"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

El debate del crucifijo

El Parlamento dedicó ayer tiempo a debatir una proposición para retirar los símbolos religiosos de los actos públicos. La propuesta no salió adelante, el gobierno, su grupo parlamentario, seriamente enfrentado a la jerarquía católica española, no entendió oportuno dar luz verde a esa proposición que significa modificar hábitos mediante leyes.

La presencia de los símbolos religiosos, especialmente el crucifijo, en espacios públicos y, en concreto, en el acto de aceptación de cargos relevantes como el nombramiento del gobierno, ha sido habitual hasta ahora y algún día dejará de serlo. El diario “El País” critica la presencia del crucifijo en el juramento del gobierno ante el Jefe del Estado, en la Zarzuela. Fue la pregunta que un representante del diario trasladó al candidato socialista, a Zapatero, en una de las entrevistas de campaña mantenida en una televisión. El candidato evadió la respuesta con algo así como ¿que más da?

La pretensión de retirar el crucifijo se inscribe en una demanda laicista que podría (o debería) haber sido iniciativa de la propia iglesia católica, decidida a separarse del poder civil, de dar sentido y vigencia a aquello de “al cesar lo que es del césar…”

Sin embargo la presencia pública de lo religioso, de los símbolos de los católicos, ante el público y en ámbito oficial, forma parte de los objetivos de los actuales obispos que tratan de mantener y resistir costumbres de etapas anterior, cuando la Iglesia formaba parte del Estado y en muchos ámbitos le dirigía. Forma parte de la pugna por el poder material y del dominio de las conciencias y las personas.

El gobierno no está cómodo con estos obispos y cardenales, pero evita la confrontación simbólica, aguanta, soporta, tolera; entre vez y cuando ensaña las uñas, pero mantiene una estrategia de evitar enfrentamientos de mucho ruido y pocas nueces.

La presencia oficial de un catolicismo político es trasnochada, revela la debilidad de una jerarquía que mira al pasado y que va en repliegue aunque se muestre muy activista. El caso no merece leyes ni normativas, simplemente que la normalidad se vaya imponiendo sin herir ni alborotar. El crucifijo forma parte de lo personal, de lo privativo de los católicos, merece el mayor de los respetos, pero en los espacios oficiales ya no tiene caso, quizá nunca lo tuvo.

18 comentarios

  1. Dice ser frigorifico

    Hasta que a algun politico con conciencia de lo que es le de por no jurar delante de un crucifijo y se les joda el protocolo.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Niaku

    Ni puta idea tienes, chavalote.

    28 mayo 2008 | 10:27

  3. Dice ser Niaku

    Ni puta idea tienes, chavalote.

    28 mayo 2008 | 10:27

  4. Dice ser Pablo G.

    Amigo Urbaneja:Coincido en parte con usted… pero lo hago con un cierto conflicto interior…Esa normalidad que según usted se debe ir imponiendo ¿debería suponer, pregunto, que la Navidad dejara de celebrarse? ¿Se debería suprimir la fiesta -cabalgata incluida claro- de los Reyes Magos? ¿Las fiestas populares -miles- que hay en España «alrededor» de algún santo, deben suprimirse? ¿O se cambian las de S. Agustín de mi pueblo, por ejemplo, por las de, un poner, el Ché Guevara, o Juan Manuel Serrat?… A los San Fermines ¿cómo los llamaríamos? ¿Valdría -por sugerir algo internacional y moderno- «Hemingway karreroak»?¿Cuál es el «límite» de la normalización que usted recomienda y ansía?Un cordial saludo.Pablo G.Nota: Por el número de comentarios de este artículo… ¿cree que es un tema que preocupe o urga a esta sociedad nuestra?

    28 mayo 2008 | 10:33

  5. Dice ser Pablo G.

    «urja» obviamente. «Lapsus typing»…

    28 mayo 2008 | 10:38

  6. Dice ser España ilustrada

    Dice Urbaneja: «La presencia oficial de un catolicismo político es trasnochada, revela la debilidad de una jerarquía que mira al pasado».Sí si, lo que es trasnochado e hiriente son esos espectáculos sangrientos y salvajes que tienen como fin la tortura y la muerte de un animal.Vergüenza sentí ayer con la noticia de la corrida de la PRENSA para rendir pleitesía y sumisión a esa pareja Borbonera que si que es rancia y trasnochada y que representan lo peor de la historia de este país.Ayer en la corrida sólo faltó el cardenal Rouco Varela para completar el cuadro goyesco.

    28 mayo 2008 | 10:48

  7. Dice ser española

    Sinceramente, creo que los españoles nos queremos volver tan modernos y tolerantes que incluso estamos dispuestos a perder nuestros valores históricos.¿Acaso la tradición religiosa mayoritaria y, desde los Reyes Católicos, prácticamente unánime no ha sido la católica?¿Antes de que comenzara el fenómeno de la inmigración había muchos practicantes de otras confesiones religiosas distintas de la católica?Lo cierto es que nuestra historia nacional gira entorno al catolicismo, y, como apuntaba otro comentario, si queremos eliminar nuestras tradiciones tendríamos que replantearnos desde el calendario laboral y escolar, hasta la financiación de la educación, pues no tendría tampoco sentido el concierto con los colegios católicos en los que debemos recordar que hay auténticas batallas por matricular a nuestros hijos.Creo que los españoles debemos empezar a querernos un poco y a respetar nuestra historia y tradiciones sin complejos.

    28 mayo 2008 | 15:02

  8. Dice ser J. Sanz

    Tradiciones…. historia nacional… confesión unitaria desde los reyes católicos… inmigración…Española decía: «Creo que los españoles debemos empezar a querernos un poco y a respetar nuestra historia y tradiciones sin complejos»¿Acaso no forma parte de la historia los ochocientos años en que buena parte de lo que usted llama ahora España se llamaba Al-Andalus y era musulmana? ¿O el periodo amplísimo en que fue provincia romana? ¿O Cartago?A las personas que se les hincha el pecho con palabras como «España», o «Historia», deberían medir más sus comentarios. Aparte de que esa idea de que la confesión católica ha sido la primera en España desde los reyes católicos se fundamenta en que ha sido por imposición.Hoy en día pretendemos vivir en una sociedad moderna, y los carcamales que añoran los tiempos de los reyes católicos (y es mucho añorar) deben replantearse sus ideas, o al menos moderar la manera de expresarlas.A mi es que me da un miedo cuando oigo todas esas cosas de valores históricos….

    28 mayo 2008 | 15:25

  9. Dice ser Lola

    Buenos días,Creo que es un tema interesante, estoy de acuerdo en que la iglesia y el estado estén separados, en muchos países es así y no pasa nada, soy católica pero no practicante, respeto las creencias de cada cual, y lo mismo que yo no trato de imponerles a nadie las mías, no quiero que nadie me las imponga. Pero me pregunto, si retiran los crucificos y demás símbolos cristianos-católicos de todo edificio y evento público, ¿cómo se responderá cuando vengan los señores de otra religión y se empeñen en ponerle el pañuelo a sus niñas en los colegios públicos, ya lo de querer ponérselo en uno católico me parece surrealista,o exigan que la administración les pague las clases de su religión o incluso pidan un terreno para fabricar una mezquita o un cementerio para ellos? O se mide a todos por el mismo rasero, o seguimos como estamos. Iguadad en todo y para todos

    28 mayo 2008 | 15:27

  10. Dice ser David malaguita

    Pues mi intervención va un poco al hilo de lo que decía Lola. Yo en principio también estoy de acuerdo en ir haciendo del Estado un ente imparcial en cuanto a religión, ya que el Estado de una Nación debe aglutinar a todos los ciudadnos sean estos creyentes o no, y entre los primeros, católicos o de cualquier otra congregación cristiana o de otra religión. El problema de todo esto radica en el trasnochado anticlericalismo que la mayor parte de la izquierda todavía profesa como timbre de gloria. El problema es la falta de credibilidad de esta izquierda sectaria capaz de odiarse a sí mismo, sus tradiciones e historia, siguiendo ciegamente esa pulsión autodestructiva que aún en muchos sectaores se consagra en el altar del «Progreso». Es una actitud puramente negativa y nada constructiva…como la actitud de muchos del PP consistente en atizar a Mariano sin plantear otra alternativa, por cierto. Y es que resulta paradójico que mientras se vocea el multiculturalismo, el relativismo en todos los órdenes, y se predica las bondades de todas las tradiciones y culturas, aquí, nuestra izquierda neurótica, siga empeñada en destruir solo su cultura y su tradición. Eso es coherencia.En definitiva, que sí, que habría que ir desterrando cierto integrismo religioso, pero que quizá la izuiquierda aún no esté preparada ni madura para plantear este debate de manera tranquila y sobre todo no antes de solucionar sus contradicciones ideológicas. Por que lo que tampoco es de recibo, y no se puede permitir, es que sobre el fermento de ese anticlericalismo romo y vulgar crezcan lozanas otras formas de religión más violentas y despreciativas de la libertad y dignidad de las personas. Me refiero es onvio, al islamismo.Saludos

    28 mayo 2008 | 18:30

  11. Dice ser ¿?

    yo lo que me pregunto es quién manda colocar el criucifijo en estos actos o está ahí como parte del mobiliario?

    28 mayo 2008 | 21:23

  12. Dice ser J. Sanz

    Sería bueno empezar a dejar claro que todos los fundamentalismos son igual de malos. Empieza a cansarme la cancioncilla de que «es mejor el catolicismo que el islamismo».Miren, si los dos son radicales, los dos son igual de malos, como el judaísmo radical (preguntenle a los palestinos) o el laicismo radical (preguntenles a los musulmanes turcos).La libertad religiosa y la aconfesionalidad consiste en algo tan sencillo como «mandar a la mierda» a todas las religiones por igual. Es decir, que ninguna, NINGUNA tenga ningún tipo de privilegio.Como la que ha dominado España hasta que Paco estiró la pata ha sido la católica, pues hay que reducir su poder hasta dejarla en cero. Como las que vienen pujando en nuestro país son, entre otras, el islam, hay que evitar que tenga poder en absoluto.Eso es el laicismo, eso es la aconfesionalidad, eso es la igualdad y la libertad religiosa.Ser libre religiosamente hablando es un derecho individual, es decir: tu religión, en tu casa o en tu templo. En el estado, CERO. Ni acuerdos con Vaticanos, ni cesiones a imames, ni privilegios a rabinos.En palabras de Aznar: CERO PATATERO.

    28 mayo 2008 | 23:45

  13. Dice ser alucino

    Pero ¿El Vaticano no es un estado??

    29 mayo 2008 | 10:11

  14. Dice ser alucino

    Pero, ¿es posible que no se diga que lo del crucifijo y la Biblia no es por sentimientos religiosos de los politicos sino por no desagraviar a la casa real, que aunque hipócritas en lo moral, tradicionalmente se identifica con la iglesia católica?

    29 mayo 2008 | 10:42

  15. Dice ser Adolfo

    Que la ceremonia de aceptación de sus cargos por parte de los mandatarios civiles de un estado democrático y aconfesional (o laico -el DRAE no distingue entre uno y otro-) esté presidida por un crucifijo (elmento de tortura) y por la Biblia (mamotreto mitológico) es una auténtica vergüenza, es una afrenta y una ignominia para los ciudadanos demócratas (hasta para los que, además, sean creyentes -incluso católicos-). ¿Por qué? Porque no hay que confundir las churras con las merinas, porque yo no veo que sobre los altares católicos se coloquen (cuando se celebra una misa) la Constiución, el Código de Comercio, o la Ley de Arrendamientos Urbanos.Además, ¿me puede alaguien explicar -sin decir gilipolleces de dimensiones galácticas- por qué motivo deben un crucifijo y una biblia presidir una ceremonia civil de aceptación de cargos políticos? ¿Porque el que acepta el cargo es católico? Y, si fuera mulsumán, ¿pondrían también un corán? Y, si fuera ateo o adorador de Satanás, ¿qué habría que poner entonces? Y, si el aceptante del cargo fuera un tío salido, ¿le pondrían una tía buena abierta de patas?. Y, si fuera una tía salida, ¿qué le pondrían entonces, un jayán con una imponente polla erecta?

    29 mayo 2008 | 13:54

  16. Dice ser Alatriste

    Saben, entre las cosas más deprimentes de Internet, de las que hacen que uno desespere de la naturaleza humana, están la audacia que muestran los cobardes y los maleducados (va por usted, amigo Niaku, que ni siquiera tuvo suficiente con un mensaje) y la desvergüenza con la que se aprovecha cualquier foro como tribuna para pontificar, y a uno muchas veces le entran fundadas sospechas de que muchos participantes, no es que no hayan leído las demás respuestas, es que ni siquiera han leído más allá del título del artículo original…El tema que nos ocupa, y creo que es la tesis de nuestro anfitrión, no es decidir si el crucifijo y la biblia deben estar presentes en las tomas de posesión: es si su presencia debe ser prohibida por ley.Y para empezar la discusión con buen pie, hay que basarse en que su presencia se debe a la costumbre «de siempre» y que no hay ninguna norma legal que imponga su presencia. De hecho, y conociendo como funciona la Administración, el Congreso, el Senado y demás dependencias oficiales, pondría la mano en el fuego a que hay un salón empleado para las tomas de posesión en el que nadie entra jamás para ninguna otra cosa y cuyo mobiliario no se ha modificado desde tiempos de Isabel II (esto último puede ser una exageración, pero abundan salones así en la Carrera de San Jerónimo y en el Palacio del Senado)Y personalmente estoy de acuerdo con el señor Urbaneja, y con el gobierno. Si estas cosas hay que obligar a hacerlas amenazando con sanciones, mal vamos. Libertad es que si los que juran quieren biblia, la tengan, y si no que juren sobre la Constitución y pasen de «libros sagrados».

    30 mayo 2008 | 08:09

  17. Dice ser Esteban Rosador

    Pues niego la mayor. El tema que nos ocupa no es si el crucifijo y la biblia deben ser prohibidos por ley, sino si deben estar presentes en las tomas de posesión de cargos públicos de un estado laico, es decir independiente de las confesiones religiosas y de cualquier otra ideología.Naturalmente que su uso es debido a la costumbre, pero no «de siempre». De hecho esa costumbre se remonta únicamente al estado franquista nacionalcatólico que imponía su presencia por ley. La legítima y democrática república española anterior a esa dictadura sí tuvo el valor necesarios para eliminar esos símbolos en circunstancias mucho más difíciles.La retirada por ley de estos símbolos cristianos es por tanto perfectamente factible, aunque eso soliviantase a los sectores reaccionarios de la derecha y de la iglesia españolas, y desde luego esta previsible reacción no es óbice para legislar sobre ello.En todo caso, es evidente que no se necesita una ley que prohíba explícitamente estos símbolos. Basta con una ley que fije claramente cuáles son los símbolos que deben aparecer en estos actos. Es evidente que cualquier otra posibilidad distinta de que únicamente aparezca un ejemplar de la constitución española actualmente vigente sería impensable actualmente. Con ello se acabarían todos estos problemas.Y desde luego que la libertad es que quien quiera jurar sobre la biblia o cualquier otro libro de leyendas supuestamente sagradas pueda hacerlo. Yo estoy dispuesto a luchar por ese derecho. Pero que lo haga en su casa, en su iglesia o en cualquier otro lugar que elija, pero no en el acto oficial.Debemos avanzar hacia un estado laico en el que todos los ciudadanos se puedan sentir representados independientemente de sus creencias e ideologías. Para ello debemos eliminar estos símbolos religiosos en los actos oficiales, aprobar una ley de plazos para el aborto, una ley de eutanasia, evitar que los curas puedan opinar en los asuntos médicos de los hospitales de la sanidad pública, eliminar la catequesis religiosa en las escuelas, dejar de financiar colegios elitistas de ideología religiosa con fondos públicos, etc..Si además esto va acompañado de una república en la que el jefe del estado lo sea por elección democrática y no por una justificación religiosa de origen medieval, pues mucho mejor.Claro que si se trata de defender al PSOE y a su gobierno en estos temas, hay quien está dispuesto a tragar cualquier cosa y seguir negando la evidencia. Estará dispuesto a llamarse progresista mientras observa cómo seguimos sin un auténtico estado laico y en una monarquía reinstaurada por el anterior dictador fascista. Pero bastará que espere un poco a la siguiente toma de posesión. Esos símbolos religiosos habrán desaparecido si realmente en el gobierno están dispuestos a ello. Pero me apuesto un café ( de los de 80 céntimos) a que no lo hacen. Y conste que me encantaría perder la apuesta.¡Salud y República (y estado laico de verdad, no como el que tenemos)!

    31 mayo 2008 | 13:50

  18. Dice ser J. Sanz

    A ver si algún día se cumple eso que dices, Esteban, Yo me tomaré un café y estaré encantado de invitarte al tuyo si lo conseguimos.

    31 mayo 2008 | 16:41

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