Mi abuelo siempre decía “un día que no has aprendido es un día que no has vivido”. Y siguiendo su lema, creo que tengo la mejor profesión del mundo. No os imagináis lo gratificante que es entrar en contacto a diario con tantas personas diferentes. Sentir la confianza que ponen en ti para entrar en sus casas y trabajar en dejarlas como nuevas.
Ese contacto es muy enriquecedor. Y lo es en ambos sentidos. Muchos clientes me preguntan cómo hago esto, cómo consigo aquello, qué forma / acabado / material / idea… pero yo también aprendo muchísimo de ellos. Y hay días que me traigo un buen puñado de trucos gracias a esas personas generosas que comparten su propia inspiración y sus habilidades con nosotros, como quien cambia cromos (y mucho más divertido aún: Ahhhh, ¿así que consigues sacarle brillo así? Mmmm… yo lo que hago es crear una masa con…).
Así que hoy he recopilado 7 consejos de limpieza que en algún momento me han contado aquellos que más saben del hogar: abuelitas, auténticos manitas, profesionales de la limpieza… todos cuentan, todos tienen mucho que enseñar. Veréis:
1.- Si quieres facilitar la limpieza de la batidora, la ralladora o cualquier herramienta para procesar alimentos, engrasa con un poco de aceite de oliva las cuchillas antes de utilizarla. Así, cuando ralles, piques o muelas cualquier alimento, será más difícil que se quede pegado.
2.- Tu cafetera sufre: el agua y el café producen muchas incrustaciones y esto va en contra de tu salud y de la vida útil del aparato. Para mantener en condiciones tanto el depósito como todos los conductos del aparato, ponlo a trabajar con agua y unas gotas de vinagre. Esto disolverá todas estas acumulaciones indeseadas de minerales e impurezas. Salud para ti y para tu cafetera.
3.- Manchas en el horno: a veces los alimentos derraman líquidos que después se endurecen y resultan complicados de retirar. Espolvorea inmediatamente un poco de sal o bicarbonato en el mismo instante en que esto suceda, y deja enfriar. Luego solo necesitas pasar un trapo húmero para eliminar la mancha fácilmente.
4.- Limpia el frigorífico con regularidad, a ser posible semanalmente, con una solución de bicarbonato de sodio y agua tibia. Evitarás la proliferación de bacterias y, por tanto, olores desagradables. Desconecta el aparato para limpiar la parrilla trasera, y hazlo con un trapo húmedo pues el polvo y las pelusas que se le acumulan encima dificultan mucho el funcionamiento de su motor.
5.- Basura siempre limpia. Lo sé, suena contradictorio, pero los cubos de basura son lugares que necesitan especial atención higiénica: desinféctalos creando una solución de ½ taza de amoniaco en 3 litros de agua. Cuando los hayas secado, puedes evitar la formación de moho y bacterias espolvoreando ¼ de taza de Sal de Boro (o Borato de Sodio) en cada cubo.
6.- Alfombras apisonadas por los muebles. ¿Ves esa marca? Parece que la pobre alfombra llevará el pisotón del sofá para siempre, ¿verdad? Pues tiene solución: aplica el vapor de la plancha a unos 15 centímetros de la zona afectada hasta que se humedezca. Después peina sus fibras para levantarlas y deja secar… ¡como nueva!
7.- Para limpiar objetos de cobre, hazte con un atomizador (como los de peluquería, también llamados profesionalmente… ¡flush-flush!), e introduce vinagre caliente. Después de rociarlos, espolvorea sal de mesa por encima y frótalos con una esponja y mucho mimo en movimientos circulares, hasta que queden bien pulidos y brillantes. No es magia, es maña.
Batidoras, cafeteras, hornos, frigoríficos, papeleras, alfombras y cobre. No está mal, ¿verdad? Yo este fin de semana tengo una cita con mi frigorífico. Voy a limpiarlo, ordenarlo y revisarlo a fondo tal y como os comentaba en este post. Así el domingo iré a mi mercado de barrio a rellenarlo para empezar la semana con fuerzas y mucha energía.
¿Y tú? ¿Qué planes tienes para este fin de semana? ¿Sacarás tu lado manitas en casa?