Al año de diagnóstico, tuve un pequeño bache emocional (os hablaré de esto en un post). Digamos que estaba bastante baja de ánimo y todo me parecía una auténtica mierda. Acudí a la psicóloga de la asociación para que me ayudara. Para ello, hicimos un ejercicio durante varias semanas, que quiero compartir:
Todos los días, al final de día tuve que apuntar en una hoja cuál había sido el momento más feliz del día o qué situación me había puesto contenta. Por otra parte, tenía que poner qué es lo que me había hecho enfadar o qué es lo que me había puesto más triste. En ambas opciones, tenía que poner una nota a lo que había escrito. La nota la ponía en función de lo que ese acontecimiento había repercutido en mi vida. Así tenía lo que me hacía más feliz durante el día y lo que no. Lo apunté durante meses.
Según iban pasando los días, iba repasando los anteriores. Me di cuenta de que siempre las situaciones felices tenían menos nota que las otras, y que, los momentos no-felices apuntados, eran casi siempre los mismos. No me gustó cuando me di cuenta de que valoraba más lo negativo que lo positivo. Eso me dolió, y decidí en ese momento, que nunca volvería a ocurrir. Sobretodo porque casi todo, eran referencias a lo que estaba pasando con mis amigas (expliqué mi relación con ellas en el post Friends).
Tres años después, vuelve este ejercicio a mi cabeza. Esta vez lo repaso mentalmente antes de dormirme, ¿qué es lo que más contenta te ha puesto durante el día? Casi siempre esta relacionado con el blog, los momentos de fortaleza que siento después de ir a nadar o lo bien que me siento cuando estoy con mi media naranja. También me pregunto lo contrario y la respuesta siempre es: trabajo, descanso, calambres, …
Entonces, una vez que ya sé cuáles son las situaciones que me pone no-feliz, ¿buscamos alguna solución?
Buen ejercicio, sencillo y eficaz.
27 noviembre 2012 | 20:54
A mí me sirvió para darme cuenta de muchas cosas. Además no cuesta nada hacerlo! Gracias por el comentario 🙂
28 noviembre 2012 | 10:34
Que curioso eso de ponerle nota también. Supongo que este tipo de ejercicios nos ayudan a redescubrirnos con calma.Gracias por compartirlo!
29 noviembre 2012 | 12:03
Exactamente no sé cuál es la razón, pero creo que tiene algo que ver con dar más importancia a lo positivo que a lo negativo. Espero que os sirva! Un saludo 🙂
29 noviembre 2012 | 12:40