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Las tendencias mueven el mundo de la decoración, y hacen que puedas clasificar casi cualquier hogar que pisas a partir de los elementos que lo componen: muebles, materiales, colores, iluminación…

A continuación hacemos un repaso rápido a los principales rasgos de los estilos decorativos que triunfan en casi todo el mundo, para que sepas cómo darle ese toque a tu casa, cómo combinar objetos, o distribuir elementos persiguiendo uno u otro ambiente.

Y si quieres aprender cómo aplicar lo último en tendencias decorativas, visita:

Especial «cómo fusionar diferentes estilos y épocas».

 

Estilo Nórdico

Ya, IKEA es sueca, claro. Pero aunque la apariencia de la mayoría de sus muebles podría encajar dentro de esta personalidad, el estilo nórdico va mucho más allá. Sobre todo en lo que a materia prima se refiere.

Porque los materiales naturales son los protagonistas absolutos en el estilo nórdico. Y por encima de todos, la madera. Aquellas con tonos claros, como el arce, el roble, el haya o el pino, suelen cubrir sus suelos –entarimados por norma general- y componer sus muebles –en su color natural o en tonos claros: blanco, mint, beige, gris suave…

El estilo escandinavo  busca la sencillez y el orden racional en el almacenaje, pero sobre todo trata de sacar todo el partido a la luz natural, algo que en el norte escasea durante gran parte del año.

Los complementos, mejor con inspiración natural. Y son bienvenidos los contrastes con colores alegres con un punto chillón, como los amarillos.

 

Estilo Rústico

Si el nórdico cabe en casi cualquier hogar, con el rústico pasa lo contrario: los mismos elementos estructurales de la casa han de invitar ya a cobrar este ambiente rural y auténtico. No es necesario vivir en la montaña o el campo, desde luego, pero tampoco tiene sentido ponernos rústicos en un piso pequeño del centro de la ciudad.

Al menos, es preferible contar con unas vigas de madera vista, paredes de piedra, una chimenea de hierro… elementos con carácter campestre que den pie a invocar el espíritu del pueblo a través de la decoración.

Es importante, para dar verosimilitud al rusticismo, que guardemos de la vista todos los elementos tecnológicos: una tele de 50” le sienta a una casa rústica como a un Cristo dos pistolas.

Incorpora sin miedo piezas artesanales para enriquecer el ambiente, maderas nobles y envejecidas, herramientas de antaño –como utensilios de labranza, por ejemplo- y todo aquello realizado en forja que puedas imaginar: desde un cabecero hasta una lámpara o un armario.

 

Estilo Industrial

Uno de nuestros favoritos y muy en boga este año: todo está a la vista en él, desde ladrillos y vigas de metal, hasta las tuberías. Con los muebles sucede igual: pueden estar en cualquier estado, mostrar grietas, golpes, abollones en el metal. Significa autenticidad, y es lo que se busca.

La industrial es una tendencia anárquica, en la que puedes mezclar sin miedo un objeto de hace 70 años y otro futurista, y muy probablemente quedará genial.

El color gris y los tonos en cobre son los protagonistas, y al venir de la Inglaterra de hace casi dos siglos, en plena Revolución Industrial, la ausencia de luz natural se le presupone. Algo que se compensa con fuertes lámparas y bombillas, que generan potentes claroscuros de noche.

Si te gusta esta tendencia y te planteas instalar fuentes lumínicas muy potentes en tu casa, revisa bien antes el estado de tu instalación eléctrica.

 

Estilo oriental

No proviene de una época, sino de una región. China y Japón son los referentes, y se pueden reinterpretar en clave de cualquiera de los otros estilos, aunque lo normal es que reine el minimalismo, el equilibrio en las formas, la horizontalidad y el orden.

Es un estilo que promueve además la calma y el relax, algo que se consigue de forma sensorial con velas e inciensos. Los tonos de madera, el blanco y el negro son fundamentales, proporcionando contrastes muy fuertes inspirados en el mismo Yin y Yang.

Los muebles lacados en tonos negros, ocres y rojos son marca de la casa. Y los púrpuras suaves, como el lila o la lavanda, suelen vestir las paredes.

En las salas de estar, los tatamis, y en los dormitorios, los futones, suponen una reminiscencia de la comodidad y la intimidad orientales.

 

Estilo Retro o Vintage

Es fácil de confundir con vestigios de otros estilos, pues los muebles que caracterizan al vintage son provenzales, la inspiración es natural (como en la tendencia rústica) y la presencia de flores y plantas en los estampados nos pueden llevar a pensar en el romántico.

La ambientación de esta tendencia nos lleva a los años 30 del siglo pasado, en los que madera y forja (pero más fina y urbanita que en el estilo rústico) nos ayudarán a reforzar un aire que podemos también promover colocando carteles promocionales de la época, que hoy en día abundan en todas las tiendas de decoración.

El auge de la Chalk Paint también forma parte de esta corriente, entra aquí para saber porqué triunfa esta pintura y cómo aplicarla en tu casa y a tus muebles.

 

Estilo Minimalista

Mies van der Rohe dirigió la Bauhaus entre1930 y 1933. Este arquitecto alemán decía que menos es más, y si te gusta el estilo minimalista, sabrás que deberás seleccionar bien cada elemento, porque aquí, al contrario que en el mundo árabe, se tiene pánico a la acumulación.

La menor cantidad posible de muebles es norma estricta, y olvídate de llenar estantes y otras superficies con objetos inútiles.

Lo mismo se aplica a los colores: parte del blanco para combinarlo con otro. Y como mucho, además, con el negro para contrastar. Punto.

La geometría, las líneas muy estilizadas, las formas que retan a la lógica y buscan el equilibrio con la menor cantidad de área posible… inspírate mirando las sillas que ideó van der Rohe, como la Mr o la Barcelona, y verás que un poco de metal asido a materiales como el cuero en su mínima expresión son la norma.

 

Estilo Clásico

Sí, parece superado, lo sé. Pero volverá muy pronto, antes de lo que imaginas. La madera y los metales nobles buscan expresar opulencia y buen gusto, así como los elementos decorativos que recuerdan la escultura clásica –materiales marmóreos y figuras escultóricas.

El cristal es otro elemento clave, así como el cuero para los tapizados, y las telas brillantes.

 

Estilo Romántico

Otro movimiento que se parece encontrarse en retirada pero que incluimos porque tiene muchos seguidores en los mundos anglosajón y afrancesado.

Puede que resulte cargante y excesivamente dulce para muchos, pero es acogedor, ya que se expresa  a través de tonos cálidos –rojos, rosas- y pasteles en general.

El papel pintado -por cierto, ¿sabes cómo se elimina el papel pintado de tus paredes?- y las flores se aplican a superficies acolchadas y abotonadas, a cortinas con mucho vuelo y a grandes lámparas de araña, además de velas.

¿Cuál es tu favorito? ¿Cuál integrarías en tu casa y en cuál no soportarías vivir?

 

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