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Entradas etiquetadas como ‘universidad’

El injusto 9 en selectividad de mi hijo

Por Teresa M.

Cuando hace cuatro años mi hijo pequeño hizo selectividad, en la Universidad Carlos III de Getafe (Madrid), tuvimos dudas de cómo corrigen los exámenes y ponen la nota; reclamó y no le hicieron ni caso, pero hoy he terminado de comprobar que corrigen como quieren. SelectividadMi hijo mayor, doctor en Matemáticas, ha realizado de nuevo la selectividad este año para empezar otra carrera. Naturalmente se matriculó para efectuar el examen de Matemáticas II. En dicho examen, se pueden imaginar como lo hizo siendo matemático, ha tenido solo un 9; no me extraña que hoy los chicos estén hasta llorando viendo las notas tan injustas que algunos les han puesto.

Estoy aterrada ante el recorte de las becas

Por Marta García Flores

Me llamo Marta, tengo 21 años y estoy en tercero de carrera de una carrera de 5 años, Veterinaria. Mi padre es un obrero de 59 años que lleva 5 sin encontrar un trabajo fijo. Trabajó un par de meses, por unos cochinos 600 euros el otoño pasado, y ahora le niegan las ayudas y le ponen mil impedimentos. Mi madre es ama de casa, de joven trabajó de administradora en una empresa, pero con la edad y su invalidez del 44% no podrá volver a hacerlo. A pesar de su invalidez no tiene derecho a ninguna ayuda.

En mi casa ahora mismo no entra ni un euro. Mis padres tiran de sus planes de pensiones, casi exhaustos, que ahorraron con esfuerzo de años de trabajo (en el caso de mi padre 42 cotizados, ni más ni menos). Nos quedan unos 3.000 euros de préstamo por pagar, un préstamo que se pidió porque un señor contrató a mi padre para hacer unos chalets y luego no le pagó, así que mi padre tuvo que poner de su bolsillo el dinero de sueldos de obreros y contratistas en su breve periodo como autónomo cuando yo aún no había nacido.988901

Llevo queriendo estudiar veterinaria desde los 6 años. Cuando me gradué en el instituto e hice selectividad, tenía un 8 de media, y acceso a muchas universidades de veterinaria españolas, pero escogí Lugo, a 1.000 km de mi casa en Valencia, porque es una ciudad muy barata en la que vivir. Actualmente, entre alquiler, facturas y comida, gasto unos 350 euros mensuales. Dejando aparte gastos extra como los viajes a mi casa para visitar a mi familia, eso son 3.150 euros en 9 meses de curso… yo pago 12 meses de alquiler. Hasta ahora me las arreglaba muy bien con la beca del Ministerio de 6.000 euros. Siempre me sobraba algo, como este curso, que me han sobrado 2.000 euros para ir tirando hasta enero (mínimo) que es cuando empiezan a conceder las becas del año siguiente. Soy una estudiante de notables y alguna matrícula de honor. Cumplo con, en teoría, todos los requisitos que con el nuevo proyecto de ley el Ministerio de Educación, con el señor Wert a la cabeza, quieren potenciar. Y precisamente por ese nuevo proyecto de ley sé que no voy a terminar la carrera. Porque van a reducir las becas para gente como yo a 3.000 euros, y no me salen las cuentas.

Ahora mismo estoy aterrada. Me veo en la calle, sin experiencia ni dinero, sin haber terminado la carrera, y a este paso también sin casa, si mis padres llegaran a perderla. Para mí está claro que ya es tarde… nadie me salva de tener que dejar la carrera este año, pero igual hay otros estudiantes que aún podrían seguir, gente que esté como yo o incluso peor. Espero que publiquen un artículo, algo pequeño, apenas unas líneas en su periódico. La gente necesita abrir los ojos, nos están robando. Si el dinero ya no está en las ayudas del paro, ni en los jubilados, ni en la sanidad, ni en la educación… ¿dónde está? No soy economista, pero no hay que ser muy listo para darse cuenta de que se lo están quedando. Y es hora de que hagamos algo.

Ruego que alguien me escuche.

 

El mito de la igualdad de oportunidades

Por José Antonio Pozo Maqueda

La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, tiene toda la razón del mundo cuando afirma: “Un título universitario ya no basta para lograr un empleo medio o alto”. Aunque yo añadiría que el “ya” sobra, porque casi nunca un título universitario ha sido suficiente para acceder a los empleos medios y altos mejor remunerados. EstudiantesEs un hecho evidente que para acceder a un empleo medio o alto la extracción social juega un papel fundamental; siendo más probable que los ocupen los universitarios de extracción social alta que los de extracción social baja: la sociedad –y cuanto más desigual sea con más razón-en ausencia de mecanismos equilibradores –lo que ocurre con mayor frecuencia cuanto mayor sea el protagonismo de un mercado sin cortapisas- se limita a reproducir las desigualdades existentes o, incluso, a profundizarlas. La tan cacareada igualdad de oportunidades no deja de ser un mito o, en el mejor de los casos, una declaración de principios vacía de contenido. Vamos, pura ideología para escamotear la realidad.

La educación y la buena educación

Por Julio Domingo Jiménez Ledesma

A estas alturas, de todos será ya sabida la noticia de que unos universitarios se han negado a saludar al ministro Wert durante un acto de entrega de premios en los que ellos eran los ganadores. “Para protestar por los recortes de educación”, dice la gente, pero más bien me parece que en lo que se ha recortado es en “buena educación”. Y es un defecto demasiado extendido entre el español de a pie. Ante todo en esta vida hay que ser educados, así me han educado a mí, e intento ser educado incluso con aquellas personas a las que no aguanto, entre las que se incluye el citado ministro. Dejándolo en ridículo en directo ante media España no vas a quedar por encima de él, sino que se va a demostrar lo barriobajero que puedes llegar a ser.

Así pues expresé mi oWertpinión al respecto, educadamente, a través de un tuit. “Y no me parece bien que esos universitarios le hayan negado el saludo a Wert. En esta vida, ante todo, hay que ser educado.” En las contestaciones a dicho tuit, como se suele decir, me han dicho de todo menos bonito. Y ello me ha llevado a preguntarme. ¿Dónde ha quedado la buena educación? ¿También la han recortado y no nos hemos dado ni cuenta? ¿Dónde ha quedado el debatir civilizadamente sin mentar a la madre de ninguna de las dos partes? Porque, señores, en esta vida hay que ser educado ya seas ministro o panadero. Si no estás de acuerdo con alguien, insultándolo o dejándolo en ridículo no vas a conseguir nada. De hecho le vas a dar la razón a él. El tiro por la culata, vamos.

Y no, no soy un viejo carcamal de 70 años que añore los años del franquismo (como me dijeron en uno de los citados tuits), sino un universitario más como los premiados con matrículas de tercera y cuarta convocatorias que no ve un duro de becas, el primero que le diría cuatro cosas a Wert si lo tuviera delante de mí, pero cuatro cosas sin perder la buena educación. Al fin y al cabo, es lo único en lo que no nos pueden recortar.

Nos engañaron otra vez

Por Irene Cabero

Manifestación de estudiantesAtónita me quedo cuando leo que el mejor físico europeo se queda sin beca en España. Imagino que a muchos no les ha pasado lo mismo. La comisión que juzgó su solicitud señaló su “poca relevancia internacional’. Más pasmada me quedo.

Las protestas contra los recortes, las subidas de tasas y la reducción de becas se han trasladado a las calles. Se supone que el objetivo de la educación es la accesibilidad de toda la población a la eduación y generar niveles formativos deseables para la obtención de una ventaja competitiva. Una ventaja para quién y sobre quién es la pregunta.

La reducción de las inversiones en educación solo tiene como resultado crear una sociedad más desigual y mucho más injusta. No es ningún secreto que solo la educación pública es capaz de integrar a todos los ciudadanos, a estudiantes de todas las clases sociales, etnias y culturas. Y necesita como es evidente más medios que una privada que selecciona a su alumnado en función a su pertenencia a su nivel socioeconómico. Educación de calidad para todos como un derecho y no como un privilegio.
La conocida como ‘Ley Wert’ es la séptima reforma educativa desde el inicio de la democracia. Realmente nos engañaron otra vez.

Profesiones devaluadas

Por Raquel Arrey

Soy maestra de Educación Infantil, de niños de 0 a 3 años. Cambio su pañal, les doy de comer y les pongo a dormir. Pero también los educo.

Hay diferentes tipos de carreras profesionales que se ven devaluadas continuamente. Un fisioterapeuta da masajes. No, no es sólo eso. También nos educa posturalmente, nos enseña ejercicios preventivos, y nos ayuda a fortalecer nuestro cuerpo. Pero la mayoría de las personas piensan en este profesional cuando les duele la espaldaGuardería

Un nutricionista nos hace dietas. No, no es sólo eso; nos enseña hábitos, nos da ideas y nos ayuda a tener una vida más saludable, no simplemente a estar delgados.

Lo mismo pasa con los maestros: por el hecho que la gran mayoría de mujeres han sido madres, parece que los y las educadoras hacen de niñeras. Hemos estudiado teorías, preparamos actividades y compramos juguetes con un propósito, no solo para tener a los niños entretenidos.

Con eso no quiero devaluar a las madres o los padres, que gran mérito tienen, pero sí hacerles ver que todas las profesiones (con carrera o sin) se merecen un valor y un respeto.

Me deniegan la beca por no ser… ¿una estudiante de provecho?

Por Laura Martínez Quintana

Soy una estudiante de Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona. Este año he pedido la beca general y de movilidad, ya que vivo a 60 kilómetros aproximadamente de la universidad, lo que conlleva un gasto de unos 300 euros por cada t-jove, que dura 3 meses. Además mis padres están parados y somos 4 personas en casa. Los únicos ingresos que tenemos son los 380 euros que gano yo por trabajar los fines de semana y el dinero que puede proporcionarnos mi abuela por viudedad. No obstante, la beca me ha sido denegada, a pesar de que por mi situación económica es más que evidente que la necesito para poder estudiar. Examen en la universidad

¿Por qué entonces no puedo recibir la beca y personas que están en condiciones económicas superiores a la mía sí pueden recibirla? Muy sencillo, por una norma irracional e ilógica. El año pasado cursé en la Universidad Pompeu Fabra el grado de Enfermería. Esta universidad, al contrario que otras, funciona por trimestres no como otras. Por eso me matriculé del primer trimestre que son 20 créditos. No obstante, me di cuenta de que no me gustaba y no quería dedicarme a este oficio. Porque supongo que las personas humanas podemos equivocarnos al elegir aquello que queremos estudiar y más teniendo en cuenta la edad a la que tenemos que escoger nuestros estudios superiores. Así que dejé la universidad habiendo aprobado y con buenas calificaciones los 20 créditos.

Ahora me dicen que una de las normas del Ministerio de Educación para conceder becas es que el alumno haya superado 30 créditos, ya que este organismo debe de garantizar que el dinero será destinado a un alumno «de provecho». Señores ministros, ¿a caso están queriendo decir que yo no soy una alumna de provecho por no haber cursado simplemente 10 créditos más? ¿Me están diciendo que, a pesar de que la carrera no me gustase y consiguiera excelentes calificaciones, no soy una alumna de provecho? ¿Tengo que renunciar a estudiar, que es lo que más he deseado en mi vida, porque una norma injusta dice que tengo que superar 30 créditos? Me parece que es excesivo por su parte, y que hay situaciones en particular que deberían  ser analizadas detenidamente.

«Norma injusta»

Pero es más sencillo dar becas a «diestro y siniestro» sin saber lo que realmente está pasando en su sociedad y a sus ciudadanos. Me parece lamentable esta situación. La verdad es que no me extraña que las cosas vayan así en este país. Pero no creo que nadie vaya a quedarse de brazos cruzados delante de estas situaciones. Creo que merezco una explicación razonable sobre esta norma injusta e irracional y por supuesto una posible solución.

Filosofía, sin duda

Por los alumnos de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca

Ciudadano, llega a tu sistema educativo un revolucionario producto que eliminará cualquier germen de conocimiento económicamente estéril: LOMCE®, una divertidísima reforma educativa que te ahorrará la siempre engorrosa tarea de pensar. Diseñada por los mismos benefactores de la civilización que dieron vida a otros artefactos filantrópicos como “¡Genere seis toneladas de basura con tan sólo apretar un botón!”, “¡Coma todo lo que pueda por sólo un euro!” o “¡Mutílese, compre, calle y vote!”

Manifestación antirrecortes Educación¿Cansado del absurdo laicismo de las sociedades democráticas? ¿Harto de promover la tolerancia? ¿Aburrido de fomentar entre la juventud habilidades de pensamiento crítico que lastrarán su rápida inserción en un mercado laboral cada vez más competitivo? No lo pienses más ¡LOMCE® tiene la solución! Este revolucionario producto elimina las tediosas clases de Educación Ético-cívica de 4º de la ESO que hacían perder el tiempo a nuestros jóvenes comprendiendo los obsoletos valores democráticos sobre los que se apoyaba nuestra sociedad. ¿Te agota el imperativo categórico? ¿Temes que tus hijos inviertan en ideas y no en Bolsa? ¡LOMCE® tiene la solución! Con su refrescante sustitución de la Historia de la Filosofía por clases de Economía de Empresa en Bachillerato la moralidad no volverá a ser un problema para los jóvenes ni su futuro una preocupación.

¡No te dejes engañar por los partidarios de la educación! Ellos dirán que educar en ideas es formar individuos libres. Y tendrán razón. Ellos dirán que la calidad de una democracia depende de la calidad de los argumentos de sus ciudadanos. Y tendrán razón. Ellos dirán que el pasado no se puede desahuciar. Y tendrán razón. Ellos dirán que no vale más quien compite a cualquier precio. Y tendrán razón. Ellos dirán que la prosperidad económica no puede ser la excusa para convertir las escuelas en vertederos. Y tendrán razón. Ellos dirán que el futuro no se puede hipotecar. Y tendrán razón. Ellos dirán que con el sistema educativo no se puede mercadear. Y volverán a tener razón.

Pero ¿qué es todo eso comparado con la felicidad del consumidor satisfecho, con la eficiencia del productor a destajo, con el éxito del especulador sin escrúpulos, con la tranquilidad del votante gregario, con la autocomplacencia de quien no sabe nada, no recuerda nada y no piensa en nada?

No lo dudes más: compra LOMCE®. Si dudas, pierdes.

Contra la reforma Wert pero desde clase

Por Dani Casado y Eric Esteban

Delante del ordenador de clase escribimos este artículo de opinión. Hemos decidido asistir a clase puesto que mucha gente piensa que los estudiantes hacen huelga por entretenimiento y por el hecho de faltar a clase, cuando no siempre es así. Creemos que la reforma propuesta es cuando menos deficiente, muy alejada de lo que el país realmente necesita, que es desarrollarse creativamente y no seguir un camino predefinido por el miedo al error, como muy acertadamente cita Ken Robinson: «El único error en un colegio es penalizar el riesgo creativo». Tome nota señor Wert.

Educación, que no nos desarmen

Por Marta García López

¿En qué punto del camino hemos (han) perdido el norte? ¿Desde cuándo la educación se considera un lujo y no un derecho? No sé en qué momento han cambiado nuestras ideas, no entiendo cuándo nos han hecho creer que la educación pública es un lujo para los españoles y no un derecho de todos nosotros. ¿Por qué debemos recortar becas universitarias (véase la beca Erasmus o la beca Séneca)  y no recortamos de otros lados? ¿Por qué ahora un estudiante universitario que desee moverse dentro de su propio país o viajar a otro países para aprender, para formarse, para adquirir experiencia, tiene que vivir por encima de sus posibilidades para ello? ¿Por qué he tenido que pagar un suma de más de 2.000 euros por una matrícula universitaria (en una Universidad Pública de Madrid) mientras existen sinvergüenzas con sueldos vitalicios de 7.000 euros mensuales que pagamos entre todos? ¿Por qué tengo que apretarme yo el cinturón y ellos no? ¡Que se lo aprieten ellos!

No os dejéis engañar, un agujero económico no justifica cualquier medida, cualquier recorte. Tenemos derecho a una educación pública accesible para todos; y es importante que la defendamos porque al fin y al cabo nosotros la hemos creado y nosotros la hemos mantenido. Y como dijo Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. ¡Que no nos desarmen!, porque el mundo necesita seguir cambiando.