El IPC de noviembre se ha puesto caro, el 4,1% de tasa interanual ha levantado alarmas y ha inducido varias tonterías. Por ejemplo el alcalde Salamanca se excusa en el IPC, culpa a Zapatero de su escalada, y justifica la subida desmedida de impuestos municipales y tarifas de transporte urbano. Y se queda tan ancho. El nº 2 de Agricultura, decepcionado por el precio de los cereales, y como consecuencia del pollo, recomienda comer conejo, que es más barato. ¿En que pensaba este buen hombre con semejante tontería? ¿Qué efectos tendría en los precios del conejo un aumento sensible de la demanda? ¿Imagina que cambias costumbres y gustos tan súbito en una economía moderna? ¿Habrá meditado el susodicho en las razones por las que se encarecen los cereales?
Y persona tan templada y experimentada como Pedro Solbes se desliza por la misma senda del esperpento y alerta sobre los peligros de animar la inflación con las propinas en las cafeterías, en el cafetito matutino. ¿Cuándo se habrá pasado por una cafetería Solbes, que no se bajó del coche oficial en los últimos treinta años? Lo dijo como político por accidente, ya que él se sienmte un alto funcionario diligente y leal.
Para entender mejor los caminos del IPC les recomiendo los análisis del Instituto Flores de Lemus de la universidad Carlos III de Madrid. Los pronósticos de este Instituto estiman que el IPC irá desciendo a lo largo del 2008 para situarse a finales de año en la banda 2/2,5%. Estiman una media del 2,8% para el 2007 (que ya es un dato) y del 3,6% y 2,5% para el 2008 y 2009 (una estimación).
Habría que concluir con una recomendación de serenidad en cuanto al nivel de precios, pero no faltarán los agoreros abonados a la catástrofe inminente.