Si las hubieses visto de niño, te hubieras lanzado a sus escalones y barandillas. ¿Hoy? También. Porque gracias al ingenio de esos creadores llamados arquitectos –por cierto, felicidades a todos, ayer fue el Día Mundial de la Arquitectura-, podemos disfrutar de obras maravillosas, construcciones recreativas, de una decoración de altura.
Coge aire y estira esos cuádriceps: vamos a dar un paseo de arriba abajo por algunos de los escalones más divertidos y admirables de la arquitectura moderna.
Vía: La voz del Muro
Unos escalones versátiles y elegantes que se transforman a dos alturas, estilizando la conexión entre ambas plantas:
Aprovechar el espacio bajo las escaleras para colocar cajoneras es una gran idea. Fíjate en lo discreto que queda y en la cantidad de cosas que caben ahí dentro:
Una sola pieza de madera para crear esta increíble escalera de caracol de auténtico cuento de hadas:
Un árbol barandilla, elementos de estética natural para asegurarte un ascenso y un descenso seguros:
Juega con los contrastes fuertes de color, los tonos flúor, los vanos aprovechables, las líneas verticales que sirven de sujeción… y conseguirás una estética tan rompedora como esta:
Una librería de ensueño entre planta y planta. Fíjate en la forma tan práctica y divertida de aprovechar el espacio en los escalones y sus aledaños:
¡Una escalera de pétalos de madera!
El tobogán para niños y mayores, para bajar elementos pesados en un periquete:
Pensar en el sol y las sombras como un elemento más de la escalera te permite labrar sus escalones buscando una decoración lumínica, cambiante, mágica:
Una escalera divertidísima, cuyos escalones forman cuestas independientes y te obligan a subirlos de una forma original:
La mínima expresión de la escalera, te exige la máxima precaución al emplearla:
Nuestra favorita: formas sinusoidales que evolucionan para convertirse en escalones a lo largo de varias fases. Pisas un escalón aquí, y lo vuelves a pisar más adelante durante la ascensión. El cristal de los pasamanos, creado con la ilusión de una pompa de jabón, remata este conjunto onírico.
Otra aplicación mínima de la escalera:
Y otro tobogán, ¿cuál te gusta más?
De nuevo, el espacio aprovechado al máximo con escalones. Nos encantan estas cabinas numeradas para ello:
Otra reinterpretación del espacio, aprovechando cada escalón como un estante independiente, e incluso derivando en una mesa en su parte más baja:
¿Verdad que dan ganas de subir todas ellas una y otra vez? Eso sí, hay unas normas a seguir si quieres conservar todos tus dientes en su sitio, evitar cicatrices en cara y cuerpo, luxaciones y roturas de hueso varias… nos estamos poniendo en lo peor, por supuesto.
Porque las escaleras son una de las zonas más peligrosas de cualquier edificio, y después de pasarlo bien mirando los peldaños más bonitos del mundo, toca ponerse serio:
Normas para no acabar en el hospital en una casa con escaleras
1. NO CORRAS
Da igual la prisa que tengas. Las escaleras son como el pasillo de boxes en una carrera de fórmula 1: aunque el campeonato dependa de ello, no superes el pasito a pasito a velocidad de abuelo un domingo antes de la siesta. Ese es el referente. Mentalízate. Abuelo. Domingo. Siesta.
2. FÍJATE BIEN
Cada paso es el más importante. Este ya pasó, ahora el siguiente. ¿Has mirado? Mira. Sigue mirando. Comprueba que la escalera está despejada, especialmente en casas con niños o con personas despistadas. Los cochecitos de juguete en escalones son el equivalente a las trampas explosivas de Stallone en Rambo. Hieren a más personas cada año que las caídas de cocos. Y si cargas con peso o cosas voluminosas, pide ayuda para que alguien te ayude o te señalice el camino y lo libere de riesgos. Contrata un sherpa. Tienen muy buena conversación y te seguirán incluso al tercero sin rechistar.
¿Quieres leer el resto de nuestros consejos de seguridad en casas y edificios con escaleras?
Si tienes niños, personas mayores, no eres Jackie Chan o, básicamente, le tienes mucho aprecio a tus dientes, deberías repasarlos… ¡AQUÍ! 😉