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¿Tus puertas están intentando decirte algo? Aprende a silenciarlas como un profesional

¿Tus puertas chirrían como las rodillas de un octogenario? ¿Cuando cambia el tiempo rascan y cuesta más cerrarlas? Este vídeo es para ti.

Las puertas también necesitan su propio mantenimiento. Y hoy vamos a aprender a ponerlas a punto.

Las puertas de madera que tenemos en casa no están expuestas a los elementos, de acuerdo. Pero sufren igualmente los cambios estacionales y, por tanto, de temperatura y humedad. En climas especialmente húmedos pueden hincharse si no hay espacio suficiente para acomodar la dilatación entre la puerta y el marco. Si notas que la puerta no encaja adecuadamente en su hueco, inspecciónala para asegurarte de que las bisagras no están deterioradas o tienen tornillos sueltos, que podrían causar este problema.

Para aprepuerta_friendstar los tornillos puedes ayudarte colocando una cuña en el suelo, bajo el borde exterior de la hoja de la puerta, que te ayude a equilibrar y sostener el peso mientras solucionas el inconveniente. Si los tornillos están bien pero aún cuesta cerrar la puerta –especialmente si solo se comporta así en épocas húmedas- puede que necesite ser cepillada.

Para ello primero necesitaremos saber cuáles son los puntos en los que se produce esa presión. Y lo conseguiremos con la ayuda de una cartulina fina que iremos pasando por el hueco entre puerta y marco con el conjunto cerrado y de arriba abajo. Cuando la cartulina se atasque, bingo, tenemos un punto de fricción. Márcalo con un lápiz ycoloca cinca adhesiva en ambas caras de la puerta para marcar el límite y evitar que se astille la madera al trabajarla.

Si tus puertas rascan al abrirse o cerrarse, descubre aquí cómo solucionarloPara cepillar la puerta necesitarás un cepillo de carpintero, una lijadora automática o una lija gruesa si prefieres hacerlo a mano (te llevará más tiempo y esfuerzo, pero el resultado puede perfectamente ser el mismo).

Necesitarás sacar la puerta de su quicio, teniendo mimo para no dañar el marco. Una vez fuera, colócala en una superficie de trabajo estable y sostenla firmemente. Puedes emplear unas cuñas, una sargenta o la ayuda de otra persona para ello.

Ahora empieza a lijar suavemente y controlando el resultado. Comprueba cada poco tiempo si ya es suficiente colocándola de nuevo en su sitio, para evitar pasarte (¡la puerta dejaría pasar más ruido o pasar calor o frío si te excedes en tu misión!).

puertas_1Una vez terminado de lijar, puedes añadir barniz del color original para afinar el resultado y, una vez seco, devolverla a sus bisagras para disfrutar de un giro suave y sin resistencia.

Para rematar la faena, y siempre en cualquier caso, puedes engrasar la puerta con aceite o spray de polvo de grafito, que ayudarán a eliminar chirridos molestos.

¡Y listo en un abrir y cerrar… de puertas!

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El truco de los profesionales que nunca te contaron para resucitar tu plata

Medallas de plata: Cómo devolverles la alegría

Si a ti también se te queda esta cara al mirar tu plata, una de dos: o tienes alma de campeón y no te gusta perder ni a las chapas, o el brillo de tus enseres argentos está más alicaído que la economía.

En el primer caso, conquistar el número 1 te llevará esfuerzos colosales que deberás mantener toda la vida. En el segundo, solo necesitarás 5 minutos para devolverle la alegría a tus metales preciosos y, con ellos, a tu cara.

Primero te explicaré cómo preparar tus objetos de plata para una puesta a punto. Luego veremos el vídeo de nuestros compañeros del Reino Unido, que explican en menos de un minuto cómo dejar la plata reluciente. Y lo mejor, para el final: te enseñaré mi truco para protegerlos y obrar el milagro de no verlos envejecer jamás.

ANTES DE LIMPIAR LA PLATA…

-Lávala con agua tibia y detergente, eliminando así restos de grasa o suciedad. Sécala cuidadosamente después ya que los restos de agua la oxidarían (cuidado con objetos huecos).

-Emplea desde aquí guantes de algodón, pues los de goma ennegrecen la plata y no debes por tanto ni acercarlos a ella (incluso los ácidos de la piel pueden dejar marcas en la plata).

DEVOLVIÉNDOLE SU VIDA ANTERIOR

Nuestros compañeros de HomeServe, en Reino Unido, también preparan vídeos para compartir sus mejores trucos profesionales. Y en esta ocasión nos a enseñar a resucitar la plata con un producto que todos tenemos en casa y empleamos a diario, ¿lo adivinas? Exacto: el dentífrico.

Como bien explican, la plata se va oscureciendo, perdiendo su brillo y su tono blanquecino con el paso del tiempo a causa de la simple exposición al aire. ¿Qué por qué? Al final del post te lo cuento ahora, atiende a este vídeoconsejo:

Accede al vídeo para aprender cómo dejar tu plata como nueva

  1. Cubre con una capa de pasta de dientes tu objeto de plata, aplicándola con los dedos y no dejando ni un hueco por bañar.
  2. Añade un poco de agua caliente, y frota el objeto con un cepillo de dientes (cerdas suaves, preferiblemente), aprovechando la espuma que se originará. Púlelo en toda su superficie durante unos pocos minutos, aplicando la misma presión en cada punto para no obtener resultados desiguales.
  3. Aclara el objeto debajo de agua templada y sécalo. Utiliza un trapo suave y ensáñate por igual con bordes, esquinas y cada cara del objeto.

dentífrico, agua templada, cepillo y a frotar: sencillo y efectivo como un revés cortado a media pista.

Ahora que tienes en tus manos una versión anterior y reluciente de tu pequeño tesoro plateado, solo queda aplicar el truco final:


INMORTALIZANDO TU PLATA

Con sumo cuidado, aplica con una brocha fina una capa de barniz protector de metales. Existe, y es una maravilla: creará una barrera invisible y protectora del ambiente, que inmortalizará tu amada plata evitándote tener que repetir este proceso a menudo.

¿Qué te han parecido estas ideas para rescatar tus cosas de plata? ¿Tienes algún truco para cuidar de tus objetos metálicos, restaurarlos, o hacer que su brillo dure más tiempo?

María, sé que me lees, así que no tienes excusa: ahora ya sabes cómo mimar la plata que me trajiste de Londres...

 

¿Sabías qué…? La plata no se “oxida”, puesto que no reacciona con el oxígeno (O2) del aire, sino con el azufre, que se encuentra en nuestra atmósfera en forma de sulfuro de hidrógeno (H2S), producto de la combustión del carbón y el petróleo.

Al reaccionar nuestra plata con este azufre se forma sulfuro de plata (Ag2S), que empaña su superficie. Observarás cómo se cubre de un punteado amarillento que se va oscureciendo hasta volverse negro con el paso del tiempo y la acción de la luz, pues una mayor temperatura facilita la reacción.

 

PD: MARÍA, sé que me lees, así que no tienes excusa: ahora ya sabes cómo tener siempre perfecta esa plata que me trajiste de Londres…

 

Foto: Facebook Oficial de Maria Sharapova.