Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

Apuntes sobre Grecia, la democracia, el FMI, los mercados y la previsible victoria electoral de Syriza

Menudo lío volvemos a tener en Grecia. Resulta que los partidos con representación en el Parlamento Griego han sido incapaces de llegar a un acuerdo para nombrar a un nuevo presidente de la República (el candidato del Gobierno era Stavros Dimas, antiguo comisario europeo), lo que ha obligado a una nueva convocatoria de elecciones legislativas para el 25 de enero, de las que se espera (según la mayoría de sondeos) que la formación izquierdista y euroescéptica Syriza resulte clara vencedora.  tsipras

El simple hecho de que Alexis Tsipras (líder de Syriza) pueda llegar al poder ha alertado a los mercados internacionales (la bolsa de Atenas ha caído un 3,91%) y a las autoridades económico políticas que hemos dado en llamar La Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). A las pocas horas de conocerse el adelanto electoral el FMI ha anunciado la suspensión de la ayuda financiera pendiente hasta que se forme un nuevo Gobierno. Ataque para la democracia para unos, prudente medida técnica para otros, lo cierto es que para mi lo que está ocurriendo estos días en el país heleno es toda una paradoja del sistema en el que vivimos (España también). Lo intentaré explicar en diez claves:

1) Rechazo del electorado a las medidas impopulares: Si Syriza está a punto de llegar al poder en Grecia mediante las urnas es en buena parte el resultado de la aplicación de medidas políticas fuertemente impopulares por parte de los dos grandes partidos tradicionales griegos (socialdemócratas y conservadores). Tanto el socialista Papandreu, como el banquero Papademos, como el conservador Samaras no han podido o sabido ofrecer otra opción que los tijeretazos de gasto público y la venta de patrimonio estatal. Esta falta de alternativas con un mínimo de credibilidad y carácter ilusionante han acabado por aupar a nuevas formaciones que oscilan entre la radicalidad y la heterodoxia, como Amanecer Dorado, Syriza u otras, que proponen salidas distintas y con, aparentemente, menos coste para los ciudadanos.

2) La reestructuración de la deuda de Syriza: Situado en la órbita ideológica de Podemos (no digo que sean calcos) la coalición Syriza ha ido suavizando su discurso euroescéptico a medida que ha ido atrayendo a parte del electorado. Hoy por hoy, su propuesta ya no pasa por salirse del euro ni por impagar radicalmente la deuda pública. Su programa actual de Gobierno apuesta por renegociar una devolución de los bonos griegos y suspender los pagos de los mismos hasta que se recupere la economía. Es decir, que se acabaría la amenaza de la unilateralidad (lo que ponía histérico a los inversores internacionales) y se optaría en su lugar por una vía negociada (que tampoco es que tranquilice a los mercados). También proponen medidas como un tramo máximo de la renta del 75%, la prohibición de los derivados financieros o la abolición de los privilegios de la Iglesia.

3) La Troika, juez y parte: Las autoridades europeas e internacionales han jugado y juegan un papel esencial en la crisis griega, toda vez que desde 2010 el país heleno no es capaz de financiarse por si mismo y ha tenido que recurrir desde entonces a más de 240.000 millones de euros en préstamos a través de los socios comunitarios o del FMI. Esta asistencia financiera no ha sido gratis, ni mucho menos. Ha venido acompañada de una durísima condicionalidad (obligación de aplicar recortes de gasto, adelgazamiento de la administración, venta de patrimonio…) que ha acabado por convertir a los hombres de negro de la Troika en el paradigma de la política antidemocrática y practicada a espaldas del pueblo.

4) Un ajuste que se ha de hacer sí o sí. El problema a priori en Grecia es que el país en su conjunto está sobreendeudado a unos niveles tales que no sólo impiden el crecimiento económico, sino prácticamente un simple funcionamiento autónomo. De ahí el rescate financiero. Actualmente, y pese al proceso de desapalancamiento y las quitas aplicadas desde 2010, la deuda total de Grecia sigue superando el 300% de su PIB, unas cifras muy por encima de lo que la ortodoxia económica considera sostenible. Además, la caída de la recaudación y la actividad, unido al aumento de la deuda soberana (actualmente supera el 170% del PIB) han convertido también en insostenibles sus finanzas públicas. Es decir, se antoja inevitable el ajuste y la imposición de pérdidas para poder volver a la senda del crecimiento. El problema está en quiénes serán los pagaderos de estas pérdidas.

5) El Norte, en defensa del acreedor patrio. Desde 2010 y desde nuestra perspectiva española, la actitud de la canciller alemán Angela Merkel y otros líderes políticos del norte de Europa ha sido la de una especie de madrastra obsesionada por aplicarnos a los del sur un duro escarmiento tras la fiesta que fue la burbuja. Una posición entendible desde el punto de vista alemán, dueños de buena parte de la deuda pública y privada griega, y uno de los países que saldrían más perjudicados ante una quita desordenada de la deuda. Pero que esta posición sea entendible no quiere decir que sea defendible. A semejanza de Francia, cuando se mostró inflexible con el cobro de la deuda alemana durante el periodo de entreguerras (lo que ayudó a que llegara el nacionalsocialismo al poder en Berlín), ahora Alemania se muestra inflexible en la aplicación ortodoxa de la austeridad, sin tener en cuenta (aparentemente) el contexto político y social en el que se imponen estas medidas. En mi opinión esta gestión de la crisis por parte de las grandes economías europeas ha sido nefasta, no solo por la imposición de las medidas en sí, sino también por el relato y la forma en que . Por lo pronto, han conseguido que un partido dispuesto a romper con la Troika esté a las puertas del Gobierno en Grecia.

6) El FMI no es una ONG. A pesar de que su labor es proporcionar financiación y liquidez a aquellos países en problemas, lo cierto es que el Fondo Monetario Internacional dista mucho de ser una ONG. Y tampoco es aséptica ideológicamente. La asistencia financiera del FMI no es incondicional ni es caritativa, se entrega a partir de unos compromisos impuestos al beneficiario. Compromisos que, es cierto, suelen ir casi siempre en la misma dirección: equilibrio presupuestario, privatización de servicios públicos, liberalización de mercados… vamos, lo que yo llamo Un Completo. Los estados ya saben que la aceptación de las condiciones del FMI no es un plato de buen gusto y de ahí que todos los gobiernos se resistan como gato panza arriba antes de solicitar formalmente su intervención. Esta ha sido la situación en la que Grecia tuvo que recurrir a la Troika: con los mercados internacionales completamente inaccesibles y en medio de una crisis económica sin precedentes que obligaba al país a financiarse si quería sostener el Estado. Caldo de cultivo perfecto para que tanto FMI, como BCE y Bruselas impusieran fuertes condicionalidades.

7) Lo impopular vs lo necesario: En el caso griego, como en ningún otro, se han mostrado las contradicciones del actual sistema democrático. Contradicciones entre lo que desean los representados y lo que creen los representantes que hay que aplicar. Los electores no están dispuestos a aceptar unas medidas que consideran negativas e injustas y castigan a los partidos que, una vez en el poder, las llevan a cabo. Y los partidos, conscientes de esta impopularidad, proponen medidas alternativas, que se tornan en impracticables cuando alcanzan el poder, lo que a su vez retroalimenta el descontento ciudadano. Lo hemos visto en Grecia y, en parte, en España. Partidos de signos políticos en principio antagónicos se ven incapaces de practicar políticas alternativas a la austeridad. Se presentan así las medidas y las políticas como «necesarias», inevitables o imprescindibles, de forma que se consagra el fracaso de la política entendida como la disciplina que hace posible lo imposible. Y de nuevo más descontento. El miedo o la incapacidad de los políticos de explicar a sus electores por qué y cómo se llevan a cabo los ajustes económicos han llevado a los votantes a buscar soluciones rupturistas con el statu quo, como supone ahora la coalición Syriza.

8) Qué podemos esperar: Aquí juego a ser adivino, pero creo que es de desear que la situación no alcance puntos de ruptura, y que incluso con Syriza en el Gobierno se imponga el acuerdo y la negociación, aunque suponga una dosis de impopularidad, por encima de otras opciones. Será responsabilidad de Tsipras explicar a sus ciudadanos que no hay salida fácil y sin costes de esta crisis. No la hay. Y también será responsabilidad suya explicar a acreedores y autoridades internacionales que una quita ordenada o una reestructuración es una solución mejor que cualquier otra. Las otras opciones pasan por una absoluta incertidumbre (salida del Euro, quita desordenada…) o por mantenernos como hasta ahora. Ambas me parecen pésimas opciones.

5 comentarios

  1. Dice ser MFC

    Excelente artículo. Digno de aparecer en cualquier diario nacional. Enhorabuena.
    Feliz Año 🙂

    29 diciembre 2014 | 23:30

  2. Dice ser Marca España

    Resulta cuanto menos paradójico observar cómo los medios oficialistas, tengan el signo que tengan, se muestren unánimes en su pretensión de infundir miedo a la ciudadanía ante la posibilidad de que partidos emergentes como Podemos puedan ostentar labores de gobierno sea en el ámbito autonómico y/o local, sea en el ámbito estatal. Hoy escuchando la única emisora supuestamente progresista del panormama radiofónico patrio -Cadena Ser- en un análisis cuanto menos tramposo y sesgado -algo desgraciadamente habitual en esta cadena, especialmente motivada por los cambios en su línea editorial, en consonancia con los producidos en el grupo Prisa al que pertenece esa cadena, con cambio de directores incluida, virando hacia una línea mucho más conservadora-, el retrato que se ha hecho de Podemos a propósito de la crisis griega ha sido cuanto menos de película de cine negro, saltándose todos los principios éticos habidos y por haber en el ya desvirtuado mundo del periodismo, faltando a la ecuanimidad (salvo Aroca, que es el único que ha sido capaz de esbozar un análisis crítico de la situación sin cebarse con un partido que no lo olvidemos ni siquiera ha gobernado aún), y a la credibilidad, especialmente sorprendente en Miguel Ángel Aguilar, un periodista que siempre ha gozado de un gran prestigio, pero cuyas intervenciones son cada vez más contradictorias y salvajes en torno a la figura emergente de Podemos (no así cuando ha mencionado la posibilidad de que el PP pueda pactar con el PSOE en el futuro), muy lejos de la línea crítica brillante y rigurosa que auspiciaba ese gran periodista que fue Carlos LLamas y sus anteriores contertulios/as cuya «extraña» ausencia ha sido explicada de forma conveniente y veraz en más de una ocasión por Carlos Carnicero uno de los grandes damnificados/as por la purga ideológica llevada a cabo en la cadena en los últimos tiempos, porque nada es casual en este contexto. El análisis realizado por quienes de forma bastante hipócrita se arrogan el monopolio mediático de las causas progresistas ha vuelto hoy de nuevo, desgraciadamente a caer como la venda de los ojos de quienes aún creían en que en este grupo había por encima de todo compromiso con la realidad, con un derecho a la información que está cercenándose día a día y que se ha visto culminado con la tasa AEDE, la constatación flagrante de que quien se disfraza de una determinada manera sólo sirve a los mismos intereses nada democráticos que se exponen en el post, en este caso a nivel más doméstico o cercano. Dicho y hecho, la cultura del pesebrismo ha vuelto hoy como nunca a cambiar de bando, la cadena Ser en particular y el Grupo prisa en particular ha cimentado hoy más que nunca la cultura del todo vale con tal de seguir manteniendo una torpe y poco transparente cultura del clientelismo mediático, sirviendo de instrumentos útiles (pero muy influyentes) a quienes por falta de pluralidad en nuestro expoliado y tutelado estado de bienestar han ostentado el monopolio del (pseudo)progresismo patrio, cuestionando un derecho tan sagrado y fundamental como el derecho de voto, usurpando un derecho a la libertad de información que hoy de nuevo han vuelto ha desvirtuar, ya sea por interés propio, ya sea por falta de honestidad intelectual.

    El post es paradigmático en este sentido, y el propio Aroca ha sido el único colaborador en recordar que los que ahora conculcan derechos democráticos (el derecho de voto es inherente a una democracia, tergiversarlo por intereses más o menos confesables, recuerda a estados autoritarios) en beneficio de sus intereses financieros y/o económicos (Merkel y la Troika), no opusieron ni siquiera una objeción, cuando en el pasado reciente se vieron beneficiados en el acuerdo de Londres para la quita de la deuda soberana alemana. Una democracia real, no es compatible con unos medios que responden a intereses nada democráticos, la amenaza de asfixia financiera a Grecia más toda una campaña mediática brutal desde que apareció el fenómeno democcrático -éste sí, ni siquiera los medios norteamericanos no ajenos a la corrupción institucional patria, pudieron negar un hecho histórico cuya vigencia se pretende corromper por quienes quieren seguir ostentando el papel de buenos feligreses en el pesebre neoliberal, sea como sea el disfraz que utilicen para la ocasión- del 15M, han traído como consecuencia que un grupo de estados supuestamente soberanos, vean condicionados su ejercicio de derecho de voto (el único instrumento admisible n una democracia representativa para frenar el austericidio que está generando los gravísimos problemas socioeconómicos en millones de familias de este país, y que han llevado por ejemplo -de eso apenas se ha hecho una reflexión tan dura y devastadora como la que se ha hecho hoy en esta cadena «progresista» de un partido que ni siquiera ha ostentado reponsabilidades de gobierno a día de hoy- a una ciudadana española, María Teresa Casas a ser una nueva víctima de la inacción y omisión de socorro de quienes supuestamente son sus representantes públicos al serle negado el tratamiento que precisaba para salvar su vida por padecer hepatits C), por presiones nada democráticas realizadas por quienes se han lucrado y se siguen lucrando en los años más duros de la crisis sistémica que padecemos. Ningún/a ciudadano/a es responsable de que se hayan tenido que rescatar a instituciones financieras de su expolio perpetratdo por sus propios gestores, ningún/a ciudadano/a es responsable de que un gobierno democráticamente elegido haya autoincumplido su propio programa electoral, ningún/a ciudadano/a es responsable de que los llamados partidos mayoritarios (de los que insisto, he sido hasta el día de hoy, votante) hayan dinamitado por ellos mismos su credibilidad, bien por convicciones ideológicas cercanas al neoliberalismo salvaje y antidemocrático (la salida de la crisis como ahora tanto se celebra se ha debido una vez más al sacrificio ingente de la clase media y trabajadora de este país, no a quienes están auspiciando desde las mismas instancias de siempre, un desmantelamiento más o menos solapado del denominado estado de bienestar), bien por la adopción en todo o en parte de dicho ideario neoliberal en sus políticas socioeconómicas (el PSOE de los últimos 20 años recuerda a un partido de centro derecha más que a un partido de centro-izquierda, cualqueir apuede consultar una de las pocas fuentes informativas nada manipuladas en la actualidad -Wikipedia- y se dará cuenta que las políticas aplicadas al mercado laboral español-reformas laborales, incluyendo el modelo de las ETTs como instrumento hegemómico de creación de empleo-, así como las políticas sociales en general y las fiscales en particular, tienen el mismo contenido que las políticas depredadoras del PP), no hay más que recordar las palabras de González recientemente en el que de forma explícita proponía una coalición de gobierno PP-PSOE en el Parlamento, el resto de noticias a este respecto, es de sobra conocido.

    La única realidad objetiva a día de hoy es que los partidos hegemónicos tradicionales en Grecia (presididos por un partido conservador) han sido incapaces de gobernar un país aún a pesar de los salvajes sacrificios sociales sufridos, mientras en España el incremento de las desigualdades sociales preexistentes, el reparto injusto de las «cargas de la crisis» y la falta de asunción de responsabilidades por el enorme deterioro institucional autoinfligido en la última legislatura, han tenido en contra d elos que algunos ingenuosas votantes presgiaban una respuesta por parte de nuestros representantes cuanto menos perversa, pues se han estado aprobando medidas legislativas de un profundo carácter antidemocrático (ley de seguridad ciudadana, reforma del código penal, LPI, Tasa Google-AEDE, etc, etc.), con el silencio connibente de casi toda la unanimidad de medios de comunicación al servicio de tal noble causa, ya sea por motivos de superviviencia o mantenimiento de sus privilegios como «representantes monopolizadores de la opinión pública» (del negocio mediático), ya sea por otros motivos menos confesables de falta de pluralidad e independencia.

    La conclusión ante este devastador panormama de déficit democrático, es evidente, la crisis sistémica tarde o temprano pasará, pero sus efectos y sus agentes causantes han establecido las bases necesarias para que su sistema (pseudo)democrático siga perdurando, ya sea a costa de la economía de millones de familias (empobrecidas tras una reforma laboral salvaje, que ha rebajado los salarios de millones de personas trabajadoras), ya sea a costa de unos ciudadanos/as que han perdido la fe en un estado cuyas instituciones les han abandonado a su suerte o en el «mejor» de los casos, los han utilizado como peones al servicio de sus propios intereses (un programa electoral populista, que ha servido para aplicar las recetas ideológicas de sus homólogos alemanes, como así lo han venido manifestando de forma más o menos explícita el PP español), contrarios como sabemos todos/as a los que se deberían demandar de los mismos, es decir, contrarios al interés general (como muestra un botón, la ley hipotecaria que data del siglo XIX y que ha provocado una convulsión social devastadora ha sido mantenida a lo largo del devenir de los tiempos por ambos partidos mayoritarios, y sólo ha sido «modulada» cuando la situación para millones de personas desahuciadas ha provocado el pánico y la alarma social de quienes en este país aún creen en una democracia real). El peaje a pagar, sea cual sea el resultado de esta salida de la crisis, no tiene precio, dado que se ha hecho a costa de desmantelar derechos sociales que han costado mucho esfuerzo conservar por parte de quienes de verdad han contribuido a sostenerlo (las clases medias y trabajadoras, es decir los que de verdad tributan en nuestro país), como la educación pública (sus restos en forma de centros educativos asfixiados financieramente son incuestionables), la sanidad pública (el caso de los pacienets de hepatitis C es sólo la punta del iceberg, la sanidad pública ha dejado de ser universal y gratuita, que se lo digan a María Teresa Casas), las pensiones (cyo poder adquisitivo real se ha visto recortado desde las últimas reformas llevadas a cabo) o la dependencia, todas ellas han venido progresivamente desmantelándose conforme la crisis sistémica e institucional (corrupción estrucutural incluida) generada por los que ahora se postulan como salvadores/as con sus políticas neoliberales, ha ido contaminando y corroyendo una democracia absolutamente desvirtuada, cuyas costuras ponen en evidencia no obstante las verdaderas carnaduras de quienes se presentaban como demócratas (ya sean liberales o socialdemócratas) y ahora cuando el tiempo azota sus máscaras no llegan más que a máculas patéticas, esbozos de lo que supuestamente representaban.

    El futuro de tales actores/actrices no deja de ser más que alentador no obstante (a diferencia de millones de jovenes que ven cómo su futuro ha sido esquilmado por la falta de oportunidades de un mercado laboral precario, ineficiente, y unas condiciones sociolaborales progresivamente deficitarias, en aras de una mayor «competitiviad» a nivel global), ya que en nuestro país desgraciadamente siempre, siempre, se ha premiado las campañas de marketing político, ofreciendo un candidato fotogénico o con cierto nivel de carisma mediático (al que por supuesto han contribuido los medios oficialistas, cuyo servicio no obstante ha sido retribuido convenientemente a lo largo del devenir d elos tiempos, especialmente grotesco en la actualidad gracias al canon AEDE) al que se le había asociado un cierto nivel de credibilidad ideológica desde un sector (en otros tiempos) de la población, mayoritariamente progresista, pero cuyo balance posterior ha sido claramente decepcionante, muy contradictorio (de ahí su crisis progresiva, quien piense que la crisis del PSOE viene por la gestión de Zapatero de la misma, ha perdido la perspectiva), habida cuenta de las «reformas» sucesivas en materia laboral, social y de otras índoles que han llevado a España a ser en la actualidad, con la colaboración necesaria por acción y por convicción, (no olvidemos a qué credo ideológico obedecen sus «reformas», las mismas que auspician y alientan quienes de verdad usurpan el poder democrático de los estados para servir a sus intereses, al que hace referencia el post, cuando habla de la Troika) inestimable del PP (aquellos barros trajeron estos lodos) en el país más desigual de la zona Euro (este dato se obvia gtradicionalmente por los ideólogos neoliberales o «socialdemócratas» que tanto abundan en los medios oficialistas), solo superado por algún pequeño estado del Este europeo.

    Y es que España aunque salga de la crisis sistémica en la que está inmerso (siendo objetivos de nuevo, en la crisis en la que una gran parte de la población está inmersa, no así quienes auspician esas reformas o quienes desde una posicón cuanto menos cínica -el FMI ha estado liderado en los últimos tiempos por personajes cuyo bagaje no se ha distinguido precisamente por el de la honestidad, ni por el de la honradez, lo demás es de sobra conocido, no hay más que leer las «recetas propuestas» desglosadas perfectamente en el post), tiene un problema mucho más profundo de falta de valores, de descrédito autogenerado de sus instituciones (no sólo públicas, quien piense que el problema de corrupción que nos asola es aislable en el sector público es que se autoengaña, no hay más que ver las relaciones que los han propiciado), de falta de salud democrática en definitiva, que ahondan aún más si cabe en el profundo abismo existente entre democracia virtual, ficticia o de ciencia-ficción puesta de manifiesto por nuestra desvirutada Carta Magna (retomando las palabras del Ministro de AA Exteriores), y la democracia real que unos/as locos/as utópicos/as (los mismos/as que ahora son tachados por los «analistas progres» de «populistas» o adjetivos similares a los que utilizan sus -presuntamente- oponenentes ideolñogicos en el resto de medios neoliberales y/o neconservadores del espectro televisivo o radiofónico patrio oficialista), demandaban aquel 15M de, y cuyas propuestas fueron incluso acuñadas o apropiadas tanto por los que ahora son sus más encarnizados rivales políticos (PSOE), como por quienes en un ejercicio de cinismo sin precedentes los tachan de forma constante como filoterroristas, perroflautas o demás adjetivos gruesos que tanto abundan en el panorama mediático nacional (aquella campaña en favor de Madrid comjo sede de los JJOO, y ese informe publicado en todos los medios nacionales que aludía como activo de la ciudad de Madrid lo que aocntreció aquel histórico 15M).

    Toda una farsa, escrita, producida y dirigida por quienes se autoproclaman como garantes de la recuperación, y por cuya «ausencia» en caso de que esta se produjera en las futuras elecciones, sólo se advierte -según las expertas voces que los apoyan, aún a costa de su propia credibilidad profesional, si es que eso importa en los medios contemporáneos- un panorama «terrorífico» de falta de estabilidad «democrática» (es cuanto menos cínico el uso que se hace de este témino por quienes han contribuido en el pasado predemocrático bien directamente o bien indirectamente al sostenimiento de su actual status quo, o quienes a pesar de las denuncias sistemáticas del Comité de Derechos Humanos de la ONU- sí es cuanto menos curioso que uno de los periodistas más «insignes» de la caja tonta, asegurara el otro día ante el silencio del resto de contertulios que España es un país ejemplar en materia de respeto de los derechos humanos, qué frágil es la memoria en este país), de falta de inversiones de empresas (aquellas declaraciones del presidente de Jazztel por ejº, una compañia que no ha contribuido precisamente a la reducción de los precios más altos que se pagan por la banda ancha en la UE, y que no se debe precisamente a sus costes laborales radicados en países en desarrollo), de falta en definitiva de cultura democrática si como «amenazan» estos garantes de la democracia, Podemos es elegido como partido mayoritario en las futuras elecciones generales. Lógicamente como en cualquier novela shakespiriana, Claudio (el rey) y la bella pero poco creíble Gertrudis (la aspirante, que c/u busque los paralelismos y los cambios de género que considere, lo importante es el sentido del «drama»), en medio de una farsa sin precedentes (aquel pacto de hecho o de derecho que llevó a la reforma del art. 135, C.E. de forma bilateral), acaban bien avenidos por sus ambiciones respectivas, ante la estupefacción de sus súbditos y del propio Hamlet que ven en semejante alianza la culminación de todo un fraude (uno más) a la democracia de un reino que ha perdido mucho más que su estabilidad económico-financiera, en beneficio de una serie de servilismos e hipotecas propios de un estado plutocrático, impostado, tutelado, y expoliado.

    Felices fiestas, ya estamos viendo la luz al final del túnel….

    30 diciembre 2014 | 03:00

  3. Dice ser Gerardo

    Como bien dices, quienes prestan dinero no son ONG.
    De hecho, su dinero no es suyo sino de otros. En el caso de los bancos, por ejemplo, es de sus depositantes y sus accionistas. O sea, probablemente tuyo, también.
    Un impago de la deuda sería un enorme problema, en efecto.
    Si se produce, lo lógico sería no prestarle más dinero a Grecia.
    En los casos que conozco, de empresas en concurso de acreedores, más del 75% han acabado cambiando de manos. Por ejemplo, han sido adquiridas en subasta por fondos buitre.
    Grecia, si entra en concurso de acreedores (es decir, deja de pagar), podría o irse al pozo, o ser comprada por un buitre.
    No sé qué es mejor para los griegos.

    30 diciembre 2014 | 09:45

  4. Dice ser Burorrepresión

    Dice ser MFC

    Excelente artículo. Digno de aparecer en cualquier diario nacional. Enhorabuena.
    Feliz Año :),

    Totalm. de acuerdo, así como con el comentario de Marca España, muy profundo y didáctico, pero sólo un matiz al hilo de lo referido por el mencionado Marca España, este artículo no tendría recorrido en los medios nacionales, pq sería «tan crítico» que sería autocensurado, no fuera a ser que los privilegios concedidos por la LPI a través de AEDE, caigan en saco roto y sus mecenas políticos del PP les nieguen tales privilegios, la culminación como bien postula Marca España del intercambio de favores que va a suponer desde 2015 ésta nueva LPI. Y es que el monopolio de la opinión pública con esta nueva LPI ha dejado retratados a tales medios tanto a los intereses nada democráticos a los que sirven.

    30 diciembre 2014 | 12:48

  5. Dice ser Mart

    A quienes hay que explicar que no hay salida fácil de la crisis, no es a los ciudadanos. Es a los bancos y multinacionales, que siguen creciendo mientras la ciudadanía decrece.

    30 diciembre 2014 | 13:30

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