"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

Archivo de septiembre, 2007

El soso Brown, no lo es tanto

Por eso de la democracia y los votos se han producido relevos recientes entre los jefes de gobierno de los grandes países europeos. Merkel, Brown, Sarkosy, son los nuevos mandamases de esos países, miembros todos del G7 y con recorrido para unos cuantos años. Cada uno de ellos llega con nuevos proyectos, con rectificaciones de la política de sus antecesores.

A la señora Merkel, poco mediática, la toca recuperar el pulso alemán, sacar el país de la recesión y cerrar el complejo proceso de reunificación. Y hacerlo con un gobierno de gran coalición. Sin ruido, sin espectacularidad, sin arrollar, va consiguiendo.

Al mediático Sarkosy le toca sacudir Francia de su modorra, proponer nuevos objetivos y evitar el estancamiento. Por ahora hay más ruido que nueces, goza de confianza y propone esperanza, pero parece un gallo sin cabeza, va a todo lo que se mueve, habla al tiempo que piensa y los resultados están por ver, de momento la economía francesa este año va para atrás. No será su culpa, pero si es su prueba.

El británico (escocés) Gordon Brown sustituyó a un agitado Blauir con el horizonte de perder las próximas elecciones y ceder el mando a los conservadores que han fracasado en las tres últimas elecciones y han quemado tres líderes de cuyo nombre no puedo acordarme. Brown parecía un soso, un triste, administrador de la herencia menguante de Blair. Pero viene demostrando un modelo de liderazgo que ha devuelto a los laboristas la cabeza en los sondeos electorales. Brown tiene plazo para disolver el Parlamento hasta el 2010, peor es probable que convoque el 2008 y que gane. Ayer hizo lo que no puede hacer su adversario conservador: recibir y atender a la señora Thatcher, la líder conservadora que cambió su país y si sociedad. ¿Se imaginan a un presidente socialista recibiendo con honores a Fraga o incluso a Aznar, cuando en su partido no quieran verles cerca?

A Imaz… puente de plata

El elogio en vida, más aun en vida activa, es infrecuente, siempre aparece un pero que lo estropea todo. Hay que morirse, despedirse, retirarse para que aparezcan los buenos recuerdos, incluso el cariño y hasta la admiración. Se cumple el viejo principio de que a enemigo que huye puente de plata. Y no falta también, al fondo, esa vieja manía de que cualquier situación tiende a empeorar, que el cambio suele ser para ir a peor; una especie de pesimismo crónico, impreso en la naturalaza humana, asombrada de sus propios éxitos.

Viene a cuento esto de la decisión del presidente del PNV, José Jon Imaz de abandonar la política una vez que concluya su actual mandato, a fin de año. Todos coinciden en que se trata de un político joven y bien educado, un político elegante, infrecuente en estos tiempos y en este país. Los elogios han sido mayores fuera de su partido que en su seno, más allá del País Vasco que en esa comunidad. Tampoco es raro ese fenómeno, se convence más a los de fuera, a los ajenos, que a los propios.

Imaz, como Zapatero, es rara avis, un tipo de partido, del partido, pero que no parecen personajes típicos del aparato. Los dos se afiliaron a sus respectivos partidos de adolescentes, hicieron mili en las juventudes y se apuntaron pronto a puestos ejecutivos, sin aparecer como personajes de la fontanería. Los dos ganaron unas elecciones por muy poco y casi contra pronóstico, contra la opinión de los salientes.

Por el silencio del PNV y de la carta de despedida de Imaz no es fácil extraer hipótesis de futuro. Un dato es que la ponencia política-estratégica aprobada por todas las familias del PNV induce a pensar que el sucesor de Imaz no saldrá de una confrontación electoral a fin de año sino de un consenso previo. Es muy probable que la dimisión contribuya a ello. De manera que para valorar la dimisión hay que esperar a verificar quien es el sustituto y a quien postula el PNV como candidato a presidente del gobierno vasco.

La política pierde a una persona educada, elegante y con ideas. No sabemos si gana algo. No parece.

Siniestros laborales…y pena de cárcel

Por múltiples razones los accidentes laborales en España son una epidemia. Una estadística de divergencia que esconde dramas que no tienen precio. La explicación de que los culpables son unos empresarios sin escrúpulos que contratan mal, barato y sin cuidado por la vida y la integridad de los trabajadores no es suficiente. Es un factor pero hay más factores.

Desde la legislación, cuantos saben de esto dicen que las normas legales en vigor en España están al día, son severas y claras. La deficiencia puede estar en su aplicación, en la difusión, no en el diseño. Hay normas. Y en cuanto a la aplicación por fiscales y jueces, hay pruebas de que no lo toman a la ligera, la aplicación se hace con rigor, con dureza, incluso con exceso en algunos casos.

Esta semana se ha producido un caso en Cádiz que ha concluido con un accidente mortal y con la imputación con prisión provisional de dos empresarios de la construcción que tenían trabajando a una persona sin contrato laboral, dicen que llevaba dos semanas a prueba; pero a prueba sin contrato a prueba.

Es probable que aun con contrato a prueba (o fijo) el accidente se hubiera podido producir, pero el incumplimiento de una normativa laboral produce responsabilidad adicional en el accidente con consecuencias penales.

Un caso que revela el riesgo penal en el que incurre quien no cumple la normativa laboral, quien contrata mal. Lo penal al servicio de lo legal. Palo duro, para hacer frente a una siniestralidad desmedida.

Aguafiestas Solbes

El vicepresidente Solbes no está dispuesto a que le tomen el pelo y se le suban a las barbas los ministros inferiores, que hacen ofertas de gasto público insuficientemente estudiadas o escasamente bendecidas por la superioridad. Le ha pasado con la ministra Chacón, la nueva de Vivienda, y ahora con Bernat Soria, el nuevo de Sanidad. No pasó con el cheque maternal aunque el asuntó, que llegó insuficientemente estudiado, pero con un el presidente del Gobierno como promotor, y cuando el patrón decide, los subalternos aceptan o dimiten.

Solbes es, como cualquier ministro de Hacienda que se precie, el guardián de la caja, el administrador que repite que no hay efectivo, que no se puede gastar sin causa justificada o sin orden superior. El destino natural de los ministros de Hacienda es la dimisión o dejar hacer. La barrera entre ambas decisiones es tenue, no puede pretender ganar siempre pero si debe fijar una raya que no esté dispuesto a pasar.

Repasando la historia de los diez últimos presidentes de la comisión delegada d Asuntos Económicos, desde Fuentes a Solbes, tenemos tres que presentaron la dimisión por discrepancias con el jefe (Fuentes, Abril y Boyer) en todos los casos tenían razón. Calvo Sotelo y García Díez apenas completaron mandato. Solchaga se acomodó en cada momento pensando más en durar y llegar a sucesor que en hacer lo que debía. Solbes y Rato resistieron las presiones de los gastadores porque contaron con el apoyo del jefes, otorgado más por necesidad que por complicidad, sin que falten celos y distancias. A la postre un gobierno es siempre la coalición de todos sus componentes contra el ministro de Hacienda, que no puede ser simpático.

Gobernar es gastar, pero para gobernar bien hay que gastar con fuste y no por ocurrencia. A Solbes le toca sumar y poner pegas a las ocurrencias. Sus observaciones suelen ser juiciosas y encajadas con la teoría económica disponible. Los incentivos, los subsidios, los estímulos suelen tener efectos y consecuencias buscadas y no buscadas y, muchas veces los ministros no ven más allá de lo inmediato, de lo aparente.

El ministro de Sanidad que apenas tiene competencias y menos presupuesto, ha hecho ya varias ofertas de gasto sin partida de la que tirar. Suena bien lo que ofrece pero va flojo de capacidad para cumplirlo. Dice bien su antecesora cuando apunta que antes de proponer hay que buscar las alianzas necesarias para hacerlo posible. Así que Solbes es un aguafiestas de los lengua larga, de los que ofrecen sin mirar si tienen almacén.

Rajoy puede ganar

Los políticos están definitivamente de elecciones, casi siempre están de elecciones, pero ahora más. ¡Seis meses de campaña intensa y constante!, sospecho que sólo pueden aguantar semejante rociada los que viven de ello, los que cobran por ello Los demás tendremos que tomarlo con moderación, como los alimentos fuertes, una vez a la semana.

Rajoy relanzó, una vez más, su candidatura con un mensaje claro: “sólo cuenta ganar”, y un recado implícito a sus cofrades: basta de enredos, ya está bien con la que habéis montado este verano. Y no le falta razón, si no gusta como candidato, si tiene cara de perdedor, si no tira en las encuestas… que le cambian; pero si le apoyan con cerrada unanimidad (Acebes preguntó ayer si alguien guardaba el voto y se hizo un silencio sonoro) hay que demostrarlo cerrando filas. El calendario y la agenda jugó una mala pasada ya que la cita de Esperanza Aguirre con Zapatero competía en los noticiarios con la foto de Rajoy. Había más poder efectivo en Moncloa que en Génova.

El estado de opinión más extendido es que Zapatero volverá a ganar. Y ese es quizá uno de los problemas para los socialistas, que para ganar necesitan movilizar su electorado. Así fue en marzo del 2004 y no tanto el pasado marzo en las elecciones municipales que dieron un empate que a los populares les supo a victoria y a los socialistas a derrota.

Para Zapatero los electores catalanes y andaluces son decisivos, los que marcan la diferencia. En la actual legislatura los socialistas aventajan a los populares en quince escaños en cada una de esas comunidades: 38 frente a 23 en Andalucía y 21 frente a 6 en Cataluña. Esos treinta escaños (que eran diez en la legislatura anterior, la de la mayoría absoluta de Aznar) cuentan entre los problemáticos, los que se dirimen por unos miles de votos que tienen mucho que ver con la participación.

La corriente dominante es que Zapatero volverá a ganar, pero cuatro años atrás era al revés. Hasta el rabo todo es toro.

¿Oasis o recesión?

Zaplana dice que vamos a la recesión, mientras que su contraparte socialista ve un próspero horizonte, un oasis. Nada nuevo, ni fuera de guión, ninguno dice lo que piensa, si piensan. No merecen el menor caso, aunque entran de oficio (como el NODO en otros tiempos) en los telediarios, que les ceden un minuto para que se luzcan y no den lata. Minuto Zaplana, minuto López Garrido; minuto Blanco, minuto Astarloa……minutos basura, que animan a darle al mando a distancia.

Pero la cuestión de cómo va la economía es de fuste y familias y empresarios hacen su compasión de lugar, con la información disponible. Todos los que se dedican a pronosticar en materia económica coinciden en que durante este semestre y el año 2008 la economía española (y al europea) crecerán menos, la española del 4% de los últimos 18 meses caerá al 3% en los próximos. No sería una recesión, no supondría pérdida de los niveles de empleo, ni debería tener un efecto negativo en las cuentas públicas, salvo que los del gobierno pierdan los nervios y gasten como si fuera la última juerga.

El mensaje que trasmite Solbes va por cauces de cautela, tanta que saca de quicio a los suyos y a los contrarios. Estos últimos sueñan con una recesión como demostración de la perversidad de Zapatero, a un tipo tan malo la economía se le tiene que derrumbar. Mientras, la corte de Zapatero, cada día más corte, está decidida a vender optimismo y esperanza, que aquí no pasa nada… y si pasa, no importa; que basta con la estrella de ZP.

La gente responsable abomina de cenizos y crédulos para prestar atención a los que se toman en serio la situación y andan atentos a las pantallas y a sus deberes.

Botin y Zapatero se hacen cariños

Botín va a su bola, defiende sus intereses y no da pespunte sin hilo. En su día dijo que el programa económico del PP le gustaba mucho, mucho, y en las filas del partido de Aznar se retorcieron de gusto y los medios afines lo repitieron hasta la nausea. Ayer, Botín dijo que la gustaba la política económica del gobierno Zapatero y el presidente sonrió gustoso y los medios afines se refocilaron sin recato. Botín dice, simplemente, lo que piensa y lo que le conviene: que le fue bien el programa del PP y le va bien la política de los socialistas.

Desde hace tiempo sostengo que las diferencias entre que gobiernen unos u otros son pequeñas; primero porque el margen de influencia directa de los gobiernos es bajo y está repartido, diluido, y segundo porque las diferencias prácticas entre ambos son mucho menores de lo que aparentan. Se que esto irrita a quienes se sienten identificados con PP o con PSOE, pero si enfrían sus legítimas preferencia al hacer el análisis quizá lo vean de otra manera. Evidentemente que hay diferencias ideológicas e históricas y más… pero eso no es suficiente como para que sus políticas sean muy diferentes o produzcan resultados opuestos.

Algunos pretenden que Zapatero salio ayer a rectificar a Solbes. Me parece una aproximación equivocada, el presidente manda sobre el vicepresidente, pero ambos asumen distintos papeles y tienen que aguantarse. Lo que dijo Solbes el miércoles en la SER es irreprochable: hay incertidumbres económicas y es probable un enfriamiento del crecimiento. ¿Alguien se atreve a negarlo? El Gobierno lo lleva en su proyecto de Presupuestos y en su cuadro macroeconómico de referencia. Solbes habla de hechos probados y probables.

Lo que dijo al día siguiente Zapatero, sin duda que saliendo al paso de algunas interpretaciones exageradas, es que confía en la capacidad de la economía española para resistir ese empeoramiento de expectativas. El presidente alude a deseos, interpreta, proyecta… ¿tiene algo de raro esa posición?

La guinda era la presencia de un personaje como Botín, el hecho de que el presidente del gobierno visitara la peculiar sede social del Santander en Boadilla del Monte y ese trato familiar, con tuteo incluido, entre ambos, con cámaras tomando imágenes. Por cierto un tuteo innecesario que manda un mensaje confuso.

Por lo que me cuentan la visita se gestó meses atrás cuando Botín se entrevistó en Moncloa con el Presidente del gobierno en uno de esos encuentros de los que no se da referencia ni foto. Zapatero le dijo que le habían hablado de la “ciudad financiera del Santander en Boadilla” y Botín le invitó a conocerla. El momento elegido para esa visita ha tenido evidente valor político electoral. Los medios afines a los populares han tenido buen cuidado en pasar por encima de los comentarios de Botín, tanto como los otros en hacer lo contrario. Nada nuevo.

La perpetua en Francia

Parece que el sistema penal francés propicia condenas a cadena perpetua para algunos delitos, entre ellos varios de los que son acusados los últimos etarras detenidos. La relación entre delitos y penas, la influencia de un mayor coste de las condenas en la propensión a delinquir, ocupa buena parte de la literatura y del debate penal desde hace siglos. En los Estados Unidos son duros en las condenas, incluida la pena de muerte en muchos Estados de la Unión, pero no está claro que eso haya desanimado el delito. Sin embargo parece demostrado que el rigor policial y penal aplicado durante la etapa del alcalde Guiliani en Nueva York redujo apreciablemente la delincuencia en esa complicada ciudad.

El código Penal español, sucesivamente reformado para endurecer algunas penas, está entre los más benévolos del planeta, apuesta por la redención y el perdón más que por lo contrario. Los etarras lo saben, y de su propia documentación se desprende que tienen la convicción de que aunque sean detenidos y condenados no cumplirán las penas durante largo tiempo.

Quizá ahora, tras las últimas modificaciones legales, esos etarras empiezan a percibir que el panorama cambia, aunque sus estancias en prisión están lejos de la penosidad en las cárceles de democracias muy acreditadas como la británica.

La hipótesis de penas de cadena perpetua en Francia abre nuevas perspectivas. Si así ocurre el mensaje a los terroristas por parte de la justicia francesa sería muy contundente, incluso desalentador, tanto como para dinamitar ese debilitado santuario.

No es materia que se demuestre y acredite en unos días, hace falta que la posibilidad se convierta en realidad y que condenas de esa naturaleza se aplican y padezcan, que barrenben la moral y trasladen el mensaje de lo inevitable, del alto precio del delito. Puede ser un duro golpe para ETA, una muy buena noticia.

Las capacidades de ETA

Una vez que el terrorismo ha entrado en la agenda electoral y constituye uno de los asuntos de confrontación partidista la información sobre la materia hay que tomarla con pinzas, y es dificil separar la paja y el grano de lo que cuentan quienes son expertos o se las dan de expertos. Por eso es difícil sostener opiniones fundadas sobre el estado de la cuestión.

Dicen que ETA es mucho más fuerte después de la fracasada tregua. También dicen que ETA estaba muerta antes de la llegada al gobierno de los socialistas. Pero son opiniones interesadas e insuficientemente fundadas. Pueden ser tan ciertas como falsas.

Las detenciones de los últimos meses descubren nombres y personas de las que no se había escuchado nada. Quién manda y cómo en la banda terrorista es un enigma. A veces se publican presuntos organigramas que luego no se corresponden con otras informaciones posteriores.

Por eso conviene atender a los que han acreditado saber de lo que hablan. Les traigo a colación unos párrafos del artículo de Florencio Domínguez (a quien me he referido como fuente de autoridad en la materia en otras ocasiones) que publica La Vanguardia esta mañana:

“la realidad de los últimos años es que la banda se ha visto obligada a realizar un gran número de cambios, muchos de manera improvisada para hacer frente al acaso policial. ETA ha conseguido ir tirando, ganar tiempo, que no es poco, pero su posición hoy no es mejor que la que tenía hace nueve años, cuando anunció la anterior tregua y cuando comenzó a cambiar sus estructuras internas de manera sistemática…

En los últimos dos años, voces del nacionalismo vasco venían hablando de la existencia de una “nueva ETA” formada por activistas desconocidos para la policía, a salvo de infiltraciones y que daría muchos quebraderos de cabeza cuando se pusiera en marcha…

Las debilidades que revelan los problemas estructurales de ETA son motivo de esperanza, aunque no debe llevar a lanzar campanas al vuelo. La banda puede dar más de un disgusto como el 30 de diciembre en barajas o como estuvo a punto de darnos el 24 de agosto en Durango”.

Matar no es difícil si hay voluntad de hacerlo. Y estos terroristas asesinos tienen voluntad y pueden hacerlo. Así llevamos cuarenta años. Cada detención es un pasito hacia el fin, hasta la última detención y encarcelamiento.

El empleo ya no crece

Los datos de empleo de agosto no han sido buenos, de los peores de los últimos años. Algunos se lanzarán en picado a declarar la catástrofe, y endosar al gobierno la responsabilidad. Pero por lo mismo que el gobierno no puede apuntarse las medallas del excepcional comportamiento del empleo durante los últimos diez años (de 1997 a 2007 la afiliación a la Seguridad Social creció en siete millones, de 12,5 millones a 19,5, y la población ocupada, que es el mejor indicador del empleo, HIZO OTRO TANTO) tampoco ahora se puede endosar todo el demérito al gobierno, aunque este debe estar preparado para recibir más tomates que aplausos. Las malas noticias no tantos padres como las buenas.

Este agosto ha crecido el número de personas inscritas en las oficinas de empleo en busca de trabajo en 58.000, el doble que en agosto del año anterior. Y además la afiliación as la Seguridad Social, media del mes, cayó en 206.000 personas, frente a los 170.000 del año anterior.

La conclusión es evidente, los empleadores no ven crecimiento inmediato de sus negocios y no incrementan plantilla. Tendremos que esperar a noviembre para conocer en detalle los datos de la encuesta de población activa del tercer trimestre que permitirá sacar conclusiones. Pero lo que apuntan los datos de hoy es que el crecimiento del empleo ha tocado techo, lo cual se traducirá en un menor potencial de crecimiento y en menos renta disponible.

Concluir de esto que vamos e entrar en recesión es especulativo, insuficientemente fundado. Pero apuntar que los nos encaminamos hacia las tasas más bajas de crecimiento de los últimos doce años me parece muy probable. Menos incluso que la prudente previsión del gobierno para el 2008, por lo cual convendría desechar cualquier alegría presupuestaria, sería el peor remedio a la enfermedad.