Marta Cibelina pregunta al personal opinión sobre la petición a un juez hecha por Telma Ortiz y su pareja para defender su vida privada, para que les dejen en paz. Las primeras respuestas son variadas, desde quien defiende la privacidad a quienes dicen que se aguanten, que ser pariente de una persona tan notoria como la mujer del príncipe Felipe tiene sus servidumbres y exigencias. El dilema es interesante, la familia no se elige, viene dada y no tiene arreglo, es familia de por vida.
¿Tiene que cargar la familia con las ventajas e inconvenientes de los avatares de alguno de sus miembros? En principio es discutible, sobre todo desde un punto de vista de respeto a la libertad individual. Aunque es evidente que no se puede pretender aprovechar las ventajas y rehuir los inconvenientes. Pero valorar como se ha comportado esta mujer es arbitrario, subjetivo; no sabría decir si se ha aprovechado o no, pero más bien me inclino por la defensa de su privacidad. Respetar a los demás me parece un principio básico para convivir.
La búsqueda de amparo y de protección judicial es legítima, incluso valiente, aunque puede tener consecuencias no previstas, incluso desalentadoras. De momento la demanda ha tenido un efecto llamada y ha colocado en primer plano a quienes quieren quedar al margen de las cámaras. La cita en el juzgado nº 3 de 1ª instancia de Toledo el 12 de mayo a todos los demandados, una treintena de medios, obtendrá una gran notoriedad y ocupará mucho espacio en no pocos medios.
La colisión entre derechos fundamentales es siempre compleja y azarosa, El derecho a informar y el de privacidad son complementarios y a veces contradictorios. La decisión del juez, jueza en este caso, sentará un precedente interesante, especialmente si hay recursos y se eleva a salas superiores e incluso al Supremo. Los tribunales europeos sentaron doctrina en esta materia en un caso de Carolina de Mónaco que obtuvo amparo muy amplio, protección frente al acoso de los medios. El caso va a ser interesante y ejemplar. Por si les sirve les paso la referencia de la opinión de la Asociación de la Prensa que presido.