El proyecto de hoy huele a playa.
Y es que, ya tengas la suerte de contar con una segunda residencia a orillas del mar, o ya quieras darle un toque playero a tu casa de todo el año, esta idea es genial para darle un rollo hawaiano a cualquier rincón.
Se trata de convertir unos sencillos y baratos listones de madera en señales vintage de las que se podían encontrar en las playas hace décadas… que a su vez servirán, previo reciclaje conceptual, como percheros.
Vale, quizá en Gulpiyuri –oficialmente la playa más pequeña del mundo está en Asturias, entre Llanes y Ribadesella- no se estilasen carteles de los que aparecían en Hawai Cinco-0.
Pero ahora tienes la oportunidad de decidir si quieres escribir “Boat Rentals”, “Pirate Beach”, “Chiringuito a 500m.” u “Ojo cuidao: entra Vd. en zona nudista”.
It’s up to you, artista.
Lo importante es que, ya sea para reciclar esa valla antigua, o comprando unos cuantos tableros en tu tienda de bricolaje habitual, podrás crear originales colgadores para dejar secar las toallas, colgar gafas y bañadores, gorras o lo que te de la real gana.
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El truco del almendruco
Está en hacer parecer tan reales como viejunos estos carteles.
Y esto lo conseguirás eligiendo tipografías clásicas para tus piezas, aplicando la pintura de forma desigual, ensuciándolos tras crearlos, recortándolos con formas y tamaños diferentes…
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Stencil, perfecta imperfección
Es una técnica sencilla y divertida que, bien aplicada, es casi infalible.
Lo importante es que crees con mimo y delicadeza tus plantillas tipográficas en láminas flexibles de plástico, con la ayuda de un cutter y una regla, y…
¿Cómo que no suena TAN sencillo? Está bien, si no eres así de manitas, puedes conseguir estas plantillas tipográficas en tiendas de manualidades y pasar directamente a componer tu texto sin más complicaciones.
Las claves para la técnica de stencil o plantilla son:
1. Que la plantilla esté bien sujeta y no se mueva ni un milímetro mientras pintas sobre ella. Para ello, puedes utilizar pegamento en spray y aplicarlo en la zona del plástico que se apoyará en la madera. Esto ayudará, además, a que la pintura no penetre por debajo del plástico.
2. Que la brocha esté muy seca de pintura, de forma que no chorree ni se filtre a través del troquelado. Sé paciente y ve mojando de muy poco en muy poco. Así conseguirás unos bordes bien marcados en cada letra, que es el secreto de un stencil creíble.
Todo lo que queda desde aquí está a tu elección:
– Corta puntas de flecha en algunas señales y en otras no, para darles variedad.
– Pinta fondos o déjalos con el tono natural de la madera.
– Elije los colores más playeros o más clásicos que se te ocurran.
– No necesitas colgadores de lujo. De hecho, queda mejor si usas tornillos o clavos viejos, torturados, desgastados, oxidados (ojo, limpia al menos las partes que estarán en contacto con la ropa si no quieres disgustos).
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¿Qué te parece este do it yourself? Económico, fácil, molón y muy pintón.
¿Te animas a probarlo para tu patio, jardín, terraza o piscina?
¿O prefieres comprobar estos…