Por las carreteras españolas circulan más de 30 millones de vehículos, el doble que veinte años atrás. El número de víctimas por accidentes de tráfico se ha reducido a menos de la mitad en ese período, de más de seis mil muertos a finales de los años ochenta (6.100 en 1989, el año más funesto desde el punto de vista estadístico) a menos de tres mil el pasado año. Con el doble de coches la mitad de víctimas mortales, no parece una corrección poco relevante.
Estos días, semana santa, se produce una movilización importante de vehículos y viajeros, algunos con poca pericia y también con prisas arriesgadas. Durante los cuatro años anteriores la cifra de muertos en accidentes de tráfico superó el centenar durante estos díez días. Aunque las cifras anuales registran caídas apreciables de la siniestralidad: de más de 3.500 vidas perdidas el año 2004 a menos de 2.750 el 2007, el período de Semana Santa fue ajeno a ese deseable fenómeno.
Bajar de cien muertes en las carreteras en el período que va del fin de semana pasado al martes de pascua parece objetivo encomiable, al servicio del cual merece la pena aportar recursos y habilidades. Criticar a los responsables de Tráfico forma parte del ritual, como enseñar a los entrenadores de los equipos de fútbol como deben alinear a sus jugadores. Sobran los especialistas de boquilla que lo arreglarían con dos de pipas.
Bajar de cien estos días es un buen objetivo, como lo ha sido bajar de cien accidentes mortales al año por cada millón de vehículos registrados. El pasado año ese índice fue de 92, veinte años atrás andaba por 400. A esa mejora han contribuido varios factores, es un fenómeno multicausal, como tantos otros. Significa que las cifras españolas encajan con la media europea, una cierta normalización, que no debería desalentar los esfuerzos para que las cifras sigan cayendo.
¿Podríamos concluir que las políticas de Tráfico durante estos últimos veinte años no han sido equivocadas?
Más autovías, mejora general de las carreteras, desaparición o, al menos, conveniente señalización de puntos negros, incremento de elementos de seguridad en los vehículos, las ITVs, mayor vigilancia y mayor concienciación (educación) respecto al peligro del alcohol al volante sobre todo entre los jóvenes (también ayuda la ausencia de lluvias).Pero los radares en autovías, los mensajes culpabilizantes de la DGT dirigidos casi siempre al conductor equivocado, señalizaciones y limitaciones muy poco realistas que acaba por no respetar ni el vehículo de Tráfico, eso en realidad ayuda poco o nada a la reducción de las cifras de muertos.Saludos,
18 marzo 2008 | 10:42
Lo que hace falta es más tren. El AVE ha llegado el año pasado a mi ciudad, Valladolid. Es caro, aun con sus descuentos. Y aun así, se llena.Aplíquense el cuento. Amplien el servicio, y abarátenlo un poco, ya verán qué pronto se empiezan a vaciar las carreteras.
18 marzo 2008 | 15:38
Falta mencionar algo importante: La asistencia urgente. En otros países está mucho más desarrollada (en parte porque la densidad de población es mayor) lo que permite que, a igualdad de condiciones (vías, parque automovilístico…) tengan mejores cifras. Es el caso de Reino Unido, Alemania… con compromisos de tiempos de respuesta muy breves.En general, estoy de acuerdo con que la DGT mal del todo no lo ha hecho, pero es evidente que, o no tiene competencias suficientes, o no se atreve, o no le hacen caso. Hay muchísimo por hacer, y varios ministerios involucrados: Interior, Fomento, Consumo, Industria…Obligar a equipar a los vehículos (incluso camiones y autocares) con medidas de seguridad probadas (Airbags, ESP…) evitarían muchas muertes.
18 marzo 2008 | 18:02
Bajar de cien , si , pero de 100 km/hora.
18 marzo 2008 | 20:13
Todas las recomendaciones y consejos que nos da la DGT, no sirve para nada, y no es que sean nefastas, sino que el hombre pronto olvida; cuando se sienta delante de un volante, cambia la personalidad y se convierte en un ser agresivo y «olvidadizo».Yo, sugeriría a la DGT que redujera a la mitad la flota de coches en las carreteras; una drástica medida que reduciría un 50% el número de accidentes… ¿que cómo?: reduciendo que un día solo puedan sacar el coche los días pares y que coincidiese con la matrícula terminada en par y los nones con matriculación nones; los ceros se consideran pares. Es drástico, lo sé, pero no es mejor esta medida que perder vidas?
25 marzo 2008 | 13:39