Un embarazo para una mujer con una enfermedad crónica, es una incertidumbre constante. Aunque te digan cientos de veces que generalmente el embarazo nos protege de la esclerosis múltiple, no te lo terminas de creer, tu cabeza da mil vueltas y piensas ¿de verdad qué ocurre esto? Pues sí, desaparece casi como por arte de magia. La enfermedad siempre ha ocupado un lugar destacado en mis decisiones y en mi vida, pero en este caso, pasa desapercibida, sin dar muestras directas de que está ahí aunque las secuelas te lo recuerden.