Por Mario Fernández Bravo
Cuando tenemos una alcaldesa de rondón -no electa- que no supo estar a la altura de la desgracia en las muertes habidas en Madrid Arena en un recinto que se oferta como panacea, carente de medidas de seguridad; cuando nuestra economía decrece y se esquilma la Educación, la Sanidad y se elevan las tasas de transporte y se recorta el servicio en los mismos, no podemos aspirar a albergar unos Juegos Olímpicos que posibilitarían, tal y como sucedió con el encuentro internacional de las juventudes cristianas, la aparición descarada de SICAVS en manos de mercaderes y oportunistas.
Nuestra candidatura ha de ser valorada de forma directamente proporcional a la poca seriedad y sinvergonzonería que abanderan los políticos que nos gobiernan en Madrid y que es harta conocida en el exterior; donde la gestión pública ha revelado la fuerte corrupción que ha esquilmado nuestro estado de bienestar y economía, mientras el Tribunal de Cuentas no ha realizado una correcta fiscalización posibilitando, transcurridos cinco o seis años, que los delitos fiscales de la financiación de los políticos y sus partidos, a costa de nuestro dinero, hayan prescrito.