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Entradas etiquetadas como ‘peaje’

La increíble máquina que devuelve monedas de 1 y 2 céntimos pero no las admite

Por Guillermo Martí Ceballos

Me parecen muy poco prácticas estas máquinas que han instalado en las autopistas para el autocobro del peaje. Por ejemplo, en el último tramo del peaje de la C-32 (Área de Tordera – Maresme), el importe a pagar es de 1,11 euros y como dichas máquinas no admiten monedas de 0,01 y 0,02 euros, tanto si metes una moneda o un billete, te devuelven siempre cuatro monedas de 0,01 euros o dos de 0,02 euros, por lo que si tienes que pasar a menudo por este peaje y no quieres pagar con tarjeta, vas acumulando esas pequeñas e inservibles monedas que son un engorro. Me parece incomprensible que con la avanzada tecnología actual, no hayan diseñado estas máquinas para la admisión de monedas de 0,01 y 0,02 euros. Una obviedad que me hace pensar que estas «pequeñas» anomalías cotidianas, tan frecuentes, son el reflejo de las grandes incompetencias que sufre nuestra sociedad.

Imagen de un peaje de la autopista (EUROPA PRESS).

Cataluña o Andalucía, ¿quién está peor?

Por Rosa Martí Conill

Susana Díaz (EFE).

Susana Díaz (EFE).

Señora Susana Díaz: ¿Sabe que la matrícula de las universidades catalanas es tres veces más cara que en Andalucía?

¿Sabe que en Cataluña pagamos peajes para circular mientras en Andalucía tienen autovías?

¿Sabe cuándo se va acabar el PER?

¿Sabe quién paga todo esto?

Se lo digo clarito: la aportación que hace Cataluña a Hacienda es mucha y esta reparte devolviendo migajas, mientras que a Andalucía le llega un chorro de dinero.

La demagogia es de poco ilustradas y rencorosas.

 

 

Una mala señalización para hacerte entrar en la carretera radial de pago

Por Eloy López Ortiz

Quisiera comentar que el pasado 19 de agosto me dirigía, a las 23 horas, a casa de un familiar en Loranca (Fuenlabrada, Madrid). Yo no soy de la zona y la verdad es que es un auténtico laberinto mal señalizado, y más por la noche. Cuando conseguí llegar desde la N-V a la carretera  M-506, tras ver dos carteles que anunciaban Loranca, me coloqué en el carril de la derecha como así parece que indicaba la última señalización para entrar en esta vía de servicio y en la cual no se señaliza peaje alguno.

(ARCHIVO)

Un peaje (ARCHIVO)

Otra indicación, al poco de coger el desvío con tres carriles, señaliza la radial a la derecha. Entonces me desvié hacia esa dirección y esperé la señal de peaje en el suelo para no meterme. Pero no existía y me dio por meterme a la derecha que era la zona a la que iba. ¡Zas! Ahí estaba la radial con indicación, una vez que has entrado y ya no puedes salir, a no ser que pares y des marcha atrás con lo que ello puede conllevar. Dentro tienes que llegar hasta las casetas de cobro para salir. Una vez que te equivocas no existen cambios de sentido, es recorrido único como el que se pone a las reses. Las señalizaciones de las radiales están dentro y del mismo color que las de uso general, si son privadas deberían tener carteles privados y de distinto formato a las del Estado.

No quieres entrar en la autopista y… ¡zas!

Por Manuel Nogueras Tamargo

Hace un mes, circulando por una autovía de Madrid, fui desviado de mi ruta por unas obras de mejora en la carretera. La falta de una señalización correcta terminó llevándome a los torniquetes de entrada a un radial de pago. Me vi en la obligación de abonar un servicio que no quería utilizar. Para volver, tenía que pagar el acceso y, una vez dentro, la vuelta a mi lugar de origen. Realice mi reclamación como otros muchos que nos encontramos en el mismo punto. He recibido contestación de la concesionaria de la radial con fotografía incluida del acceso, pero sin la señalización de las obras y sus posibles desvíos. Lo sienten mucho y no tengo razón.

Peaje en una autopista radial (ARCHIVO)

Peaje en una autopista radial (ARCHIVO)

Mi indignación cabe recurso por contarlo a todos ustedes a través de este diario para desahogarme con impotencia, porque denunciar ya cuesta dinero. Injusticias que padecemos los ciudadanos a diario y que uno no sabe si perder el tiempo en reclamar. Quiero decirle a mi Gobierno que se esfuerce más en señalizar bien estos accesos. Que repinte las señales de “peaje” pintadas en blanco deterioradas en el pavimento antes de llegar a sus accesos. A su vez le pido que proponga colores distintivos  de señalización antes de entrar a estas autovías. A veces tanta información de autovías recogida en un panel con el mismo color, despista. Los frenazos y las maniobras equivocadas para evitar entrar en estas autovías aumentan los riesgos de accidentes.

Rescates de autopistas. Y después, ¿qué?

El peaje de Alella, en Barcelona. (JORDI PUJOLAR/ ACN)

El peaje de Alella, en Barcelona. (JORDI PUJOLAR/ ACN)

Por José María García

Las autopistas siempre vuelven. El tema ha estado aparcado por la urgencia del rescate bancario, pero una vez solucionado éste, no hay razón para dilatar el asunto. Eso al menos deben pensar los adjudicatarios de las autopistas en quiebra.

El modelo que parece que propone el Gobierno es el de constituir una empresa estatal que se encargue del saneamiento de estas carreteras fantasma. Esta empresa, una especie de ‘banco malo’ de las carreteras, se encargaría de salvar del desastre a estas ‘pobres’ empresas a costa de los bancos anteriormente rescatados, que tendrían que aceptar quitas  de hasta el 50%.

Los bancos ya sabían que estos créditos a las autopistas eran de dudoso cobro por lo que para liberar los fondos provisionados a tal fin es bastante probable que acepten las rebajas y endosen estos activos tóxicos al Estado y por ende a todos los ciudadanos.

Lo que no queda claro es qué pasaría después. Es evidente que estas empresas están en quiebra por la falta de usuarios y no creo que estemos en el mejor momento para promocionar el uso de carretera de pago.

Las opciones del Gobierno con estas carreteras son bastante limitadas. La opinión más extendida es que el Gobierno planteará una nueva concesión en mejores condiciones económicas para los adjudicatarios. Aunque así fuera, el problema de fondo seguiría ahí: no hay coches.

El gran problema de la crisis en España es la falta de consumidores que puedan acceder a los servicios. Gracias al paro y a los bestiales recortes que estamos padeciendo, los españoles vivimos en una economía de subsistencia en la que nuestra preocupación es la alimentación y poco más.

El gran peligro que corremos los ciudadanos es que para incentivar el uso de estas autopistas de pago, el Gobierno imponga el peaje en todas las que hasta ahora son gratuitas. Ya se tomó esta decisión en Portugal para aumentar la recaudación y además esta fue la propuesta que hicieron al Gobierno las empresas concesionarias de estas carreteras ruinosas.

Solo falta que el Gobierno diga que esto no tendrá coste para los ciudadanos para saber que esta película ya la hemos visto.

Mi autopista, con vistas al mar, por favor

Por Raúl Rodríguez Mateos

Podría parecer paradójico que mientras se predica la austeridad en las cuentas públicas, se anuncian nuevos “ajustes” en el presupuesto de los servicios básicos y se preparan “externalizaciones” de estos mismos servicios con el argumento de que la iniciativa privada resulta más eficiente y barata, el Gobierno ultime la creación de una empresa pública para evitar la quiebra de una gran parte de las autopistas que “venían a modernizar el transporte y vertebrar España”.

Carteles indicativos de la Radial 5 de Madrid. (ARCHIVO)

Carteles de la R-5 de Madrid. (ARCHIVO)

Pero la ministra de Fomento podría informarnos gustosamente de que ante las excepcionales circunstancias que concurren en este caso, y a fin de cumplir con las obligaciones contraídas por anteriores administraciones y que un gobierno responsable no puede soslayar, su departamento ha decidido, por esta vez y sin que sirva de precedente, hacerse cargo de la deuda financiera que soportan las concesionarias de autopistas, así como abonar a las dichas empresas la cantidad de 350 millones de euros por los importes que se les adeudan como resultado de las expropiaciones de terrenos y las modificaciones que sufrieron sus proyectos de obras.

Asimismo, el gobierno anuncia la creación de una sociedad de autopistas, con un 80% de capital público, a fin de garantizar la sostenibilidad de estas infraestructuras, protegiendo el interés general y lo que ha sido el sello de identidad de esta administración: el reparto equitativo de las cargas sobre el conjunto de los ciudadanos. Así pues: ¡enhorabuena, españoles, a partir de ahora somos los afortunados propietarios de un “cacho” de autopistas! El mío, por favor, que sea con vistas al mar.