Por Alfonso Prada Cano
Si Bárcenas pudo llevarse de tapadillo al extranjero docenas de millones de euros de dinero B, ¿cuántos más no debieron pasar por la caja B del PP para que sus dirigentes ni se enteraran o, al menos, lo toleraran?
De ahí que la nueva y mucho más insolente peineta de Bárcenas al salir de la cárcel, al decir que no se arrepiente de nada y que volvería a hacerlo, sea poco en comparación con la que nos hace el PP al sostener –contra la afirmación de la policía, el juez instructor, la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado- que la caja B es de unos particulares, no del PP.
Lo más vergonzoso para nuestro país es que ese partido, que proclama una ‘cruzada’ contra la corrupción mientras quiere elevar al tripe medio millón de euros la cantidad por la que se vaya a la cárcel por corrupción, todavía sigue representado a millones de “barcenitas” quienes no tienen rubor en afirmar que seguirán votándole.