Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

Lo que no acabo de entender sobre la venta de Bankia por parte del Gobierno

El jueves por la tarde, apenas dos semanas después de que se encargase una estrategia a Goldman Sachs y a Rothchild, el FROB anunciaba la venta acelerada de un paquete equivalente al 7,5% de las acciones de Bankia en poder del Estado. Dicho y hecho, las entidades colocadoras (Deutsche Bank, UBS, Morgan Stanley y London Branch) han conseguido 1.304 millones de euros después de vender 863 millones de acciones a 1,51 euros cada una.

El Gobierno logra así lo que pretendía: Un golpe de efecto de cara a las Elecciones Europeas, aun a costa de vender quizás con cierta precipitación (seguimos en la parte baja del ciclo, y la actividad no se ha recuperado aún). El mensaje ahora es claro: Cuando llegamos estalló el sistema financiero, pero gracias a nuestras reformas hemos conseguido no solo que vuelva la confianza, sino que vuelvan los inversores a la entidad financiera paradigmática de esta crisis.

El problema es que yo, que soy confiando por naturaleza, no puedo evitar preguntarme ciertas cosas que no alcanzo a explicarme. Se nos dice que los inversores han vuelto porque las reformas emprendidas han devuelto la confianza, porque las recapitalizaciones han sido exitosas y porque los nuevos gestores del banco están emprendiendo las medidas adecuadas. No seré yo el que lo ponga en duda.

Torre Bankia

Torre Bankia

Lo que no acabo de entender es qué ven los inversores que les hace pensar que rentabilizarán la inversion en Bankia. Desde que fue nacionalizada y entró José Ignacio Goirigolzarri, Bankia ha pasado de una morosidad del 8,66% a una de casi el doble (14,65%). La entidad, además, ha perdido cuota de negocio (ya que Bruselas la obliga a dedicarse a la banca minorista en su territorio de influencia) y ha tenido que deshacerse de joyas de la corona como Indra, Iberia, etc. Estas operaciones han dado plusvalías en su mayoría, pero a cambio eliminan una fuente de ingresos recurrente vía dividendos. Súmenle a esto el ridículo margen de intereses del que puede valerse la banca actualmente debido a los bajos tipos del BCE, así como la fuga de depósitos y clientela vivida a lo largo de 2012 y parte de 2013. Súmenle además los costes reputacionales y económicos de arbitrajes y frentes judiciales varios. Un cóctel, que no por conocido es menos peligroso.

¿Cómo se explica entonces que una entidad que ha duplicado sus activos fallidos y que ha perdido diversidad de fuentes de negocio resulte ahora tan atractiva a los inversores? ¿Tan sumamente buena es la gestión del nuevo presidente que de por si, y pese al claro deterioro de los fundamentales de la entidad, hace que los inversores se peleen por entrar? ¿Qué papel juegan los 19.000 millones de dinero público inyectados, así como el traspaso de activos a la Sareb? Sinceramente no lo entiendo, así que acepto explicaciones…

5 comentarios

  1. Dice ser Robertti Gamarra

    Estos números macroeconómicos del gobierno están bien, de cara a la gaelría, pero en Bankia sigue existiendo la negativa d ereponer las preferentes a los pobres clientes que, en su momento, confiaron su dinero a esta entidad. Está bien decir que se ha recuperado la tendencia positiva en el mercado, pero ¿Y los preferentistas que se han quedado sin nada?
    http://goo.gl/SmnDTE

    28 febrero 2014 | 12:04

  2. Dice ser manolillo

    Las cajas origen de Bankia fueron gestionadas por amigos de políticos, ahora está al frente el probablemente mejor profesional bancario español.
    El balance ha sido saneado.
    Los créditos incobrables han ido al banco malo.
    Por ahora supongo que estará medio grogui, pero quien confíe en que estamos dejando atrás la recesión tiene que creer que a partir de ahora tendrá mejores cifras de negocio.
    Está mucho más barato que otros bancos.

    Y quizá el Estado, es decir todos nosotros, gane dinero al final de la operación de salvamento.

    28 febrero 2014 | 18:52

  3. Dice ser SRyA

    La salida a bolsa es una decisión política (por tantas y tantas razones). La imagen del gobierno está muy deteriorada (me atrevo a decir que aún más después del debate del estado de la Nación).
    La política económica es un desastre que las cifras se empeñan en demostrar una y otra vez.
    Permíteme Nicolás agregar un link otro blog que da unos datos que me parecen más que razonables de Economía para Críticos de Carlos Sánchez Mato. Lo conocí gracias a ti 😉
    (si no lo ves apropiado, no dudes en borrarlo)

    http://matoeconomia.blogspot.com.es/2014/02/la-privatizacion-de-bankia.html?spref=tw

    01 marzo 2014 | 17:23

  4. No lo entiendes ni tu ni nadie. Esto parece un circo.

    02 marzo 2014 | 22:00

  5. «»Cuando el ciclo económico largo de la segunda posguerra empezó a agotarse, el diagnóstico triunfante fue que el crecimiento se había debilitado por excesivas reglamentaciones. En las palabras de Ronald Reagan, de solución el Estado pasaba a ser el problema.

    Excesiva cantidad de reglamentaciones respecto a la circulación del capital, hacia empresas estatales, hacia contratación de mano de obra, frenaban el ímpetu invertidor del capital. Déjese fluir libremente el capital, levantando todas las normas que lo incomodan y volverán las inversiones, y con ella el crecimiento económico y todos ganarán, decían las propuestas vencedoras del ex presidente de Estados Unidos.

    Y así han triunfado el diagnóstico y las soluciones neoliberales. Todo el arsenal neoliberal se puede sintetizar en desreglamentaciones: apertura de los mercados nacionales al mercado mundial, privatización de empresas estatales, contratación precaria de mano de obra.

    Pero la propuesta neoliberal ignoraba una advertencia de Marx, según la cual el capital no está hecho para producir, sino para acumular. Liberado de trabas, los capitales no se concentraron en las inversiones productivas, sino que se trasladaron hacia donde ganan más, con menos impuestos y más liquidez: la especulación financiera. Se ha acumulado mucho más capital, con mucho menos producción.

    Hubo un gigantesco proceso de transferencia de capitales, en escala mundial, del sector productivo al sector financiero. No es que haya empresarios productivos y otros especulativos. Todos los grandes grupos económicos tienen, en su cabeza, una institución financiera, que reparte las inversiones, haciendo que a menudo tengan más ganancias las provenientes de la especulación que las que vienen de la producción.

    La razón de fondo por la cual el ciclo largo actual es recesivo reside precisamente en ese mecanismo de incentivo a la especulación financiera, con altas tasas de interés, canalizando los capitales hacia la compra y venta de papeles, que no produce bienes, ni empleos.

    Es, a la vez, la traba fundamental a que las economías de los países puedan retomar ciclos de expansión. Se puede decir que los problemas comunes que hoy enfrentan países como Argentina, Venezuela, Brasil y otros de Latinoamérica, así como España, Grecia, Portugal, entre otros de Europa, se deben a esa fuerte tendencia especulativa y recesiva impuesta por los capitales financieros.

    Aun creciendo, las economías latinoamericanas sufren las presiones recesivas provenientes del centro del capitalismo. Al igual que las economías europeas tiran alcohol al fuego, al buscar soluciones neoliberales a su crisis neoliberal.

    La especulación financiera busca imponer un cerco a gobiernos como los de Argentina y Venezuela, obligándolos a devaluaciones –abiertas o no–, pero incrementando, a la vez, riesgos inflacionarios, que producen desgastes en los salarios, como es típico del cruel círculo vicioso que las economías latinoamericanas han vivido en un pasado reciente.

    El gran tema contemporáneo de la era neoliberal es, por lo tanto, cómo quebrar la hegemonía del capital financiero en su modalidad especulativa, para transferir recursos masivos hacia las inversiones productivas. Las presiones mediáticas respecto a los riesgos inflacionarios no tienen por objetivo cuidar el poder de compra de los salarios, sino lograr que las tasas de interés se mantengan altas, favoreciendo las ganancias especulativas.

    Aun con el inmenso desgaste del neoliberalismo por la profunda y prolongada crisis en el centro del capitalismo, del cual no logra salir, la hegemonía neoliberal sobrevive, sobre todo porque está anclada en el rol central del capital especulativo».

    por Emir Sader,

    03 marzo 2014 | 17:32

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