"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

Archivo de abril, 2008

La privacidad de Telma Ortiz

Marta Cibelina pregunta al personal opinión sobre la petición a un juez hecha por Telma Ortiz y su pareja para defender su vida privada, para que les dejen en paz. Las primeras respuestas son variadas, desde quien defiende la privacidad a quienes dicen que se aguanten, que ser pariente de una persona tan notoria como la mujer del príncipe Felipe tiene sus servidumbres y exigencias. El dilema es interesante, la familia no se elige, viene dada y no tiene arreglo, es familia de por vida.

¿Tiene que cargar la familia con las ventajas e inconvenientes de los avatares de alguno de sus miembros? En principio es discutible, sobre todo desde un punto de vista de respeto a la libertad individual. Aunque es evidente que no se puede pretender aprovechar las ventajas y rehuir los inconvenientes. Pero valorar como se ha comportado esta mujer es arbitrario, subjetivo; no sabría decir si se ha aprovechado o no, pero más bien me inclino por la defensa de su privacidad. Respetar a los demás me parece un principio básico para convivir.

La búsqueda de amparo y de protección judicial es legítima, incluso valiente, aunque puede tener consecuencias no previstas, incluso desalentadoras. De momento la demanda ha tenido un efecto llamada y ha colocado en primer plano a quienes quieren quedar al margen de las cámaras. La cita en el juzgado nº 3 de 1ª instancia de Toledo el 12 de mayo a todos los demandados, una treintena de medios, obtendrá una gran notoriedad y ocupará mucho espacio en no pocos medios.

La colisión entre derechos fundamentales es siempre compleja y azarosa, El derecho a informar y el de privacidad son complementarios y a veces contradictorios. La decisión del juez, jueza en este caso, sentará un precedente interesante, especialmente si hay recursos y se eleva a salas superiores e incluso al Supremo. Los tribunales europeos sentaron doctrina en esta materia en un caso de Carolina de Mónaco que obtuvo amparo muy amplio, protección frente al acoso de los medios. El caso va a ser interesante y ejemplar. Por si les sirve les paso la referencia de la opinión de la Asociación de la Prensa que presido.

Las novedades del gobierno… o no tanto

Dicen que la ministra de Igualdad, 31 años, es la perssona más joven que ha llegado a ese cargo en la historia española. Lo es de la democracia, peor no del siglo. Pedro Gamero del Castillo fue ministro sin cartera en uno de los primeros gobiernos de Franco, en 1940, con 29 años recién cumplidos y con una oposición ganada durante la república a letrado del Consejo de Estado. Gamero es uno de los pocos ministros nombrados por Franco (algo más de un centenar) que dimitió y se fue a su casa, para no volver a dedicarse a la política. Por la misma época otro tanto hizo José Larraz, un excelente ministro de Hacienda en una coyuntura muy dificil.

El ministerio de Igualdad, con competencias por acreditar, tampoco es original; al menos existe otro en Dinamarca y en Irlanda el departamento de Justicia incorpora también el encargo de Igualdad.

Respecto a la separación de la Universidad de Educación, tampoco es novedosa. Los dos últimos gobiernos de Suárez, entre mayo de 1980 y diciembre de 1981, separaron Educación de Universidades e Investigación. Luís González Seara ocupó la última cartera, que volvió a reintegrar a Educación el gobierno de Calvo Sotelo.

Lo que es novedad es la ministra embarazada que cambia la cartera de Vivienda, a otra tan peculiar como Defensa, cuando cumple el séptimo mes de gestación. La ministra Chacón será una de las más mediáticas y la corresponderá por ello notable papel pedagógico, algo que desea Zapatero. Incidir en las costumbres, en la forma de ver a las personas y su papel en la sociedad. Así que ¿por qué no nombrar a la señora Chacón jefa del ejército? Que a algunos les salten las costuras puede haber sido un aliciente adicional.

Más de la mitad de los ministros carecen de carné socialista, son de lealtad al Presidente que es el que nombra. La nueva ministra de Ciencia e Investigación, declaraba recientemente que es partidaria de la igualdad entre hombres y mujeres, peor no de leyes obligatorias sobre la materia, ya tiene materia para el debate con su jefe.

En resumen un gobierno peculiar, que puede dar mucho que hablar a poco que se lo propongan sus miembros.

Los claroscuros del FMI

Los economistas del Fondo Monetario Internacional, cuyo servicio de estudios es el mejor dotado del mundo, en teoría el más competente e informado, ha optado para su Informe de primavera sobre perspectivas económicas por un ajuste a la baja. Y el pesimismo tiene buena prensa, ayer, por ejemplo, la grandes medios españoles compraron esa opción con entusiasmo, con despliegue de titulares.

El ajuste que hacen los economistas del FMI toca a todos, aunque a unos más que otros. Toca para las hipótesis de crecimiento global que caen 1,2 puntos, respecto al crecimiento del año anterior, hasta el 3,7%, que es menos que la media de la última década; pero más que la media de los últimos cien o cincuenta años. Y ajusta a las grandes economías desarrolladas, empezando por el líder, los Estados Unidos, que recortan del 2,2% del 2007, al 0,5% para este año. Para la zona del euro el recorte es más matizado, del 2,6% anterior al 1,4% ahora. Y entre las cinco grandes economías europeas (las que superan el billón de euros de PIB) todas van a la baja, encabezadas por las que padecen el efecto del pinchazo de la burbuja inmobiliaria: Gran Bretaña y España.

El mayor ajuste corresponde a España a cuya economía se atribuye una pérdida de dos puntos, del 3,8% del 2007 a un 1,8% para este año, una de las hipótesis de crecimiento más bajas de las estimadas por los analistas, medio punto menos que el consenso de éstos, lo cual les llevará a nuevos ajustes.

La lectura generalizada en titulares y editoriales ha sido que el FMI le pone un suspenso al gobierno español con estas previsiones. No faltan argumentos, aunque conviene tener en cuenta que cuando el gobierno hizo sus previsiones para redactar el Presupuesto (durante el segundo semestre del 2007) las estimaciones del FMI eran más optimistas. Durante los últimos seis meses hay factores no previstos.

Pero tampoco hay que perder de vista que estas pesimistas-realistas estimaciones colocan a la economía española en la cabeza de las ocho más desarrolladas: ese pobre, despreciable, 1,8% supera a los de los otros siete, cuatro décimas más que la zona euro, punto y medio más que Italia y los Estados Unidos y dos décimas por encima del Reino Unido.

De manera que la economía se pone cuesta arriba para todos, que lo propio escuece, pero que las causas son globales. Y de las opiniones del FMI merece la pena señalar que apuntan una recuperación para la segunda parte del 2009, que significaría un ciclo bajista corto y poco profundo. Quizá en esto pecan de optimismo.

La política pierde tensión

Esta noche participo en la presentación del libro “La transición: síntesis y claves” (Planeta) que ha escrito Salvador Sánchez Terán, diputado y ministro de la UCD y antes gobernador civil de Barcelona, durante el complejo bienio 1976-77. Sobre la Transición está casi todo escrito, aunque se mantienen algunas zonas de sombra que se irán aclarando con el paso del tiempo y con algunas memorias y documentos que se desvelarán en el futuro. Ahora ya es materia para historiadores.

El libro de Sánchez Terán es interesante porque fue testigo y porque incorpora análisis reposado y sugestivo. Impresiona el vértigo de algunos de aquellos periodos, por ejemplo el del primer gobierno Suárez, el de los “penenes”, preconstitucional, aparentemente desahuciado, pero que llevó adelante cambios decisivos y audacias no esperadas. La intensidad de los acontecimientos entre finales del 1976 y principios del 1977 asombra: ¿como se conllevó todo aquello sin entrar en catástrofe?

Con esa lectura de fondo y viajando Madrid-Zaragoza-Madrid seguí el debate de investidura. Pura política, bastante previsible, mucha normalidad, caída de tensión, portazo a la crispación. Percibí al mejor Zapatero y un Rajoy convencido de que le toca ganar a la próxima. Y noté a las minorías en papel de tales, poco crecidos, menos imprescindibles que en ocasiones precedentes.

Lo que más me gustó del debate fueron las réplicas de Zapatero al portavoz de ERC (Ridau) y al del PNV (Ercoreca), intervenciones sin papeles, con un punto de improvisación y por tanto con la sinceridad de la la espontaneidad. Esta parece una investidura para una legislatura de normalidad, serena, aburrida y que puede devolver dignidad a la política. Hasta los diputados estuvieron más educados de lo que venía siendo usual.

Cadena perpetua…o más

Siempre que la justicia es desbordada, cuando se percibe inútil, burlada por cualquier delincuente se produce una respuesta social en demanda de más penas, más precio, más respeto. Estos días vuelve a escucharse la demanda de “cadena perpetua” para que los delincuentes se pudran en la cárcel de por vida y abandonen cualquier esperanza de reincidencia.

La propia presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, se mostró ayer sensible a esa hipótesis cuando fue preguntada en público en ese acto de casi presentación de candidatura a liderar su partido y mandar a Rajoy a la galería de retratos.

Siempre he escuchado que las respuestas en caliente a cualquier problemas suelen ser malas respuestas, que las leyes necesitan reflexión y sobriedad, que normas penales inmediatas para hacer frente a delitos horribles no son necesariamente la mejor medicina preventiva.

Y en socorro de esa impresión leo esta mañana un artículo interesante del catedrático de derecho Penal Pablo Salvador Coderch titulado: «Hágase justicia» . Porque hacer justicia, algo esencial para una convivencia democrática, no pasa necesariamente por el endurecimiento de las penas; las más de las veces bastaría con el cumplimiento de las penas y con la eficacia de la administración de esa justicia.

Una justicia eficaz es condición necesaria pero no suficiente para una justicia justa. Y lograr esa eficacia en los tiempos actuales no debería ser ni inalcanzable ni complicado, tal y como Coderch propone. Bastaría con tener ganas y recurrir a quienes saben gestionar con eficacia. ¿No creen que si cualquier banco o El Corte Inglés o los de las reservas de aviones o la Tesorería de la Seguridad Social o la Agencia Tributaria… gestionaran las notificaciones de los tribunales y sus archivos y bases de datos, funcionarían como la seda? Pues eso, que no es tan complejo. No va de más penas, sirve con cumplirlas.

Fin de huelga que huele a pasteleo

Diez mil funcionarios de Justicia, de siete comunidades autónomas, cuya competencia sigue en manos del estado central, llevan sesenta días de huelga con la consiguiente paralización del aparato de la justicia y un perjudicado último y único: ciudadanos sin vela en el entierro. La reivindicación básica era la equiparación con los colegas transferidos a los gobiernos autonómicos, que se traduce en unos 200 euros más al mes.

El ministro de Justicia, que es bravo y es del cuerpo (fiscal), ha excitado los ánimos en algunas ocasiones y finalmente se sentó para pactar los 200 euros con un calendario y chalanear plazos para descontar los días no trabajados porque las huelgas no deben ser gratis. Desconmtarán los días de huelga a palzos y luego cpompensarán el trabajo para recuperar lo que se ha ido aplazando.

Todo el asunto, como tantos otros en materia de justicia, es de difícil comprensión, síntoma de que la justicia es un problema serio que el nuevo gobierno tendría que afrontar inmediatamente. Los perjuicios causados durante los dos mese de huelga son muy superiores (aunque de difícil cálculo) a lo que se discute.

Se percibe que era una huelga por muchas razones, pero también contra el ministro, una huelga que el ministro ha conllevado mal, sin tener en cuenta que la mejor medicina es la que no se utiliza y que las buenas soluciones son las que evitan los problemas. Ha sido una huelga preelectoral y postelectoral, con corrientes subterráneas y zonas de sombra que esconden más de lo que enseñan. Las sonrisas ayer de ministro y sindicalistas tras firmar un acuierdo que podrìa haberse alcanzado hace dos meses irritaron a las bases movilizadas, los huelguistas, que se sienten bastante manipulados por unos y otros.

Avances contra el cáncer de mama

No ha merecido primera página en la prensa nacional, una página par en La Vanguardia y alguna media columna, o nada, en los demás: los equipos que dirige el doctor Joan Massagué presentan esta mañana en la revista Cell nuevos descubrimientos para combatir metástasis provocadas por el cáncer de mama. ¿No es más relevante que la bronca del PP o que la foto de la soledad de Zapatero en Bucarest? De ambas referencias políticas poco podemos esperar, todo efímero y poco relevante; de la investigación de Massagué puede salir vida y esperanza.

Hay que ser cautos con las informaciones sobre avances médicos y nuevos fármacos, pero los progresos de la medicina forman parte de los mejor del último siglo. Recuerdo que una revista norteamericana investigó hace unos años para identificar el personaje más relevante e influyente del siglo XX. Entre nombres como Roosevelt, Churchill, Deng-Xiao-Ping, Keynes, Friedman… optaron por Fleming, el ser humano que más contribuyó a salvar y alargar vidas mediante la penicilina. Una elección acertada.

A la llamada “cáncer de mama” en Google aparecen casi un millón de referencias que obligan a una selección más precisa. Cáncer era una palabra prohibida, una maldición, una condena. Desde hace años ya no es así, ante un diagnóstico de cáncer lo que inmediatamente aparece es la conciencia de que hay tratamientos que curan, que frenan, que ofrecen paliativos, en resumen que la investigación médica otorga alternativas eficaces.

De manera que me atrevo a proponer las investigaciones de Massagué como la noticia más importante del día, de la semana incluso.

La cuestión del agua en Cataluña

Leo atentamente todo lo que cae en mis manos sobre el problema del agua. Y me resisto a opinar sin disponer de más elementos de juicio. He escuchado en muchas ocasiones los argumentos de los murcianos, especialmente de su presidente Valcárcel que es convincente y que se sabe la asignatura. También he escuchado a los aragoneses, entre ellos a su presidente Iglesias, que también es persona de fuste, aunque sus argumentos son más emocionales.

No entendí las posiciones sucesivas de Aznar y Zapatero respecto al macrotrasvase del Ebro. El primero aplicó la autoridad de que “se hace porque lo digo yo” y el segundo lo contrario: “no se hace porque lo digo yo”. Y ambos partidos han sacado réditos políticos (y costes) de sus posiciones enfrentadas, pero no han resuelto el problema. Todo lo contrario.

Desde que escribo en periódicos, allá por los primeros setenta, este asunto ha estado en danza. Aun recuerdo alguna portada en la revista “Doblón” sobre la sed de Cataluña y los procedimientos para calmarla. Muchas vueltas a la misma notoria e insuficiente agua en los canjilones.

Esta mañana «La Vanguardia» dedica a la sequía y el agua nueve páginas, lo principal de la portada y algunos artículos de opinión. Todas interesantes y sugestivas. La tesis central es que hay alternativas al trasvase del Segre al Llobregat y también al traslado en barco desde la desaladora de Almería.

Saco la impresión de que ante este problema, muy serio, sobran declaraciones enfáticas y concluyentes y faltan actuaciones de detalle, micro, en todas las fases del proceso. Un caso típico de que más que una solución definitiva hay muchas soluciones parciales, pequeñas, inteligentes… que una vez puestas en práctica aliviarían.

Uno de los mayores aportes de agua es el que llega de una buena gestión de lo que hay. En eso murcianos y almerienses (como los israelitas) son unos artistas. Antes que trasvasar el Segre el minitrasvase del Ebro entre Tarragona y Barcelona, la conexión Cunit-Cubelles, puede ser de efectividad inmediata sin muchos costes y con pocas protestas.

Aprovechar el agua que existe puede ser el primer aporte, y el más barato, para remediar las carencias. Como frente a otros muchos problemas parece que en este hay que trabajar más y protestar menos.

El PNV y la ignominia

Eguibar, cabeza de fila del peneuvismo guipuzcoano, dice que con la censura a la alcaldesa de Mondragón (de ANV-batasuna-ETA) “no se resuelve el conflicto”. Como si de resolver el conflicto se tratara, como si estuviéramos ante un “conflicto”. Los nacionalistas vascos fueron codo con codo con los demás partidos y en especial con los socialistas al entierro y funeral por Isaías Carrasco, un militante de base, un hombre bueno asesinado para amedrentar a todos los demás.

Desde luego que Eguibar y sus compañeros del PNV están intensamente amedrentados, asustados, acojonados, cual gudaris de trapo. Y no es cosa de Egibar cuyas posiciones son conocidas, el EBB, cúpula colegiada del PNV había bendecido días antes la negativa a censurar al ayuntamiento proetrrra de Mondragón.

Unas horas antes los socialistas daban sus votos a un diputado del PNV para que tenga asiento en el Congreso y al grupo parlamentario vasco en el Senado para que tenga grupo. A los del PNV les parecerá que esa doble moral, con los asesinos y con los asesinados, se justifica por causa mayor, por la patria y los fueros.

Más aun la portavoz del gobierno vasco critica al gobierno socialista por no haber impedido que algunas listas de ANV concurrieran a las municipales. Los mismos que defienden que ANV concurra, critican que el gobierno no lo impidiera. Si esto no es cinismo grosero que venga Dios y lo vea.

Los socialistas de Mondragón, cuatro concejales que viven en el sinvivir de la amenaza más intolerable, tienen que conllevar a su lado a los amigos de los asesinos y a los que no quieren extrañar a esos amigos de las instituciones.

Si el martes los socialistas aceptan los votos del PNV habrán dado su visto bueno a la ignominia, si no dejan claro que lo de Mondragón es una ignominia intolerable, estaremos ante un pasteleo insufrible.

La economía, de color hormiga

Quienes pronosticaron que la economía se ponía patas arriba, se vestía de negro como las hormigas, pueden ahora reivindicar su pronóstico. No tenían razón hasta ahora, pero la realidad confirma que la cosa no va bien. Prácticamente todos los indicadores macro han ido a peor desde hace tres meses: los de empleo, los de precios, las cuentas exteriores y las cuentas públicas, los de actividad y las expectativas de los agentes económicos.

Como referencia de todo ello les recomiendo la lectura de la conferencia del gobernador del Banco de España, dictada el lunes en Las Palmas, en el marco de la Universidad y de la Sociedad de Amigos del País de aquella isla. Soy de los que atiende los informes del Banco de España y los discursos de sus gobernadores, que desde hace décadas tienen siempre carácter institucional, sereno y documentado.

La economía va a menos, las previsiones oficiales, las del Presupuesto 2008 están sobrevaloradas. Por primera vez en muchos años la realidad va a ser más pesimista que las estimaciones oficiales. No se debe ocultar que muchos de los pesimistas (agoreros les he llamados en este espacio desde hace tiempo) han venido equivocándose muchos trimestres. Como apunte puede servir que quienes les hicieron caso y se replegaron se perdieron muchos trimestres de oportunidades.

La cuestión ahora que estamos a la baja, que vamos a menos, es estimar correctamente cuan grande será la caída y por cuanto tiempo. No es lo mismo perder menos de dos puntos de crecimiento (del 3,5% al entorno del 2%) que un caída mayor (por debajo del 1,5%). No es lo mismo que la caída del crecimiento a tasas inferiores al 2% se produzca durante varios años (caso italiano) a que se registre sólo durante algún trimestre del 2009. Y no es lo mismo que las cifras de empleo se estabilicen por encima de los 20 millones de ocupados (según la EPA) o que caigan de esa cota.

Durante las dos crisis económicas serias anteriores, la de los años 70/80 y la del 1992/94 las pérdidas de ocupados fueron del orden de 1,5 millones de empleos en ambos casos y en todos ellos con intervalos entre 11 y 13 millones de ocupados. Hoy la situación es muy diferente, en lo cuantitativo (20 millones de ocupados) y en los cualitativo (la composición del empleo nada tiene que ver con diez años antes). En el azaroso campo del pronóstico sostengo que esta crisis será menos intensa y penosa que las dos a las que acabo de referirme.