Por M. G.
Mi voto fue con mucha ilusión para Manuela Carmena, pero la verdad es que después de vivir lo que estoy viviendo diariamente cuando tengo que pasear a mi perro en el Parque Casino de la Reina de Madrid, revolotea más por mi mente el pensamiento que juré que jamás diría: «Esto con Botella no pasaba».
El lugar es un auténtico vertedero, en eso se resume todo. Las papeleras rebosan de basura y, en consecuencia, el suelo sobre el que caminan niños y adultos.
Es una auténtica pena que un parque con su historia y este emplazamiento se encuentre en estas condiciones. Los vecinos llevamos desde hace semanas denunciando esta situación al Ayuntamiento de Madrid pero no nos han hecho ningún caso.
No hace falta describir el olor, las moscas, palomas y los riesgos para la salubridad que supone la situación, especialmente en este verano en el que estamos encadenando varias olas de calor con altas temperaturas.
Finalmente, me gustaría aclarar que se trata, por su ubicación e historia, de un sitio con un tránsito de personas altísimo, visitado cada día por miles de turistas y vecinos que diariamente bajamos al parque infantil o a pasear a nuestras mascotas.