Por Patxi Aznar Bellido
No doy crédito a lo que está pasando, pienso que es increíble lo que está haciendo el titular de Exteriores del Gobierno de España en el Sáhara Occidental, antiguo Sáhara Español. Después de que España dejara a los saharauis abandonados en manos de Marruecos hace 38 años, dice que el plan que quieren presentar los Estados Unidos en Naciones Unidas para que la misión de la ONU (Minurso) pueda vigilar el respeto de los derechos humanos es inviable. Después de los crímenes horrendos allí habidos desde que Marruecos se hizo cargo de la situación y de que las más prestigiosas organizaciones en derechos humanos (Amnistia Internacional, Fundación Kennedy, Human Right Watch) hayan repetido por pasiva y por activa que las torturas continúan, confirmado todo esto recientemente por el relator para la tortura de la ONU, Juan Méndez. Ahora que era el momento de hacer un poco de justicia y devolverles no el país sino el respeto de los derechos humanos a los saharauis, llega el ministro y dice que no puede ser.
Independientemente que la defensa de los derechos humanos no necesite argumentación para que se haga, pienso que concretamente en este caso las consecuencias que puede acarrear la no vigilancia de los mismos por las tropas de la ONU (Minurso), pueden ser gravísimas, pues no hay que olvidar el tenso ambiente que a día de hoy se respira en cualquier rincón del Sáhara Occidental, con el ejército patrullando incesantemente.
