Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

Fuga de inspectores del Banco de España: un 10% en excedencia y en el sector privado

Los cambios y reformas del sector financiero español han mermado las capacidades del Banco de EspañaAlrededor de 23 inspectores del supervisor se encuentran en situación de excedencia, según datos de la propia institución, si bien las cifras oscilan entre 15 y 40 según otras fuentes. Si tenemos en cuenta que el BdE cuenta actualmente con 235 personas encargadas de velar por la inspección, la regulación y la estabilidad financiera, aproximadamente uno de cada diez ha abandonado su puesto de supervisión y se han pasado a otros destinos del sector privado o del público.  

Banco de España

Banco de España

En el sector privado cobran al menos un 50% que como empleados públicos Estas bajas temporales han supuesto una reducción en el número de personal a cargo de las direcciones de supervisión. Tal como refleja las memorias anuales de supervisión del Banco de España, en estos momentos hay cerca de una decena menos de inspectores que en 2010, cuando había 244 en plantilla. La mayoría de los inspectores que han dejado el supervisor se han pasado a la banca (Banco Santander, BBVA, Banco Mare Nostrum…), consultoras (PwC, BDO), asesorías y despachos de abogados (Cuatrecasas), tal como explican fuentes internas del Banco de España. Cobran al menos un 50% más y se valora sobre todo su conocimiento y experiencia sobre la regulación, cuando en apenas cuatro años se han aprobado cuatro reformas del sector financiero, una nueva normativa de solvencia internacional (Basilea III) y la unión bancaria está dando sus primeros pasos.

Expertos en «cumplimiento normativo»

Varios han encontrado acomodo en entidades públicas o semipúblicas como el FROB, el Sareb y el BCE Recientemente, la revista Interviú desveló que más de 200 inspectores de la Agencia Tributaria se habían pasado al sector privado, y que la mayoría de ellos habían sido captados por bufetes y asesorías con el objetivo de litigar contra la propia Hacienda Pública, defendiendo los intereses de sus clientes. ¿Es un caso homologable el de los inspectores del Banco de España? No, en opinión de las fuentes financieras consultadas y que han optado por permanecer en el anonimato.

«No hacen necesariamente una labor de contrainspección. La mayoría están en temas de regulación , en departamentos de cumplimiento normativo, por su conocimiento del sistema», explica un alto cargo de uno de las principales auditoras internacionales. En su opinión, son profesionales habituados a realizar una supervisión «muy fuerte, y por ello son los que más saben del sector, son unos auténticos expertos«. Un portavoz de otra de las principales auditoras y consultoras internacionales, afincada en Madrid, hablan de que estos fichajes por el sector privado son un «procedimiento normal; son funcionarios que tienen derecho a ir al sector privado».

«En los últimos años ha habido bastante movimiento», señalan por su parte desde la asociación de inspectores, si bien en su opinión la mayoría de las bajas se han producido por marchas al sector público «sobre todo en comisión de servicio, y al BCE para ir montando la supervisión única.», explican. Numerosos miembros de la inspección han encontrado acomodo en entidades públicas o semipúblicas como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB), el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) o el banco malo (Sareb).

Una «nevera» de tres meses

Los datos a los que acceden los inspectores hacen de su conocimiento una herramienta valiosa, y con potenciales usos poco éticos. Sin embargo, en el BdE solo los altos cargos sufren límites e incompatibilidades para moverse entre lo público y lo privado. Aún así, el Banco de España impone un periodo de «nevera» de tres meses a aquellos inspectores que quieren pasarse al sector privado. «No puedes impedirles que se vayan a un banco, pero sí que tienen que pedir autorización previa. Depende de cada caso», explican desde la institución.

«La nevera quiere decir que no puedes estar inspeccionando a un banco y fichar inmediatamente por él«, explica el alto cargo de una consultora internacional, quien antes trabajó para elBanco de España y recuerda que «hace años no existía ninguna regulación, y no dejábamos que se fichara por entidades sin dejar enfriar. Ahora hay más porque antes los bancos no se atrevían a llevárselos. Eso ya ha pasado, y ahora ya se ve como una salida profesional lícita, al igual que hacen, por ejemplo, los abogados del Estado», señala. Una vez disfrutada la excedencia, que en el supervisor es indefinida, llega el momento de volver. «La vuelta no es automática, pero si la solicitan, tienen preferencia en el momento en que se convoquen nuevas plazas«, explica este antiguo inspector.

6 comentarios

  1. Dice ser Braiton

    Esto es de risa. Benefician a unas empresas para luego trabajar en ellas. http://www.losliantes.com

    03 febrero 2014 | 11:21

  2. Dice ser laertes

    Algo no me cuadra: En una plantilla tienen 235 personas ¿No son capaces de contar si van a trabajar 15 ó 40 personas de menos? ¿No tienen apuntado, aunque sea en un papelito, (no digamos informatizado), la lista de personas en excedencia?
    ¿Estos son los que van a descubrir ocutamientos de millones de euros por parte de bancos que realizan complejas operacionesde ingeniería financiera?
    ¿Y TODAVÍA NOS EXTRAÑAMOS DE LA CRISIS QUE DESATARON LAS PRACTICAS DE LA BANCA?

    03 febrero 2014 | 11:36

  3. Dice ser Jose

    osea, que entre inspectores y empresas se lo hacen todo ellos. Esta claro porque luego sólo van a por el ciudadano de a pie, no?

    03 febrero 2014 | 12:30

  4. Dice ser Ivan

    Veis, por eso quieren todos los españoles ser funcionarios, PORQUE ES UN CACHONDEO, es un SAQUEO a las arcas públicas y encima no se les puede echar a la puta calle.
    Yo haría privados todos los estamentos del Estado, incluyendo a los funcionarios, se iba a acabar el cachondeo y las estafas al dinero de nuestros impuestos.
    1saludo.

    03 febrero 2014 | 14:03

  5. Dice ser Icaro

    Yo no tampoco sé cuantos inspectores hay en excedencia, pero el sistema informático del BdE seguro que lo sabe. Los empleados del BdE no son funcionarios, su relación es laboral, y pueden ser despedidos como cualquier otro trabajador sujeto al Estatuto de los Trabajadores. El que algunos empleados pasen por una oposición es sólo un método de selección (de hecho hay otras formas de ingreso, sobre todo a niveles elevados). Es una entidad marcadamente jerárquica en la que el que manda se denomina “Gobernador”, aunque podría llamarse también Virrey. Los inspectores no tienen ninguna capacidad de decisión; pueden opinar lo que quieran y ponerlo por escrito (si se atreven) pero los que toman las decisiones pueden hacer lo que deseen sin tener en cuenta para nada la opinión del inspector actuante. Finalmente, para los mas lanzados y que piensen que esto es una bicoca, hoy mismo se han convocado 25 plazas de inspector. Más información del proceso en http://www.bde.es empleo.

    04 febrero 2014 | 20:11

  6. «Hubo un tiempo, añorado hoy por los conservadores más melancólicos, en que los manuales de urbanidad nos enseñaban la obligación de ceder el asiento a los mayores en los autobuses. Y en los botes salvavidas a las mujeres y los niños en los casos de naufragio. Pero los tiempos cambian y las normas se hacen mucho menos rígidas. Sobre todo ahora que los expertos en buenos modales a sueldo de cualquier think tank neocons parecen haber llegado a un consenso para reducir las normas de buenas maneras a una sola regla: los ricos primero.

    La norma, por otra parte, no es más que la aplicación estricta de aquella otra ley no escrita que dictaminaba que quien paga manda. Nos lo recordaba estos días el profesor de Filosofía Política de Harvard, Michel J. Sandel, al advertirnos de los perversos efectos que la creciente desigualdad tiene en la democracia. Y es que las salas VIP de los aeropuertos comienzan a ser un inocente recuerdo ahora que los clientes que pueden permitirse asumir el sobrecoste pueden experimentar el placer de acceder sin colas a la sala de embarque, ni listas de espera, viajando siempre en primera. Pero la priorización de los adinerados no se reduce a las agencias de viaje. De hecho, fue Marx quien hace ya bastantes décadas alertó de que con el capitalismo todo tiende a convertirse en mercancía. La diferencia está en que hoy se perdió el pudor por la compraventa de algunos productos cuya adquisición antaño sonrojaba.

    Así, hoy es posible contaminar más de lo permitido por el módico precio de pagar 13 euros la tonelada de dióxido de carbono. Y en el presidio de Santa Ana, en California, el reo tiene la oportunidad de pernoctar en celdas de lujo por el módico precio de 82 dólares la noche, una oferta sin duda atractiva para ser implantada en España con la que se podría hacer más llevadera la breve estancia en prisión de tanto prevaricador, corrupto y malversador mientras espera el indulto gubernamental. Por faltar no faltan ni las ofertas de amigos de alquiler gestionados, sin duda, por las más serias y competitivas empresas.

    Todo ello le lleva a preguntarse a Sandel sobre dónde está el límite a la total mercantilización de nuestra cotidianidad y nuestras necesidades. La disquisición tampoco es nada nueva si pensamos que mientras la ética protestante trabajaba de firme para sentar las bases del capitalismo, el catolicismo realmente existente en la época hacía sus pinitos, mucho antes de poner en marcha el Banco Vaticano, con la venta al por mayor de aquellas acciones preferentes para el Paraíso a base de bulas y misas de difunto.

    Así pues no resulta extraño que España se sume a las nuevas modas. O Catalunya. Por lo pronto, los trabajadores del Hospital Sant Pau de Barcelona denunciaban la pasada semana que la dirección del centro priorizó la intervención quirúrgica de un paciente privado de pago a una urgencia de un enfermo perteneciente al sistema público de salud. Pues eso, lo dicho, los ricos primero convertido en norma única de urbanidad. Aunque con excepciones, claro. Ahí está, por ejemplo, la nueva legislación de seguridad ciudadana que quiere aprobar el PP y sus planes para privatizar el orden público. Seguro que, en este caso, las dos primeras hostias de un segurata no se las va a llevar Amancio Ortega».

    por José Manuel Rambla | Periodista
    nuevatribuna.es | 13 Diciembre 2013

    04 febrero 2014 | 21:05

Los comentarios están cerrados.