen que Kennedy le ganó las elecciones a Nixon en un debate y que Felipe González y Jose Maria Aznar casi empararon (ligera ventaja para el socialista en el segundo encuentro, cuando enredó a Aznar a cuenta de las pensiones). Rajoy negó el debate a Zapatero el 2004 (y bien que lo lamentó luego) y ahora Zapatero no puede esconderse, tampoco creo que quiera hacerlo.

Mientras llegan esos debates los dos partidos van destapando el frasco de las ofertas. Empezaron los socialistas con el cheque bebé y no se quedan atrás los populares con la propuesta de exinmir del IRPF las rentas inferiores a 16.000€.

Rajoy avanzó ayer el titular de la “gran reforma fiscal” para dejar más dinero en el bolsillo de los ciudadanos. Pero no entró en detalles ni apuntó algún dato sobre ele fecto d ela medida. Y además anunció una bonificación a las mujeres que trabajan, una medida que puede tener alguna dificultad por discriminación ¿será solo para mujeres o se refiere a la segunda renta del?

En materia fiscal siempre hay que atender los detalles, la letra de la norma. La música de Rajoy es clara: menos impuestos. Una estrategia que no es nueva pero que requiere explicaciones. La oferta Rajoy es eficaz y contundente, coloc a a los socialistas a la cola, a desmontar la propuesta popular y a buscar ofertas competetivas. Los debates van a ser interesantes.

La raíz del “por qué no te callas”

Cinco palabras: “¡¿por qué no te callas?!”, con interrogación y admiración, van a ilustrar la figura de Juan Carlos, Rey de la España constitucional y democrática. Una pretensión que no era para silenciar sino de hacer posible el debate. Porque para discutir hace falta escuchar, no interrumpir, no imponer. El presidente Hugo Chávez, que lo es porque ganó en las urnas (aunque antes fue coronel golpista) utiliza los términos “fascista, imperialista”… a su antojo, para atribuirlos a quienes no le agradan.

Si por fascista entendemos “excesivamente autoritario” (3ª acepción del diccionario) Chávez es mucho más fascista que Aznar, de aquí a Lima. Si por imperialista entendemos “intentar expandir el dominio de un país sobre otros” el más imperialistas de los sentados en la mesa de la Cumbre era el propio Chávez, con sus acompañantes habituales Ortega (Nicaragua) y Morales (Bolivia) que le siguen el juego, compensados con los petrodólares que Chávez administra a su manera.

El incidente (bronca) de la clausura de la Cumbre de Santiago tiene valor mediático, televisivo, pero hay que reparar en sus orígenes, lo que hay detrás y al fondo. La Cumbre llevaba por tema la cohesión social, salir de la pobreza, afrontar la inequidad. Durante la sesión del viernes, sin cámaras, sin prensa, los jefes de gobierno debatieron sobre estrategias de desarrollo. Chávez, no logró imponer su pretensión revolucionaria a los demás, se quedó en el rincón con los cubanos, nicaragüenses y bolivianos. Chávez está con su Banco del Sur que no despega porque no captará más plata que la que pongan sus socios, no goza de confianza.

La soledad de Chavez le lleva a levantar más la voz, a armar bulla aunque solo sea para disimular, para confundir y tirar para adelante. El Rey le pidió que dejara hablar.

He pasado la semana anterior precisamente en Santiago de Chile, en un debate sobre inequidad con colegas periodistas europeos y latinoamericanos más algunos políticos y economistas. La intervenciñón más estridente correspondió a un venezolano chavista. También a un español excéntrico que quiso explicar a los colombianos que la droga redistribuye rentas y que no aumenta el delito.

El lugar común, lo más convenido y aceptado es que la estabilidad institucional, el imperio de la ley y el estado de derecho, la democracia plena, son condiciones que reducen la inequidad. Eso es precisamente lo que irrita a Chávez, que los inversores le pidan garantías, seguridad.

Venezuela es un país bendecido por la natuleza, rico, muy rico en petróleo. Chile no lo es. Venezuela va mal, Chile, estable y democrático es el país con más desarrollo y posperidad del continente. Se nota en las calles. Y Brasil trata de seguir esa senda. Lo hizo con Cardoso y lo hace ahora con Lula.

Lo más importante de esta cumbre ha sido un acuerdo de seguridac social compartida de todos los países que favorecerá a los inmigrantes y el Fondo para el Agua que España promoverá desde Panamá. Lástina que no sean esos los titulares y el eje de la información, en favor o para la crítica.

El Rey en Ceuta y Melilla

Es inexplicable que el Jefe del Estado no hubiera puesto los pies en Ceuta y Melilla, dos ciudades españolas con estatus de Comunidad Autónoma, conforme a la transitoria 5ª de la Constitución de 1978. La excusa de no molestar al vecino no es plausible, no cabe excepcionalidad. Ciento cincuenta mil españoles viven en ambas ciudades desde siempre, en convivencia compleja con decenas de miles de vecinos marroquíes que diariamente pasan la frontera para trabajar y comerciar en ambas ciudades.

Las visitas del Jefe del Estado, como las del presidente del gobierno y los miembros del gabinete, deberían ser frecuentes, normales, sin excepcionalidad. Además de razones históricas el argumento más contundente es la voluntad presente y futura de los ciudadanos que allí viven y otorgan el carácter de Ceuta y Melilla.

La protesta del gobierno marroquí es de oficio, inevitable dada su posición emocional respecto a ambas ciudades. Otra cuestión es cuantos pasos adicionales pueden dar, además de protestar. Sospecho que ninguno, salvo que una situación interna de desesperación o española de fragilidad (como ocurrió con la marcha Verde sobre el Sahara) les coloque en una tesitura límite, que debe estar prevista y prevenida en cuanto a respuestas.

Ceuta y Melilla son territorios de frontera en conflicto, que requiere inteligencia y recursos. Las renovadas vallas que separan los territorios acreditan ambos requisitos. Vallas inevitables, eficaces sin ser dañinas, evidencia del problema, pero también paliativo de otros mayores.

Esta semana los Reyes reciben las llaves simbólicas de ambas ciudades, como prueba de la singularidad de la visita. Pero así se tumba el mito de la imposibilidad de la visita, de su impertinencia, así se cancela la excepcionalidad. Una visita al año revelaría normalidad. La que debe existir entre Marruecos y España, por diferentes que sean. La inevitable vecindad obliga.

De la sentencia del 11M a los socavones del AVE

Las letras se presentan al cobro a vencimiento. Josep Pla dejó escritas páginas precisas en su “cuaderno gris” sobre la angustia del vencimiento de una letra, el sufrimiento del protesto y la agonía de la persecución del efecto antes de llegar, perjudicado, al juzgado.

Esta semana vencen varias letras en política: La sala de lo penal de la Audiencia Nacional dará a conocer el martes la sentencia central del 11M que será interpretada por cada cual según le convenga, pero que pondrá en valor las teorías en boga. A los de la conspiración se les van a estrechar los márgenes de credibilidad.

Al día siguiente el Plano del Parlamento despachará el dictamen del proyecto de ley que llamamos de Memoria Histórica, que muy pocos han leído, pero que ha ampliado la fosa entre los grandes partidos y también entre la ciudadanía. Probablemente ha sido, por sus efectos, una de las iniciativas políticas más desafortunadas de la legislatura.

Y ese mismo día el presidente Zapatero tratará de explicar al pleno del Parlamento los tropiezos del AVE en Barcelona. Un asunto mayor en cuanto a consecuencias, que puede costar las elecciones a los socialistas ya que sus actuales 21 diputados catalanes (15 más que los populares) son imprescindibles para ganar. El cabreo del barcelonés medio es suficiente como para que una elevada abstención haga añicos la mayoría socialista.

En este asunto del AVE sorprende la cantidad de palabras que han emitido los políticos y la ausencia ruidosa de la voz de los técnicos, que es a quienes correspondería referir las circunstancias y establecer los plazos. La pasión de los políticos por aparentar se convierte en agujero de su reputación. Pero no escarmientan. Esta es una de las semanas de vencimiento de letras.

Inconstitucionalidad del Constitucional

Siete artículos de la Constitución (del 159 al 165) fijan la naturaleza, marco y objeto del Tribunal Constitucional. El 159.5 reza: “Los miembros del Tribunal Constitucional serán independientes e inamovibles en el ejercicio de su mandato”. El verbo es correcto: “serán”, porque pueden no serlo, de hecho no lo son: ni independientes ni inamovibles. El baile indecoroso de recusaciones afecta a la inamovilidad y el alineamiento político de sus miembros arruina la independencia.

No son pocos los que piensan que los componentes del Tribunal (como los del Consejo del Poder Judicial, con mandato agotado) no deberían seguir en el cargo, por decisión voluntaria, ni un minuto más, que deberían plantarse ante el presidente del gobierno y el jefe de la oposición y advertirles que lo que está ocurriendo en ambas instituciones daña y malbarata el marco institucional de la democracia española, más aun que las desbocadas intenciones de los independentistas.

La fortaleza de la nación, de la democracia constitucional que la conforma y legitima, reside dentro de si misma, mucho más que en las posibilidades de sus enemigos. Cuando la nación española ha logrado un marco constitucional generador de progreso, de prosperidad, alguna de sus instituciones centrales, creadas para garantizar el equilibrio de poderes, sucumbe en una guerra partidista ciega y torpe.

No hay Tribunal superior neutral ni perfecto. El mejor, el de los Estados Unidos, otorgó la presidencia a W. Bush el año 2000 con manifiesta parcialidad. El candidato perdedor, Al Gore, acató y miró adelante. La estabilidad institucional le pareció más importante que las victorias coyunturales con consecuencias imprevisibles.

Los sesgos del Constitucional y del Consejo del Poder Judicial son lo más sombrío que ocurre en la democracia española, la mayor amenaza a su estabilidad y buen desempeño. Y quienes pueden solventarlo hacen lo contrario, ensanchan el foso.

La legalización de algunas drogas

Es conocida la posición de una revista tan reputada como The Economist a favor de la legalización del mercado de drogas; también pensaba parecido un economista como Milton Friedman. En ningún caso ignoran o minusvaloran los riesgos que supone el uso de drogas, pero entre ordenar el mercado o prohibirlo prefieren lo primero. Aunque solo sea como mal menor, como procedimiento más eficaz para evitar lo menos deseable.

Sin embargo quienes están más cerca del conocimiento de los efectos de las drogas siguen pensando que están mejor prohibidas y muy controladas que autorizadas y reguladas. Las drogas están rodeadas de misterio, oscuridad y delito y no se puede dejar ningún resquicio.

El debate es viejo, lo cual no quiere decir que sea frecuente, intenso y compartido. En Inglaterra se reabre ahora porque algunas personas de fuste reclaman una despenalización parcial de las drogas. Entienden que así se combatirá mejor el binomio delito/droga.

En España el debate no se ha producido o se ha hecho en círculos muy reducidos y con poca profundidad. Este es un país consumidor de todo tipo de drogas, las estadísticas son muy desalentadoras, especialmente entre jóvenes y adolescentes. Además es territorio de tránsito hacia otros mercados de consumo.

Probablemente la policía que se ocupa de la materia son capaces y competentes, tanto como la de otros países; de hecho las capturas son importantes, pero la conciencia pública y social es insuficiente, a pesar del buen trabajo de algunas Fundaciones dedicadas al caso.

Para tomar partido, para mostrar un preferencia a favor o en contra de la legalización se necesitan argumentos, escuchar y pensar. Y ese debate aquí está por llegar.