Dicen quienes le conocen y tratan que se trata de un tipo majo, simpático, culto, amable… para nada el alborotado que asombra en algunas sesiones parlamentarias. Se trata del diputado Pujalte, no importa el partido, lo relevante es la persona. Seguí su intervención esta tarde en la sesión de control del gobierno, cuando acusó reiteradamente de prevaricación al vicepresidente Solbes y a algún otro que citó a medias. El acusado le respondió con pesaroso desdén y le dijo que se había superado en cuando al volumen de tonterías que suelen ser habituales en él. Solbes era descriptivo en su juicio, las intervenciones de Pujalte suelen andar sobradas de tonterías, deberían sonrojarle si es tan buena gente como dicen.
El presidente de la Cámara llamó luego la atención a Pujalte, le advirtió que el diario de la cámara reflejaba sus comentarios, que eran acusación de delitos tipificados en el código penal. Pujalte se echó atrás, se disculpó con el argumento de que no tenía ninguna intención de injuriar u ofender, que sus juicios no eran disquisiciones jurídicas, solo comentarios políticos.
Y se quedó tan pancho. La distinción entre lo jurídico y lo político parece ser que de lo primero se responde y lo segundo va de broma, folklore fatuo, irrelevante. Así se denigra la política. Este diputado debería tener un gramo de vergüenza, algún respeto a lo que representa. Las disculpas que dio son aun peor que las acusaciones que las motivaron.
Pero Fernando, ¿acaso crees que el Pujalte éste es el único que hace tal uso de la política? ¿Tú has visto en los últimos años algún asomo de aquella «ética de la polis» con la bautizaron nuestros ancestros a la correcta organización del bien común?El cáncer original con el que nació la política -la condición humana- ha degenerado ya en una metástasis que sólo permite deshauciar al paciente y pasar página. Empezando con las listas cerradas que son el primer enemigo de la supuesta democracia que esta política nuestra ensalza (por algo será). Y terminando con la España bipolar que tanto juego da para pasar de cuatro en cuatro los contados años de nuestras vidas.Te lo confirmo como muchos otros lo harán: las cosas de la política van de broma, son folklore, fatuo e irrelevante. No hace falta denigrar la política porque no se puede denigrar más. Y ni el Pujalte éste ni el 95% de todos los políticos de nuestras «democracias» tienen ni un ápice de vergüenza.
09 febrero 2006 | 11:45
Al señor Martinez Pujalte se le calienta la boca. No es de recibo. A otros muchos diputados y profesionales de la política se les calienta la boca. No es de recibo. Al señor Martinez Pujalte se le pone de vuelta y media por sus comentarios desafortunados y a otros – sobre todo si son progresistas – no se les critica de igual manera. No es de recibo.
10 febrero 2006 | 23:39
Sr. Urbaneja: Supongo que es consciente de que no me resulta posible hacer comentarios en este foro a los artículos que usted escribe. Sencillamente tengo bloqueada esta posibilidad para hacerlo desde mi ordenador. Al comprobar que en esta ocasión ( El diputado Pujalte ) sí puedo hacerlo, aprovecho para manifestar mi protesta e indignación por esta práctica amordazadora de la libertad de expresión. Si usted no es consciente de lo que ocurre en su blog , vaya enterándose y evítelo inmediatamente, permitiéndome hacer comentarios a cualquiera de sus artículos. Si no tiene independencia para evitar esta situación creo que debería abandonar el medio porque cercena la libertad y si tiene independencia y puede levantar el veto al que estoy sometido, hágalo. Además en su caso concurre su condición de Presidente de la Asociación de Prensa de Madrid, lo que le obliga moralmente de una manera especial a evitar situaciónes como ésta, máxime si sigue «aspirando a ser un periodista respetado y no alineado», como dice en el breve curruculum de esta página.Espero abandonar la condición de censurado, consciente de que dependo de la altura moral de quienes pueden hacerlo, que con sus decisiones demostrarán claramente la que tienen.Un saludo
10 febrero 2006 | 23:55
simplemente la carrera de este diputado la ha cambiado tiene la necesidad de un circo el se cree simpatico pero en cambio hay otros muchos adjetivos que yo le pondria pero me conformo con que se grabe y luego se escuche
30 marzo 2006 | 11:30