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Alucina con esta animación de cómo funciona una llave (además, te enseñamos a instalarla tú mismo)

¿Te has preguntado alguna vez cuántas puertas has abierto y cerrado en toda tu vida? Yo he hecho un cálculo (muy bruto) entre mi casa, el trabajo, el coche, la moto, la cerradura del gimnasio… y me salen muchas más de 300.000. Pero nunca, nunca había visto una animación tan aclaratoria como esta.

Una cerradura de cilindro tiene un pestillo que se engancha automáticamente cuando la puerta está cerrada.

Y la única forma de desbloquearla es la que ves aquí arriba: cuando todas y cada una de las aristas de la llave encajan en su sitio. En este otro vídeo lo podéis ver con la imagen real de una cerradura, y qué sucede cuando se prueban llaves que no encajan.

¿A que es fascinante conocer cómo funciona algo que llevas usando toda la vida?

Muy bonito, sí. Pero… ¿Cómo instalo yo una en casa?

Cuando instalas una, por lo general viene acompañada por las instrucciones de montaje y una plantilla para marcar la puerta, pero si quieres saber cómo hacerlo simplemente sigue estos pasos:

1. Marca la puerta

Usando el cuerpo de la cerradura como plantilla, delimita su posición en la puerta.

2. Perfora

Consulta las instrucciones para el diámetro del agujero que tendrás que perforar. Asegúrate de perforar el agujero desde ambos lados de la puerta.

3. Inserta el cilindro

Hazlo a través de la placa frontal, y fija la placa de montaje a la parte posterior de la puerta. Fijar el cilindro a la placa de montaje con los dos tornillos largos suministrados.

4. Marca el cuerpo de la cerradura

Coloca el cuerpo de la cerradura sobre la placa de montaje y la marca alrededor del borde en la puerta. Cincela un hueco para la cerradura.

5. Coloca el cuerpo de la cerradura

Marque los orificios de los tornillos y comprueba la longitud de la barra de la cerradura. Si la barra es demasiado larga, puedes recortarla a medida con una sierra para metales. Ahora taladra los agujeros de los tornillos y monta el cuerpo de la cerradura.

6. Coloca el pestillo

Empuja la puerta hasta casi cerrarla y marca la posición de la cerradura. Coloca el pestillo contra el marco y marca donde se asienta, así como los orificios de los tornillos. Dale forma al hueco para el pestillo en el marco, y taladra los agujeros de los tornillos.

Asegúrate siempre de que mantienes perfectamente el nivel al hacer agujeros (no entran “torcidos” ni desiguales), pues de lo contrario, no se alinearán por los dos lados de la cerradura.

 

¡OJO! Todo este proceso requiere un nivel “avanzado” de manitas.

Llévalo a cabo solo si tienes una cierta experiencia con las herramientas que necesitas emplear, pues de lo contrario puedes terminar estropeando la puerta y el marco, y el intento te saldría mucho más caro que lo que ahorrarías al hacerlo tú mismo.

Recuerda que, si no tienes la pericia suficiente para llevar a cabo arreglos e instalaciones domésticas como esta, la ayuda de un profesional te será siempre mucho más rentable y segura 😉

 

 

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Ábrete Sésamo: soluciones a los 6 problemas de cerraduras más habituales

Soluciones a los problemas más habituales con cerraduras y pestillos, con Reparalia

Un día notas que te cuesta mucho más introducir la llave en la cerradura de la puerta. O que, directamente, no entra. O no gira. O tantas y tantas posibilidades de esas que te provocan de forma inmediata un sobresalto evitable, temiendo por la seguridad de tu hogar o tu acceso al mismo. A todos nos ha pasado alguna vez.

Por eso es bueno conocer qué tipo de problemas son los más habituales entre nuestras cerraduras domésticas, cuáles son sus causantes y cómo podemos solucionarlos fácilmente. ¿Te suena alguno de los siguientes?

1. CUESTA MUCHO GIRAR LA LLAVE

Comprueba la llave
Venga, vamos a empezar descartando la opción más obvia, pero ¿seguro que es la llave correcta? De acuerdo, lo es. Tal vez la puerta incluya un mecanismo combinado y necesites girar la llave al tiempo que accionas el pomo. En ese caso, prueba a mover arriba y abajo el pomo antes de abrir/cerrar, en distintos momentos cada vez para encontrar el punto de fricción ideal.

Lubrica el conjunto
Utiliza un spray de polvo de grafito que puedes encontrar en cualquier ferretería, para que engrase y facilite el mecanismo de acción.

Llama a un cerrajero
Si los métodos anteriores no funcionan, habrá llegado el momento de llamar a un cerrajero. Una llave o una cerradura deterioradas indicarán que estás necesitando reemplazar esta pieza.

Cerradura2. LA LLAVE ESTÁ ATASCADA

Tira
Con mucho cuidado y sin hacer palanca para no doblar la llave (pues de lo contrario se romperá dentro y empeorará el problema), agarra lo mejor posible su tirador y tira con fuerza –y control- hacia ti. Moverla de lado a lado con suavidad mientras haces esto te puede ayudar a extraerla. Si te resulta difícil agarrarla para sacarla, utiliza unas tenazas.

Llama a un cerrajero
Si ves que te resulta imposible extraer por tí mismo la llave, cuenta con ayuda profesional antes de que la situación se complique y puedas dañar más partes de la puerta.

3. LA LLAVE GIRA PERO NO FUNCIONA

Lo más probable en este caso es que alguno de los mecanismos internos de la cerradura se haya estropeado y falle. Aquí no hay caso –a no ser que seas un auténtico McGyver-, necesitarás llamar a un cerrajero.

4. LA LLAVE NO ENTRA

De nuevo, ¿es la llave correcta?
Sí, ríete, pero más de una vez nos hemos encontrado con amigos despistados que aseguraban estar usándola y que se sorprendían al probar con esa redonda tan parecida que está justo al lado…

Tal vez la cerradura esté helada
Calienta la llave con cuidado e insértala poco a poco en la cerradura. Repite la operación hasta que el hielo se haya derretido.

Engrasa el conjunto
Utiliza un poco de spray de polvo de grafito para ello.

Comprueba la llave
Si se trata de una copia nueva, pueden haber quedado resquicios metálicos que necesiten limarse para que funcione. Acércate a cualquier establecimiento donde hagan copias de llaves y compruébalo con ellos.

¡pestillos difíciles!5. EL PESTILLO NO FUNCIONA

Si el pasador no encaja correctamente puede haber se desalineado a base de golpes y tirones por el uso. Prueba lo siguiente:

-Aprieta los tornillos, para que el conjunto vuelva a su posición original.

-Ajusta la pieza del marco de la puerta que recibe el pasador, bien apretando sus tornillos o bien fijándola en un nuevo punto para facilitar que todo encaje.

-Engrasa con spray de polvo de grafito.

6. EL PESTILLO ESTÁ ATASCADO

Comprueba lo siguiente:

Comprueba las bisagras de la puerta
Levanta ligeramente la puerta para comprobar si así encaja el pasador. Al ceder los goznes de las puertas, como es lógico, la cerradura se desalinea y el mecanismo roza o directamente se atasca. Habrá que corregir esta desviación.

¿La placa que recibe el pasador está alineada?
Si no, prueba a aflojar los tornillos y corregirlos a una nueva posición más adecuada.

De nuevo, lubricante: polvo de grafito
¿Verdad que será tu próxima compra si es que aún no lo tienes en casa?

Yo confío plenamente en ese dicho que asegura que, cuando una puerta se cierra, una ventana se abre. Pero pudiendo abrir y cerrar puertas y ventanas a nuestro antojo, ¿por qué renunciar a nada? 😉

Pestillos que resultan un dolor de cabeza