Por Cesar Moya Villasante
Aunque no crean algunos Venezuela y España son una democracia. En el país sudamericano se castiga al disidente como vemos a diario e incluso se le encarcela. Felipe trata de mediar para evitar cosas que son propias de una dictadura bananera. Pero todo ello es el signo de debilidad del máximo responsable del estado.
Maduro no sabe defender con la palabra lo que se critica de él porque es muy débil en mentalidad y no sabe gobernar sin mayoría y sin voces efectistas en sus medios.
En España, aunque aun no se encarcela a nadie por disentir , sí se trata de presionar a gente crítica con el Gobierno.
Se conocen bastantes casos además de la manipulación de los propios. El caso es común. Demuestra la debilidad de un ejecutivo que no dialoga con nadie y ahora, en nuestra país, llega el enfado porque la oposición se pone en su sitio y está dispuesta a actuar como tal.
Una mayoría absoluta con apoyo, incluso de la oposición hacia muy fácil gobernar sin dar cuentas a nadie ni explicar nada. Ahora se preocupan porque el pueblo se ha cansado de ser ninguneado.
¿No se parecen ambos casos? Por muchas diferencias que queramos manejar.