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Entradas etiquetadas como ‘telefonos’

Me niego a llamar a un 902

Por Ángel Villegas

Un hombre hablando por teléfono. (ARCHIVO)

Un hombre hablando por teléfono. (ARCHIVO)

He visto en televisión un anuncio de una empresa aseguradora que me ha parecido interesante pero, sin embargo, no me he puesto en contacto con ellos para informarme y, en su caso, hacer la póliza correspondiente. Me habría interesado información sobre un despacho de abogados que ofrece servicios que quería contratar y tampoco me he puesto en contacto con ellos. Una empresa de reformas en los domicilios ha sido también descartada; y lo mismo ha pasado con una sociedad médica, con unas eléctricas, con una de fontanería, con una de servicio de comida a domicilio, con diversos vendedores de vehículos, con un dentista, con una de tapicería y otras que no enumero por no extenderme demasiado.

Si hubiera requerido los servicios de cualquiera de estas empresas, es muy posible que hubiera podido contribuir, dentro de mi modestia, claro, a la reactivación del escaso consumo que nos podemos permitir. No lo he hecho porque para ponerme en contacto con ellas tenía que hacerlo a través de un 902 que nos cuesta, si lo usamos, más que una llamada a un teléfono normal. Yo he perdido el tiempo y las citadas empresas un cliente, o probablemente más de uno, porque a todas mis amistades les he trasmitido que no estoy dispuesto a pagar por teléfonos de coste adicional; y menos aún cuando se trata de que, quien me lo cobra, sea alguien a quien le doy a ganar dinero como cliente.

La voz de las compañías

Por Carmen Casas

Me gustaría expresar mi indignación general en lo que concierne a la atención al cliente de las grandes multinacionales, en este caso concreto, les hablaré de las eléctricas.

Trabajo desde hace 5 años en un Call Center que tiene como cliente a una de las compañías eléctricas más importantes a nivel mundial. En sí, somos una empresa de servicios, subcontratada por esta compañía, qué es lo que hacen la inmensa mayoría de grandes empresas. Pues bien, primeramente indicarles, que entiendo perfectamente a los clientes, que llaman muchas veces indignados, quejándose generalmente de los errores que comete la compañía en cuanto las lecturas, la subida de precios, el tiempo de espera para ser atendidos…Lo sé, y el resto de trabajadores comprendemos su frustración, nosotros también somos clientes al igual que ustedes. Lo que no entiendo ni comparto son las malos modales y falta de educación de algunos individuos.

Archivo

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Clientes que llaman chillando e insultando, y que pretenden ser tratados como marqueses. Clientes indignados que  te exigen explicaciones sobre las tasas y normativas vigentes; perdonen, pero es que la mayoría de estas, se publican en el BOE. Prepotencia y chulería de muchos, que creen como trabajamos en atención al cliente somos medio analfabetos y no tenemos ni el graduado escolar. Más de la mitad de compañeros poseen títulos universitarios, o  están cursando estudios superiores, como en mi caso.

Pero lo que ustedes tampoco saben entre otras cosas, es que tenemos que trabajar en condiciones pésimas, por un salario miserable, que todos nuestros movimientos están controlados desde el primer minuto hasta el último, nos controlan las pausas visuales, el descanso, los minutos de baño, que nos presionan para acortar el tiempo de las llamadas, que entre llamada y llamada transcurren milésimas de segundo, que la empresa aprovecha el estado actual de este país para explotarnos bajo el lema ”todo vale “a sabiendas de que el personal pasara por el aro para no perder su puesto de trabajo…

Tengan un poco de calidad humana y sean conscientes, de que quien les atiende al otro lado del teléfono, no es una máquina, no es la empresa, es un ser humano.

El espionaje a mandatarios

Servicios secretos no tan secretos

Por Francisco Javier España Moscoso

¿Realmente alguien se cree que los servicios secretos obedecen a los intereses legítimos de los mandatarios de turno? Desde hace muchos años y estamos hablando de mediados del siglo XIX, la mal llamada “inteligMerkel y Obamaencia” de ciertos países, se viene encargando de mantener intocables los intereses de los poderes económicos propios, y a tal fin, han puesto y quitado presidentes en medio mundo y han sufragado guerras fratricidas, algunas con la venta ilegal de opio, hecho este que salpicó a la CIA y al ejército de EEUU, y que a punto estuvo de llevarse por delante al presidente Reagan. Con estos antecedentes, pretender ahora que un presidente votado por la ciudadanía y que en el mejor de los casos va a estar ocho años gobernando, sea el responsable de las oscuras directrices de los servicios de inteligencia y echarle en cara que está espiando a sus aliados, es como poco un ejercicio de candidez, o una rabieta de cara a la galería, y a buen seguro que ni el mismísimo Obama escapa de la indiscreción de sus propios servicios secretos, que bien mirado…, hace tiempo que dejaron de ser secretos.

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¡Otra de espías!

Por Isabel Esteban Güell

Parece mentira lo sugerente y rico que es este tema. Ahora Obama ha asegurado a una Merkel seria, enfadadota (la vemos mostrándonos su móvil oficial con el águila bicéfala alemana) que él no le ha espiado nunca el móvil. Seguro. Los preeminentes nunca hacen el trabajo sucio para eso están los equipos «auxiliares». Pero, de verdad, ¿cómo podemos soportar este mundo tan poco serio? No les da vergüenza hacer semejantes «declaraciones» teniendo en cuenta que hay referencias de las prácticas de espionaje desde los asirios y no digamos del antiguo Egipto. Pero ahora, fíjense, descubren el espionaje, cuando Caín ya espiaba al pobre Abel buscando el mejor momento.