Por Eira Mogas
No hace falta ser economista para saber que la economía crece y decrece, varía, sigue ciclos, y que debemos adaptarnos a ella. Así pues, en un momento de plena recesión, o nos adaptamos bajando los salarios o lo hacemos aumentando el desempleo. Y ahí viene la paradoja: mientras el BCE declara que considera prioritario facilitar la rebaja de salarios en la Eurozona, un estudio de AFI y Agett afirma que la tasa de paro subirá en España hasta el 25,1% en el tercer trimestre.
Y es que, como siempre, la historia se repite. Mientras en España seguimos estancados con un modelo rígido, impidiendo que personas que están dispuestas a trabajar por un poco menos puedan acceder a un puesto de trabajo, Islandia -por poner un ejemplo- opta por sus propias políticas y consigue reducir su tasa de paro del 12% al 5% en dos años.