Sorpresa. Llega el frío. Y tú con estos pelos. Y con los radiadores desentrenados tras ocho meses sin encenderse. Estas primeras semanas de noviembre son las de la verdad para la calefacción y el aislamiento de tu hogar.
Y nosotros, que año tras año por esta época recibimos miles de llamadas para poner a punto radiadores, ventanas, puertas y demás, sabemos un rato de cómo poner a punto todos estos elementos que determinan lo a gustito que se estará en casa durante el invierno.
Por eso el próximo martes 5 de noviembre dedicaremos nuestro consultorio en directo a todas las preguntas que os surjan sobre calefacciones, radiadores, chimeneas y demás caloríferos que tengáis por casa… ¿Qué os parece, chicos? ¿Alguna pregunta?
Mientras tanto, vamos repasando CÓMO SE PURGA UN RADIADOR.
Es decir, cómo se expulsa de su circuito el aire acumulado.
Cuando un radiador encendido permanece frío, ya sea en su totalidad o solo en algunas zonas, es muy probable que necesite ser purgado. Otra señal de ello es que haga ruidos burbujeantes, como nuestra tripa a mediodía cuando hemos salido de casa sin desayunar.
Encontrarás el purgador en uno de los extremos superiores de cada radiador. Solo necesitas colocar un recipiente justo debajo (servirá un vaso) y girarlo con un destornillador plano para que comience a salir el aire sobrante. Cuando veas que el chorro de agua es limpio y continuo (sin las pedorretas del aire), ya puedes cerrar de nuevo: está listo.
Y cuidado con no abrir mucho el purgador, pues el agua saldría a chorros y todavía queda mucha liga para montarte tu propia fuente en casa.
Si la calefacción es individual, debes desconectar la caldera o el termostato al menos una hora antes para que el aire suba a la parte superior del radiador. Mientras vayamos purgando debemos ir comprobando la presión en el manómetro de la caldera (de agua o digital, según nuestro modelo). Mira en las instrucciones cuál es la presión adecuada, entre uno y dos bares.
Hay purgadores automáticos que, teóricamente, nos ahorran este trabajo. Pero suelen gotear con mayor frecuencia, y debemos cuidar de que no queden abiertos por un mal funcionamiento y nos inunden la habitación.
¡Ya lo ves! Purgar un radiador es de las cosas más sencillas que se tienen que hacer en casa… ¡pero se tienen que hacer! Y muchas veces el problema es más la falta de atención a este elemento básico de nuestro bienestar.
Truco: tócalo a lo largo del invierno. Escúchalo. Siente su acción. Si está frío, hace ruido o no calienta, ha llegado el momento de buscar el destornillador y un vaso. ¡Así de fácil!
Y si tienes cualquier otra duda sobre calefacción y aislamiento de tu hogar, recuerda que el próximo martes 5 de noviembre te invitamos a desdudarte con nosotros en nuestro consultorio en directo.
¡Deja aquí tu pregunta y los profesionales de hogar te responderemos con pelos y señales! 😉
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