Todos los medios, con desigual entusiasmo o esmero, felicitan hoy al Príncipe de Asturias, o a Felipe Borbón Grecia, por su 40 cumpleaños. Un heredero «cuarentón» y un Rey «setentón», ambos con buena salud y plenas facultades, tiene la lectura que cada cual quiera hacer sobre la fortaleza interna de esa casa.
El elogio a las personas de esa familia (o la crítica, que de todo hay) tiene el riesgo de la oficiosidad, de parecer pelotería almibarada. Ni ellos, ni su corto entorno inmediato, han propiciado esa corriente a pesar de que no faltan voluntarios para ello. El Rey ha buscado respeto y ha tratado de respetar; supo soportar desde primera hora y ha tratado de no tropezar, lo cual no es sencillo, porque los riesgos son muchos. Por sace muy buena nota en las encuestas.
El príncipe Felipe ha cubierto un largo período de aprendizaje con más que razonable éxito. Comparado con quienes pueden parecersele, estaría entre los primeros. Quienes le conocen por diversas circunstancias y caminos, hablan bien de él sin necesidad o protocolo.
Las pocas ocasiones que he tenido de estar con él he notado que es una persona preparada y bien informada (sin hacer ostentación), cauteloso y aconstumbrado a escuchar, estudioso de los temas, menos ocurrente o simpático que su padre, pero quizá más seguro, más en los detalles. He apreciado que se conoce el quien es quien de la política internacional (y supongo que de la nacional), especialemnte la americana, al dedillo y con mucho detalle. Y tamién he notado que es considerado con sus interlocutores, nada desdeñoso, atento para agradar.
Saldrá alguno de nuestro amigos republicanos de sentimiento a decir que ya está bien de borbones, pero en favor de los actuales hay que decir que saben la historia de España, sus erores y aciertos y que se han abonado a los segundos más que a los primeros.
En mi opinión Felipe Borbón Grecia, príncipe de Asturias, heredero constitucional del Reino de España, bien merece una sincera y cordial felicitación de cumpleaños.
Felicidades.
30 noviembre -0001 | 00:00
FELICIDADES
30 noviembre -0001 | 00:00
felipe será guapo, listo, considerado, culto,etc,etc,etc;bueno, y qué?ya está todo arreglado, sr Urbaneja?
30 noviembre -0001 | 00:00
Que empalago de familia real por aquí y por allá, a todas horas. Que si cumplen años, que si se casan, que si tienen hijos, que si se separan, que qué cara se le queda al separado de lujo……..Claramente tanto peloteo mediático solo trata de ocultar la realidad. A la mayoría de la poblacion no nos interesa lo más minimo esta corte de opereta, como se puso de manifiesto en la «boda de estado» a la que no concurrió casi nadie por mucho que la promocionaran y se gastaran el dinero de los contribuyentes en poner decoración de opereta por Madrid.
30 noviembre -0001 | 00:00
Con respecto a la figura del príncipe Felipe, más allá de los meros actos protocolarios obvios no demasiado difíciles de llevar a cabo: como leer discursos, asistir a Funerales, inagurar centros, hacer visitas institucionales, entregar premios, etc., lo cierto es que no se percibe en él lo que podríamos calificar de líder carismático, un futuro Jefe del Estado con cierta talla moral e intelectual (al estilo de un Sagasta, Alcalá-Zamora, Manuel Azaña, Indalecio Prieto o ahora mismo un Sarkozy ) y con dotes de persuasión y liderazgo, con prestigio internacional.Me temo que, el próximo Rey de España, será un Jefe del Estado anodido, sin una personalidad atractiva, sin los grandes vicios o defectos de su augusto padre Juan Carlos I, pero tampoco con ninguna de sus supuestas virtudes y, desde luego, sin nada que aportar a la sociedad española.La ociosidad pija de los actuales príncipes herederos de Europa nacidos en la opulencia y sin ningún trono que conquistar (como sí tuvo que hacer don Juan Carlos, por pura supervivencia de la dinastía) ha dado como resultado un tipo de caprichosos pijos «playboys» en cuanto a los privilegios y reticentes en cuanto a los deberes: así pudo demostrarse ante la polémica ausencia del príncipe Felipe en el día del Desfile de las Fuerzas Armadas -en octubre de 2003- cuando haciéndole un pulso a su padre, decidió el «preparado» irse a Nueva York con su entonces prometida Letizia y no asistir a sus obligaciones oficiales, amenazando que tal era su decisión: o aceptaban a su novia o dejaba de cumplir sus compromisos (poniéndolos a todos en terrible dilema ) o cuando a los pocos días del más cruel y despiadado atentado sufrido por España, 11M, la pareja principesca decidió marcharse en secreto de guateques a Las Bahamas, sin suspender tampoco fiestas ni bailes, con una España anímicamente destrozada como para aceptar y perdonar juergas reales lejanas e inoportunas, sin respeto a nuestros muertos ni al país.Muy esclarecedor y valiente fue el artículo «La lealtad» publicado en La Razón del nada sospechoso Alfonso Ussía, afeándole la conducta al principesco personaje, por ese lamentable viaje.Mientras la sociedad española siga adormecida con las gracietas del «Por qué no te callas», y las ridículas e insufrible hagiografías televisivas dedicadas a sobrevalorar la nada interesante vida de Felipe de Borbón, el príncipe profesional dormirá tranquilo pensando que tiene el puesto asegurado y sus privilegios garantizados, porque los poderes del Estado protegen la «Corona» y a sus integrantes, cual delicada planta de invernadero, sin tan siquiera someterla a exigencias éticas.Es el déficit de una Democracia que se ha impuesto a sí misma una excepción en las reglas del Estado de Derecho, con la agravante que se privilegia a una Familia intocable en lo penal y en lo fiscal y cuya ejemplaridad ética no siempre es la que dicen las versiones oficiales.Estoy convencida que hay miles de españoles (hombres y mujeres) muchísimos más capaces y con mayor sentido de la responsabilidad y ejemplaridad para ocupar la Jefatura del Estado que don Felipe de Borbón y Grecia.Por favor, «las campañas pro Felipistas-monárquicas», deberían trabajarse con más inteligencia e imaginación, y no tomar a la gente por estúpida. Por ejemplo, me hago ciertas reflexiones: ¿por qué se repite la única entrevista televisada y muy poco espontánea del príncipe, cuando ya ha transcurrido ¡más de 10 años!?… a lo peor, es que no tiene nada más que decir, amén de las tópicas y manidas frases, y cómo se nota que se las sabe de memoria; o ¿por qué el Borbón habla y emplea el mismo léxico que en sus discursos tan solemnes?, ¿por qué esa imagen de tan escasa naturalidad?, ¿por qué Casa Real envían fotos donde Felipe y Letizia quieren representar la imagen de una Familia media, cuándo es evidente que no lo son?, ¿será por esta razón por lo que siempre aparecen fotos de la familia principesca como ocultados en una sala oscura y arrinconados, con cortinajes espesos e iluminación débil?, ¿quizás para que no se vea el lujo que respira el Palacio?, ¿y por qué siempre ponen un pequeño fragmento de los magníficos jardines de Zarzuela?, etc,etc.,En fín la cínica e ingenua manía de querernos retratar a la Familia Real para que parezca sobria, natural y austera sin serlos para nada, me parece francamente infantil.Esperemos que el príncipe Felipe «hombre de su tiempo» presione para que las cuentas reales sean limpias y estén sometidas a control fiscal y al conocimiento de la ciudadanía, y permita la creación de leyes que pongan fín a tanta opacidad y se terminen tantos privilegios penales, económicos, así como la regulación de donaciones lujosísimas sin control y que resultan brutalmente insultantes para tantos españoles que lo pasan mal. Entonces sí me creeré que la Monarquía se ha modernizado; la Corona no es, ni mucho menos, más democrática porque don Felipe de Borbón se haya casado con una mujer sencilla y corriente, eso es simple vulgarización de la monarquía, nunca modernización.En fín, encuentro muy peligroso la sobrevaloración de figuras tan poco democráticas, sometidas a muy escasas críticas y a ninguna exigencia ética, por la falta de control parlamentario, de su propia inviolabilidad y la falta de responsabilidad a todos los niveles, y ese culto a la personalidad del jefe del estado o de sucesor alimentado constantemente por los poderes estatales y medios de comunicación es francamente lamentable, en un país Democrático y en un Estado de Derecho.Saludos.
30 enero 2008 | 10:09
Bueno. Demuestra Vd que es un fiel ejemplo de la prensa a la que representa, Sr Urbaneja.El espíritu crítico, el inconformismo frente al poder y demás lo dejamos para los libros de teoría periodística, supongo.
30 enero 2008 | 10:35
Yo tenia pensado escribir algo sobre la monarquia y sus «monarquicos» fijos y allegados, pero despues de leer lo que dice María José, la verdad es que muy poco mas se pùede añadir, la felicito y me adhiero, a su comentario.
30 enero 2008 | 11:22
Se suele decir que le debemos la democracia a Juan Carlos Borbón Borbón. En primer lugar hay que decir que eso es al menos discutible. ¿Alguien cree en serio que actualmente España no sería una democracia si Juan Carlos Borbón Borbón hubiese intentado mantener la dictadura heredada de Franco? ¿los poderes financieros y económicos de este país lo hubiesen permitido? Es evidente que no, y el que más tenía que perder de intentar mantener el sistema dictatorial que le puso en el trono era el propio Juan Carlos Borbón Borbón. Y esto vale para la transición y para el golpe de estado del 23 F.En todo caso suponiendo que se lo debamos, nadie cree actualmente que debamos mantener económicamente a los hijos de Felipe González o a los hijos de Adolfo Suárez por el hecho de que fueran protagonistas activos de la transición. Esos mismos progresistas que se declaran ahora monárquicos estaban encantados de echar a Adolfo Suárez Illana de la política cuando el PP intentó mandarle de presidente de Castilla la Mancha. ¿Porqué no vale eso para Felipe Borbón Grecia?¡Salud y República!
30 enero 2008 | 11:45
Pues nada… la familia Real Española es más apreciada fuera de España que ahí.. pergunta-lhe a un niño português quien es el Rey de España y Letizia y El Principe … Zapatero ? quien ???Mucha salud al Rey de Espãna!!!!PARABÉNS al Principe
30 enero 2008 | 13:42
Sí, pero la realeza es muy conocida gracias a la difusión de las revistas del corazón y de sus numerosos seguidores ávidos de cotilleos, porque quién no conoce a los de Mónaco: Carolina, Alberto, Estefanía, a los de Bélgica, a la Mette Mary, a Camila, a los de Dinamarca, a Leti, a Eva Sannum, a la Sartorius…¿Apreciados?, sí claro como cuando vino a España la princesa Mette Mary y el emperador de Japón a la boda real, fueron sin duda los más aplaudidos, ¿Y qué? Se debe al poder mediático que vende ilusiones por las vidas inalcanzables que transmiten estos de la realeza.A los presidentes y ministros de esos países, ¿cuánta gente sabría nombrarlos?. Ah….
30 enero 2008 | 14:15
Felicidades al Príncipe Felipe!!por sus 40 años bien cumplidos por que está guapisimo.
30 enero 2008 | 15:13
Creo que sería positivo pasar el corrector antes de publicar un artículo.
30 enero 2008 | 18:04
«El amigo leal de un Príncipe es el que le dice la verdad, el que le hace partícipe de lo que la calle opina, el que le recomienda discreciones y cautelas, el que se opone a que el Príncipe protagonice episodios que hieren su imagen, y lo que es más grave, la imagen de La Corona. Formar parte del círculo de amistades del Príncipe de Asturias es más una carga que un provecho, y mucho me temo que sus amigos todavía no se han enterado de esa circunstancia. Este último, y reciente viaje [al Caribe tras el 11M] ha sido un desastre, aunque todos, El Príncipe, su novia y sus amigos se lo hayan pasado muy bien. España no está anímicamente equilibrada para aceptar este tipo de guateques lejanos e inoportunos. Los que le han acompañado, los que no le han desaconsejado el viaje, los que han disfrutado de lo que no tenían que disfrutar, no son amigos. Son Mamporreros, cortesanos de nuevo cuño, arribistas obsesivos, enemigos profundos de la lealtad, eso que tanto duele y eso que tanto cuesta mantener.Sea el Príncipe prudente y sepa rodearse. Los afectos son riqueza anímica de cada persona, pero en el caso del Príncipe de Asturias, los amigos pasan a ser un problema de Estado. Basta ya de pandilla de pijos. El Príncipe sabe que los privilegios están sometidos a los cumplimientos. No es uno más. Cada aparición pública de una persona Real es un examen. No por aprobar una asignatura con sobresaliente tiene aseguradas las siguientes oposiciones. Tome el ejemplo de su abuelo y siga a rajatabla los de sus padres. Procure ser más popular y simpático. Los Reyes son distancia, pero también pueblo. Rechace invitaciones interesadas y nada comprometidas con su formación. Para eso están los verdaderos amigos, que no son los que le incitan a tomar decisiones desafortunadas en beneficio propio, que no del Príncipe. Y entérese del mote que usan los íntimos mamporreros para referirse a su novia.Nada de eso tiene que ver con la lealtad. Con todo mi respeto».(Extracto del artículo: «La lealtad» de Alfonso Ussía publicado en el periódico La Razón.- 16 de Abril de 2.004).Que el príncipe siga los consejos y haga caso de los monárquicos de convicción y de los de toda la vida, y se deje de amistades con niños de papá y de millonarios pijos, de los que tanto gusta rodearse y que ofrece tan mala imagen para su demasiada encorsetada figura, y que resulta irritante y demoledor para una numerosa clase media cada vez más empobrecida y que va perdiendo poder adquisitivo con el paso de los años. Los auténticos monárquicos, al estilo Alfonso Ussía y demás aristocráticos y los grandes de España, serán los que en el exilio los apoyarán y los mantendrán, como pasó con los Condes de Barcelona, y desconfíe mucho de tanto halago interesado y hagiografías aduladoras que les dedican continuamente a su persona y a la Familia, cuidadito con los pseudo- intelectuales o periodistas de izquierdas de salón o con la llamada progresía juancarlista, y recuerde esta frase de Nicolás Maquiavelo que he leido recientemente:»No son los títulos los que hacen ilustres a los hombres, sino los hombres a los títulos».Buenas tardes.
30 enero 2008 | 20:09
Que yo sepa cuando yo cumplo años el principe a mi no me felicita …. y tampoco me hace regalos .. nosotros a el si, aunque no queramos .. como para encima andar felicitandole
31 enero 2008 | 11:56
FELICIDADES? POR VIVIR DEL CUENTO MANTENIDO POR TODOS LOS ESPAÑOLES MIENTRAS QUE NOS LA VEMOS Y DESEAMOS PARA SOBREVIVIR CON SUELDOS MISERABLES?.MALTEFOLLEN Y NO TE PAGEN, `PANDA DE VIVIDORES.VIVA LA REPUBLICA
31 enero 2008 | 14:23
Me parece increible, penoso y lamentable que en pleno siglo XXI habite en este mundo y aun mas en «nuestro pais» supuestamente primer mundista la palabra MONARQUIA.No viví la guerra civil, el franquismo o la transición. Pero creo que si alguna vez estubimos en deuda con la «familia real» hace tiempo que fué mas que saldada.No comprendo como personas obreras que no llegan a final de mes se alegran de enriquecer con sus pocos ingresos a esta panda de aprovechados.Menos mal que vivimos en una democracia EH!Ah! Mi cumpleaños es el 8 de mayo. NO soy prinpice pero almenos pago impuestos con mi propio sudor.
31 enero 2008 | 14:47
FELIPE de BORBON no te avergüenza vivir del cuento a tus 40 año?. Lástima que comentarios como los que hay en este blog no llegue a tus oidos porque sólo te dicen lo que quieres oir. Asi estaias todos de prepotentes !Miren de Bilbao
31 enero 2008 | 20:07
Felicitar a éste personaje que cumple 40 tacos sin haber dado todavia un palo al agua?…..Peroestamos locos ó qué!! PRIMERO QUE PASEN POR LAS URNAS.Yo también quiero ocupar el puesto de mi padre en la Muntinacional que trabaja el día que se muera, pero por desgracia no puede ser….MONARQUIA EN MI NOMBRE ¡¡¡NO!!!¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡REFERENDUN YA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Ya les vale a los periodistas PELOTAS Y CORTESANOS.
04 febrero 2008 | 12:35
El chaparrón que cayó tan a lo bestia en la boda real parecía un castigo divino del más allá, un rayo vengador de Zeus desde el Olimpo, las lágrimas de los muertos del 11-M,… por la maldad de los principitos juerguistas y frivolones.
04 febrero 2008 | 14:01