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Entradas etiquetadas como ‘respeto’

Padres-entrenadores en las gradas

Por Núria Castellanos Crespo

Frases como “que no te enteras”, “vete a arbitrar a tu casa”, “estás cegato o que”, “niño, que estás dormido, espabila”  u otros insultos que prefiero no citar  las podemos escuchar desde las gradas los fines de semana en los partidos infantiles/juveniles de futbol, básquet, balonmano u otros deportes procedentes de los padres.  Pero, ¿esta es la actitud, comportamiento  y el vocabulario que queremos transmitir a nuestros hijos?

La mayoría de los padres apuntamos a nuestros hijos a hacer deporte para que se diviertan, se relacionen y porque es sano que hagan ejercicio.  Pero todos esos motivos distan mucho de la realidad que se puede palpar desde las gradas. Podemos ver discusiones entre padres que se faltan el respeto o gritos  a entrenadores y árbitros. Por no hablar de las humillaciones a sus propios hijos gritándoles lo que tienen que hacer o incitándoles a ser agresivos con el contrario.

Niños jugando al fútbol (GTRES, ARCHIVO)

Niños jugando al fútbol (GTRES, ARCHIVO)

Sin embargo, cuando nuestros hijos contestan al entrenador o al árbitro les decimos que se tienen que comportar. ¿Nos comportamos nosotros? Nuestros hijos muchas veces harán lo que nosotros hagamos, no lo que digamos. Con actitudes como esas los valores que estamos transmitiendo son: la falta de respeto, el egocentrismo, el anticompañerismo, la agresividad y la frustración.  Cuando lo que deberíamos potenciar es precisamente todo lo contrario.

Los padres debemos recordar que no somos los entrenadores de nuestros hijos, que para eso ya pagamos a un profesional que lo hace. Nuestra función es motivarlos y apoyarlos ganen o pierdan.  Si estas actitudes de desacreditación de  autoridad las extrapolamos a otros ámbitos como el educativo criaremos hijos sin respeto hacia nadie: ni a entrenadores, ni a árbitros, ni a profesores… y como consecuencia: ni a nosotros: los padres.  “Si quieres un ganador en casa entrénate, pero deja que tu hijo se divierta”.

La labor de las fuerzas del orden

Por J. A.

Imagen de la Policía Nacional. (ARCHIVO)

Imagen de la Policía Nacional. (ARCHIVO)

Escribo esta carta para informar de una situación que vivimos la mayoría de los jóvenes de Madrid en nuestros barrios. Estoy molesto de que me paren por ser joven, por no tener un coche moderno y me registren en plena calle preguntándome si he estado detenido, si tengo antecedentes, a dónde me dirijo y qué hago por esa zona. Hasta ahí puedo entender que es la labor de las fuerzas del orden (nuestra Policía Nacional) la que vela por los ciudadanos y la seguridad.

Lo que me indigna de verdad es la actitud que tienen muchos agentes con nosotros tachándonos de delincuentes, haciendo preguntas acusatorias, teniendo faltas de respeto que acaban en amenazas o sorna si se les da queja de su actitud impropia de alguien que en su manual tiene que hablar de usted, tratar con respeto al ciudadano y no utilizar la violencia verbal ni física si no es necesario realmente. Entiendo en parte ese comportamiento con ciertas personas que lleven esa misma actitud hacia ellos pero no lo entiendo cuando se muestra cooperación, educación y respeto.

Todo esto son situaciones aisladas que pasan día a día, pero no hay que olvidar las imágenes vistas en televisión, la agresividad que utilizan con manifestaciones pacíficas y gente que solo expresa su desacuerdo con una situación injusta. Personalmente, pienso que en ese aspecto las fuerzas del orden dejan mucho que desear. Me gustaría que se pudiesen tomar algunas medidas para que esto no pasase y pedir responsabilidades a quien sea de su competencia. También pedir a los ciudadanos de a pie que denuncien estas situaciones cuando estas ocurran, para promover así el respeto y la tolerancia.

En defensa de la palabra

Por Enrique Chicote

Gallardón, Sáenz de Santamaría y Rajoy, en el Congreso. (EP)

Gallardón, Sáenz de Santamaría y Rajoy, en el Congreso de los Diputados. (EP)

En España, tan grave está siendo el deterioro de las condiciones sociales como la devaluación de la palabra y su uso torticero. Nuestros políticos han hecho diabluras para que esto sea así. ¿Cuántas veces les hemos oído decir «digo» donde dijeron «Diego» solo unas horas antes y quedarse tan tranquilos? Una de sus prácticas habituales es negar la evidencia cuando el asunto les es desfavorable y amplificarla hasta hacerla irreconocible cuando les reporta algún beneficio. A menudo se premian unos a otros con palmadas en la espalda después de llenar el discurso del día de palabrería vana.

No les importa ampliar, cada vez más, el trecho que va del dicho al hecho, porque piensan que todo se lo perdonaremos si consiguen meternos más euros en el bolsillo. Lo peligroso es que el mal está calando en el cuerpo social y el embuste goza de mayor indulgencia. ¡Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que la palabra merecía respeto!

Animales sin voz

Por Rosa Mª Mambrilla

Agradezco a Enric Urrutia, director del documental-película La barbacoa, que nos haya hecho reflexionar sobre el evitable sufrimiento que causamos a los animales que comemos si modificamos nuestros hábitos de alimentación. Esta modificación no sólo puede cambiar nuestra realidad sino también la de los animales y la de nuestro planeta. La película explica el horror que están sufriendo la mayoría de los animales de la industria alimentaria desde su nacimiento hasta su muerte, inmersos en una cadena de uso y abuso.

Un primer paso para reducir el padecimiento de estos animales que comemos sería el cumplimiento de las normativas (tanto las propias como las de la UE) de producción, instalaciones, transporte y sacrificio de animales y así evitar, por ejemplo, que se sacrifiquen animales sin aturdimiento o que, aún vivos, sean colgados de una pata por las cintas transportadoras. Ineludible es la supresión del sistema Halal (sacrificio sin aturdimiento) permitido a los musulmanes que fomenta la picaresca de que, por intereses comerciales, se sacrifiquen por ese sistema animales fuera del ámbito musulmán. También sería necesaria la clausura de las granjas de ocas para la obtención del foie, como ya se ha hecho en la mayoría de países europeos y las de animales destinados a la industria peletera. Un grupo de ocas

La definitiva prohibición por la UE (marzo 2013) de la experimentación en animales con fines cosméticos evitará, si se obliga a su cumplimiento, que cada año un número  importante de animales  (perros, gatos, conejos, ratones, cerdos, etc.) sean sometidos a prácticas que hasta su muerte o sacrificio les producen gran sufrimiento. Contrariamente a lo que nos han hecho creer, la mayoría de estos experimentos no son para el avance científico sino para el lucro de la industria. Se deben buscar métodos alternativos a la experimentación con animales y cerrar los criaderos de animales destinados a este fin.

La sociedad progresa y el mundo animal debería hacerlo paralelamente. Declarar la tauromaquia “bien de interés cultural” es inadmisible. Las corridas de toros no son arte, el arte es creación y no destrucción con sufrimiento. Se han de abolir, donde no lo estén, las corridas de toros y las subvenciones a la tauromaquia. También se han de acabar las subvenciones (por ejemplo para promocionar la caza en las escuelas) y los privilegios  de la caza, no sólo por su actividad sino por las intolerables condiciones de vida de muchos de sus perros. Improrrogable es la prohibición de fiestas y espectáculos que causan sufrimiento a los animales.

Básica es la concienciación de la sociedad que los animales no son objetos sino seres vivos que sienten y padecen, siendo las escuelas un importante medio de incentivación al respeto por la fauna y el medio ambiente e imprescindibles las campañas de esterilización para acabar con el abandono, el hacinamiento de protectoras, el padecimiento de los callejeros y con los sacrificios sistemáticos donde no exista esta prohibición o hayan moratorias.

Se deben endurecer las penas de la Ley de Protección de Animales, ley de obligado cumplimiento que, cuando sea necesario, ha de ser completada por un reglamento y evitar las concesiones de los Ayuntamientos a empresas privadas para la gestión de las protectoras por el perjuicio que suele suponer para los animales.

Nuestra indiferencia ante el sufrimiento de los animales nos hace crueles. No dejemos que la triste frase de Schopenhauer  -“el hombre ha hecho de la tierra un infierno para los animales”- se perpetúe.

Por el respeto a los no fumadores en las terrazas cerradas

Por Piluri

DÍA MUNDIAL SIN TABACOBasta ya de que los bares y restaurantes habiliten zonas para fumar donde no está permitida su habilitación. Basta ya de que los bares y restaurantes permitan y faciliten, para su beneficio y en perjuicio de nuestra salud, que se fume en sus terrazas públicas cuando éstas están totalmente cerradas, sin ningún lateral abierto al exterior. Basta ya de que no se respete la Ley 42/2010, de 30 de diciembre de 2010, más conocida como ‘Nueva Ley Antitabaco‘, que nos protege de los ‘malos humos’ en locales cerrados. Y basta ya de que los bares y restaurantes se la salten a la torera, obligándonos a seguir respirando el cancerígeno humo del tabaco en sus terrazas cerradas.

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Profesiones devaluadas

Por Raquel Arrey

Soy maestra de Educación Infantil, de niños de 0 a 3 años. Cambio su pañal, les doy de comer y les pongo a dormir. Pero también los educo.

Hay diferentes tipos de carreras profesionales que se ven devaluadas continuamente. Un fisioterapeuta da masajes. No, no es sólo eso. También nos educa posturalmente, nos enseña ejercicios preventivos, y nos ayuda a fortalecer nuestro cuerpo. Pero la mayoría de las personas piensan en este profesional cuando les duele la espaldaGuardería

Un nutricionista nos hace dietas. No, no es sólo eso; nos enseña hábitos, nos da ideas y nos ayuda a tener una vida más saludable, no simplemente a estar delgados.

Lo mismo pasa con los maestros: por el hecho que la gran mayoría de mujeres han sido madres, parece que los y las educadoras hacen de niñeras. Hemos estudiado teorías, preparamos actividades y compramos juguetes con un propósito, no solo para tener a los niños entretenidos.

Con eso no quiero devaluar a las madres o los padres, que gran mérito tienen, pero sí hacerles ver que todas las profesiones (con carrera o sin) se merecen un valor y un respeto.

Cuando el ciclista es un incívico

Por Teresa

Quiero desde aquí expresar mi descontento con los ciclistas que a diario me intimidan a gran velocidad por las aceras. Como usuaria de la bicicleta y amante de este deporte que practico únicamente los fines de semana me gustaría que por parte de las autoridades tomaran en cuenta que por las aceras de Madrid caminamos personas que nos dirigimos a nuestro trabajo, escolares, personas mayores a sus quehaceres o sus revisiones médicas, y últimamente gran número de personas en bicicleta que no respetan la normativa de ir por las aceras a paso de peatón, con el consiguiente peligro para la integridad de éstos.ciclista

Ya que mi trayecto al trabajo me exige ir caminando durante 20 minutos aproximadamente, podría contar una anécdota diaria, algunas han sido verdaderamente peligrosas para mí y no ha ocurrido un accidente por segundos, pero la que más me ha dolido hasta el momento es la que ha tenido por protagonista una ciclista en la calle Bravo Murillo rozando a 5 centímetros a toda velocidad a mi madre cogida de mi brazo que la dejó temblando, mi madre tiene 80 años y por tanto su estabilidad es muy precaria.

¿Hasta cuándo las autoridades van a seguir cerrando los ojos ante este problema provocado por el incivismo de los ciclistas que a diario se dirigen a sus destinos a toda velocidad por las aceras?

Por el respeto de todos a los discapacitados

Por David Olid Britos

policia localEste jueves por la mañana cuando bajaba de la moto recién estacionada he visto cómo tranquilamente unos agentes de la Policía Local de Barberá del Vallés (Barcelona) aparcaban en una zona de discapacitados. En mi opinión, esto no es sólo una falta de ejemplo sino que puede perjudicar a los usuarios con dificultades de movilidad.

Al preguntarle a los agentes que por qué aparcaban allí, me han contestado con un «acuéstate». Acto seguido me han pedido la documentación de identidad. Me han cogido la matrícula y han salido sonriendo como diciendo «ya te llegará la receta».

Aún así, me arriesgo a recibir esa multa injusta a cambio del respeto hacia la gente con dificultades de movilidad. El pueblo les da derechos a las personas con dificultades mientras la ley se los salta.