El Estatuto catalán, tan deseado por Maragall (es su pasaporte a la historia), pesa a Zapatero y a su partido que se juegan la legislatura y el poder. El Estatuto no era una aspiración de los catalanes; lo fue en la transición. Con el actual Estatuto se podían ampliar las competencias y, reformando otras leyes, establecer un modelo de financiación satisfactorio para los nacionalistas.
Pero, por mor de estrategias electorales y de dar contenido al tripartito, entró en la agenda política la reforma del Estatuto con un proyecto pródigo en ensoñaciones, aprobado con abrumadora mayoría por el Parlamento catalán. Para reconducir el exceso Zapatero se ha convertido en el patrocinador del nuevo Estatuto reformado y también del errático gobierno tripartito de Maragall.
El presidente socialista se instaló en la Moncloa hace casi dos años con la pretensión de dar contenido al Senado (una reforma constitucional) y trazar una salida al laberinto vasco y a la violencia terrorista. A mitad de camino lo que tiene es el nuevo Estatuto para Cataluña, convertido en eficaz argumento de la oposición del PP, que ha servido para devolver protagonismo a una Convergencia i Unión, que iba a menos una vez desalojada del poder. Un pacto estable con CiU puede garantizar el poder a los socialistas; sin CiU no pueden con la aventura del nuevo Estatuto. Pero también necesitan a ese socio peculiar llamado ERC.
Sin el PP el Estatuto puede tener larga vida, los 25 años que pretende Rubalcaba, pero si además se cae ERC el Estatuto se debilita. Los de ERC lo saben y aprietan y a Zapatero le toca prometer y desplegar la magia que le atribuyen. La partida sigue.
Vengo observando que últimamente se están poniendo de moda las…¿digamos ruedas de prensa?… sin cámaras ni micrófonos. Los concurrentes distribuyen un informe y tampoco hay preguntas.¿Se trata de instituir el fidelato?¿Le suena a las famosas «Papelas» de Franco?.Aquí los convocantes por parte del gobierno: http://unforgettablesolitude.blogspot.com/2006/02/astrobloga-un-g…
30 noviembre -0001 | 00:00
Sr. Urbaneja,sí he leído el preámbulo y sí he reflexionado. De hecho llevo muchos años reflexionando, no como otros que han creído descubrir Cataluña con lo del Estatut y ahora pontifican por toda España sobre como deben sentirse y vivir los catalanes en Cataluña.Mi oficio no es el de escribir, por eso antes cometí el error de introducir una frase llamativa («cerril…») que distrajo la atención de la frase más importante que iba detrás. Perdone, pero continuo viendo en su respuesta esa incapacidad que le criticaba. Por supuesto entiendo que no le guste el preámbulo. Pero parece que usted se sitúa continuamente en una posición intelectual superior a la mia y a la de los políticos catalanes. No sólo por lo de las ensoñaciones; por favor relea su escrito: me atribuye falta de reflexion, me atribuye prejuicios… y considera «lamentables» unas frases del estatut. Evidentemente usted no se situa en el contexto. El proyecto le parece «largo», como suelen criticar muchos… muchos que no entienden que en él ha sido necesario entrar contínuamente en múltiples detalles que evitaran posteriores reinterpretaciones. Porque en Cataluña ya tenemos un Estatut que era muy válido, pero fue adulterado por leyes posteriores que han llevado a la actual necesidad de cambiarlo.Usted se rie de frases que parece no entender:»ha modelado un paisaje»: si viera las viñas subiendo por las montañas siglo tras siglo entendería como el trabajo de muchas generaciones puede modelar el paisaje, en Cataluña como en Castilla. Unas bonitas frases para adornar un preámbulo no son ensoñaciones.En cuanto a lo de «ha construído un sistema de derechos y libertades», le recordaré la existencia de un derecho civil propio, pero sobre todo la capacidad de hablar y ponerse de acuerdo el 90% de los diputados, cosa que parece superar muy de largo la capacidad de la actual clase política española.Entiendo que a usted no le guste la propuesta de nuevo estatuto. Y lo entiendo porque usted nació en la meseta. Pero yo nací a la orilla del Mediterráneo. Y eso conlleva diferencias culturales más reales de lo que usted cree, por mucho que nos pongan la misma bandera por encima de nuestras cabezas. No me menosprecie por pensar diferente, sería muy «cerril» de su parte.Saludos desde la orilla.
30 noviembre -0001 | 00:00
Sr. Urbaneja,usted se tiene en muy alto concepto, por lo que veo más alto que el 90% de los catalanes, los cuales votan a políticos que piden «ensoñaciones».Esto no es ni más ni menos que una falta de respeto a los catalanes.En correpondencia, ¿me da su permiso para considerarle a partir de ahora miembro representativo de esa cerril clase intelectualoide mesetaria incapaz de ponerse en el lugar de los demás?
06 febrero 2006 | 14:04
Estoy de acuerdo con las apreciaciones del Sr. Urbaneja. Quizá la palabra que ha dedicado al Estatuto que venía desde Cataluña, «ensoñaciones», pueda parecer inadecuado, pero desde luego, dicho proyecto presentaba un contenido de máximos que el mínimo sentido común hacía prever que resultaría muy retocado después de las enmiendas que se hicieran desde Madrid. Sobre todo, teniendo en cuenta su paso por la Comisión Constitucional, ya que muchas de los contenidos de su artículado afectaban a la Constitución de 1978 y a otras leyes orgánicas del Estado, entre las que se incluían la financiación de las Comunidades Autónomas, la articulación territorial del Estado, la estructura del Poder Judicial o incluso las relaciones entre Cataluña y el resto del estado español en una relación de igualdad. Es evidente que la articulación de España como nación no puede ser reformada de forma unilateral sólo por parte de los representantes de Cataluña, por mucho que fueran el 90 %. También se ha de tener en cuenta al resto de los representantes del resto de España, que también tienen mucho que decir.Desde luego, sería deseable un consenso lo más amplio posible para la aprobación de una Ley Orgánica de tanta trascendencia como lo es el Estatuto de Cataluña. Pero lo veo bastante difícil, ya que tanto por un lado el Partido Popular, como por el otro Esquerra Republicana, romperían su propia estrategia política si ahora cedieran. De todos modos, creo que a lo mejor Esquerra se lo piensa mejor. Pero lo dudo mucho en el caso del PP, que han apostado fuerte en este embite, porque no le quedan muchos otros, y su tendencia, desde que disfrutaron de una mayoría absoluta en el Congreso, en la anterior legislatura, es la del viejo lema castellano «Sostenella y no enmendalla», y antes prefieren estar muertos (políticamente, se entiende) que ceder un ápice en sus planteamientos. Caiga quien caiga.
06 febrero 2006 | 18:44
querido jm, lamento que le moleste lo de las ensoñaciones, a mi no me molesta lo de «cerril clase mesetaria intelectualoide», a quien debe preicuparle es a usted, por la finura de la calificación. Por favor lease el preámbulo del proyecto: «Cataluña…ha modelado un paisaje,…se ha abierto siempre al intercambio generoso, ha construido un sistema de derechos y libertades… ¿No es ensoñación? sin duda es opinable. De verdad lease el largo proyecto sin prejuicios y luego reflexione….De verdad que es lamentable, por eso la reforma será profunda. Pero quizá soy un cerril mesetario equivocado. Por nacimiento soy de la meseta, ¡qué le vamos a hacer!. Salud.
06 febrero 2006 | 19:40
Con este estatuto la Generalitat se convertira en le Gran hermano de los catalanes , controlaran toda la vida de los catalanes , vease , el gran comite del audiovisual.La gran jugada ha sido ,marear la perdiz en Madrid, ahora el buen catalán tendra qu votar si al estatut,por el mero hecho de ir contra el centralismo de Madrid, nadie en Cataluña se atreve a decir que este estatut ,es una porqueria.Gran jugada para arpobar un mal estatut, intervencionista y nada democrático.
08 febrero 2006 | 20:49
Pues este estatut es un mal estatut. Lo decimos muchos en Cataluña. Zomeño, hablas de lo que no sabes.
09 febrero 2006 | 09:31