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Entradas etiquetadas como ‘crisis’

Ni el déficit, ni la deuda

Por Enrique Chicote Serna

El ministro de Economía, Luis de Guindos (Europa Press).

El ministro de Economía, Luis de Guindos (Emilio Naranjo/EFE).

Durante estos últimos años de gobierno conservador hemos venido escuchando machaconamente que si se quería salir de la crisis era fundamental reducir la deuda pública y controlar el déficit presupuestario.

Para conseguir estos dos objetivos, se recortaron los gastos en sanidad, educación, servicios sociales, investigación y desarrollo y se subieron los impuestos, particularmente el IVA. Ahora, cuando ha finalizado con creces la legislatura, vemos cuáles han sido los resultados: España es uno de los países más endeudados del mundo (1,8 billones de euros; casi el 100 % del PIB), con un déficit en las cuentas públicas que supera casi en un punto porcentual el comprometido con Bruselas.

Para salir de esta situación, Luis de Guindos deposita sus esperanzas en el crecimiento económico. ¿Cuál? ¿El basado en salarios muy bajos que impiden tirar con fuerza de la demanda interna, a la vez que aportan cotizaciones  mucho menores a la Seguridad Social provocando un aumento del déficit?

 

Culpar del déficit al gasto de las autonomías que cubren gastos sociales produce vergüenza ajena

Por César Moya Villasante

Cristóbal Montoro.

El actual ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. (EFE)

Todo el mundo sabe que el sistema económico en que vivimos está basado, entre otras cosas, en el consumo, y que si este se paraliza el sistema se quiebra. Todo viene de un empleo precario, entre otras cosas, porque los salarios son indignos y la cotización es mínima o nula, y eso sin considerar a aquellas personas que trabajan ya gratis (que las hay) con la corrupción de las becas.

Todo ello consentido por un gobierno plegado a Merkel y contento de aplicar el sistema por su ideología para eliminar a una gran parte de la sociedad y convertirla en sierva de los amigos banqueros y altos empresarios. Además, si contamos con una corrupción altísima, más de lo que sabemos, nos encontramos con un déficit mucho mayor del marcado. Todo esto se le puede consultar a cualquier comerciante de cualquier ciudad española. Pero lo peor es la mentira preelectoral diciendo que todo iba bien bajando el IRPF.

Por ello, echar la culpa al gasto de las autonomías que cubren gastos sociales y a los pobres enfermos de hepatitis produce vergüenza ajena. Pero a ellos no les produce ninguna porque cumplen su hoja de ruta: la que pensó Rajoy a la semana de conseguir la presidencia del gobierno.

El Congreso de los Diputados, cerrado por vacaciones

Por Javier Prieto Pérez

Congreso de los Diputados (Archivo).

Congreso de los Diputados (Archivo).

Después de los tres meses transcurridos desde la celebración de las pasadas elecciones, nuestros políticos han llegado a un acuerdo en el Congreso. Por fin, sus señorías han mostrado una gran voluntad negociadora, lo cual habría sido motivo de júbilo si fuera en aras del bien común de todos los españoles. El problema es que dicho consenso, alcanzado en unos instantes, no tiene como fin establecer una coalición que permita la gobernabilidad en España. Ese pacto hace mención a las tres semanas de vacaciones que van a disfrutar los parlamentarios en Semana Santa.

Como consecuencia de esta medida, que supone la ampliación de su periodo de descanso, se pospone la Junta de Portavoces del 22 de marzo, y el Pleno del día 29 de marzo se retrasa al 5 de abril. Al margen de las cuestiones de calendario, resulta indignante comprobar cómo esos mismos diputados que se muestran intransigentes a la más mínima concesión del adversario, se transforman en camaradas y aliados de hemiciclo cuando sus intereses particulares están en juego.

Dicha actitud irrita a los ciudadanos por dos cuestiones. Porque España está sumida en una parálisis por culpa de su intransigencia, preocupados sólo de sus fines partidistas. Y, sobre todo, porque la lacra del desempleo golpea a más de 4 millones de personas que padecen graves problemas económicos.

Ante esta situación, nuestros representantes se permiten el lujo de interrumpir su actividad durante un espacio de tiempo tan prolongado. Demuestran que viven en una burbuja, de espaldas a la realidad, y lo que es peor, con el dinero del contribuyente, de cuyos problemas reales no se ocupan. Las dificultades graves se afrontan trabajando con energía y responsabilidad, no incrementado los periodos vacacionales.

 

La humillación de los aficionados del PSV: Hay pobreza, aunque los medios traten de ocultarlo

Por Jorge de Lalama Seoane

Aficionados del PSV increpando a un grupo de mujeres que pedían limosna en la Plaza Mayor madrileña (Twitter: Miquel_R)

Aficionados del PSV increpando a un grupo de mujeres que pedían limosna en la Plaza Mayor madrileña (Twitter: Miquel_R)

Mucho se indignan los medios cuando un grupo de holandeses tira unas monedas al suelo a unos indigentes a los vitores de «olé» y mucho se esfuerza la Policía en ocultar la miseria de Madrid a los turistas.

Pero es que hay pobreza por todas partes, legiones de indigentes que en su día tuvieron un trabajo, hasta estudiaron una carrera universitaria, salpican la capital; debajo de los puentes, en los cajeros automáticos, en la Plaza de España, familias enteras en la Plaza Mayor, asentamientos en el Parque Tierno de Galván.

Los medios prefieren dirigir su mirada a la pobreza de otros países, a los refugiados que huyen de la guerra, mientras nos dicen que aquí no pasa nada. Los europeos no son tontos y ven la pobreza y la miseria cuando vienen a Madrid, por mucho que se empeñen en ocultarla. 

 

Ayuda a los refugiados sirios: a favor y en contra

Nosotros no estamos pasando las penurias de la guerra, pero tampoco lo estamos pasando precisamente bien

Por María Teresa Pérez

Emigrantes tratando de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia (EFE).

Emigrantes tratando de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia (EFE).

¿Generosidad?, ¿humanidad?… ¿Es posible en una Europa en crisis?

Hace varios años vivimos una época de vacas gordas, pero desde que nos empezó a azotar la crisis hemos visto cómo mucha gente se ha quedado sin trabajo, familias que malviven con lo que pueden y para colmo ha salido a la luz una corrupción desbocada. Todo ello hace que nuestras arcas públicas están más vacías que llenas.

Ahora, por la terrible guerra en Siria están huyendo miles y miles de familias camino de Europa y en muchos lugares se les cierran las fronteras.

Nosotros de mil amores podríamos acogerlos, el problema es que si ni siquiera tenemos para atender bien a nuestra gente, ¿cómo lo haríamos? La situación de Europa, y mucho más la de España, no es la boyante de años atrás.

La cosa sería muy distinta si al menos los corruptos devolvieran el dinero saqueado pero «una cosa piensa el burro y otra el que lo monta»: nadie devolverá un céntimo.

¡Qué más quisiéramos que ayudar y ayudar! Y ese significa dar comida, techo y trabajo. Pero hay situaciones en las que no se trata de no querer, sino de no poder.

Suponemos que son buenas personas y muchas de ellas bien preparadas. Y que deben repartirse entre los países de la Unión Europa, sobre todo entre los que estén en mejor situación. Nosotros podríamos acoger a algunos, pero que tengan en cuenta que lo haríamos con mucho sacrificio y que entre nosotros también hay mucha gente que no está pasando las penurias de una guerra, pero que tampoco lo está pasando precisamente bien.

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Es deleznable el cierre de fronteras a personas que huyen de la masacre

Por Karima Muhammad

«¿Unión Europea? Pues sí. Y parece ser que llevan muy en serio dicha unión ya que, por lo que podemos ver, todo lo que acontezca en Europa merece ser objeto de digno eco y nos transformamos en seres ultra humanitarios, véase Charlie Hebdo o los atentados de París.

Pero… ¿qué pasa cuando pasa fuera de nuestras fronteras? Pues que esa humanidad y empatía se nos va por los poros. Es del todo deleznable que se cierren las fronteras a personas que huyen de la masacre y la barbarie; a niños muriendo de frío y hambre; a madres dando a luz en barrizales y un largo etcétera.

¿Esta es la Unión Europea de la que tanto presumimos en los noticieros internacionales? Es intolerable que en pleno siglo XXI se utilicen varas de doble medir en tragedias humanas. Sí, porque la vida da muchas vueltas y puede que mañana seas tú el pobre exiliado en busca de una vida que ni si quiera podríamos decir mejor, pero sí muchísimo más tranquila.

 

Solo pido dos cosas a los jefes en el trabajo: educación y formas

Por José Antonio V. P.

Esta carta va dirigida a todos aquellos que creen que la productividad es directamente proporcional a lo amargado y pisoteado que esté el empleado. Esta carta va dirigida a vosotros, jefes, que vivís de la reafirmación del aplastamiento a los demás, que fomentáis la mueca de tristeza, que gritáis en lugar de explicaros, que habéis encontrado en la post-crisis y en las «de-formas laborales» una excusa perfecta para convertir las comunidades en rebaños.

Una mujer en una entrevista de trabajo (INFOJOBS).

Una mujer en una entrevista de trabajo (INFOJOBS).

¿Creéis que lo estáis haciendo bien? ¿Habéis meditado bien si amenazar constantemente a las personas con esa espada de Damocles llamada despido os sale a cuenta? ¿No pensáis que si un trabajador se siente a gusto trabajará mejor y será más productivo? ¿Reflexionáis sobre si corregir a alguien que está haciendo algo mal de buenas maneras es lo correcto?

No pido caminos de rosas, solo pido dos cosas: educación y formas. Cuando en el nexo jefe-empleado se pierden estas dos palabras, llega la desconexión, el binomio resta y no suma. Creo que aplicando estos dos vocablos todo fluye, ya que uno entiende que lo ha hecho mal y tiene que mejorar, gracias a cómo se lo dicen consigue subsanar su error.

Afortunadamente el mundo no es negro o blanco, está lleno de colores y hay muchos jefes que prefieren la luminosidad y que, aunque hayas hecho la mayor pifia del mundo, para la reprimenda optan por la educación y las formas. A vosotros también va dirigida esta misiva y os doy infinitas gracias y la enhorabuena, por vuestra empatía y por recordar que alguna vez estuvisteis en nuestro lugar y cometisteis errores.

Y no puedo olvidarme del último destinatario de esta epístola, ¡sí, eres tú! ese que aguantó alaridos delante de los demás, ese que se fue a casa hecho polvo porque le hablaron con desprecio, ese que después de un día laboral pensó que no valía para esto. ¡Ánimo! Eres tan válido como los demás y algún día darás con gente resplandeciente que te trate como mereces y que valore tu trabajo. Si algún día ocurre eso y de repente gustas tanto que te encuentras en el otro lado de la tortilla ten siempre presentes dos palabras en tu mente: educación y formas.

P.D. “Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario”. Elbert Hubbard

 

Nos pueden dejar sin casa, sin derechos laborales, sin una sanidad digna… pero es otro cantar si nos tocan el fútbol

Por Juan Ponce Rojas

Selección española.

Retransmisión, en pantalla gigante, de la final del Mundial de 2010 en Barcelona. (ARCHIVO)

Quiero con estas palabras definir de como nos va en esta España nuestra.

Nos puede tocar que nos dejen sin casa después de toda una vida luchando por ella. Que nos traslademos a los años 70 con la precariedad de los derechos de los trabajadores. Que nos dejen sin una sanidad digna y nos dejen morir en la sala de espera por falta de recursos o personal.

Que los bancos nos roben con sus elevados intereses. Que tengamos como país una vergüenza en toda Europa por su corrupta clase política

Pero es otro cantar si tocan el fútbol; con este si nos lanzamos a la calle a decir «todos somos la Roja». ¡Así nos va!

PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos: mientras vosotros habláis, yo tengo la miseria en una cuenta bancaria

Por Adela de Pablo

Me gustaría saber todo lo qué he hecho mal, quizás así pudiera justificar todos los sinsabores de mi vida. Mira que luché por tener una vida bonita, no buena, sólo bonita, y cuando digo eso es porque quise hacer lo que muchas hacen; de lunes a viernes trabajar, llevar al colegio a sus hijos, recogerlos, cenar, discutir, levantarse y así durante 5 días consecutivos.

También me hubiese gustado y mucho, ir los viernes a cenar al burger, al japonés o al italiano, y si no en casa, palomitas y pizza, a lo mejor ese día también tocaba discutir, por elegir el canal de la tele. Pero vaya, eso no salió bien.

Los líderes de los cuatro partidos políticos más votados (20 Minutos).

Los líderes de los cuatro partidos políticos más votados (20 Minutos).

Ahora, todas las mañanas pongo las noticias en la tele, porque yo elijo el canal; ahora sí que estoy y me siento sola. Esta es mi rutina: encender la televisión, desayunar un zumo de dos naranjas, dar de comer a mis gatas, hacer café y tomármelo con tres pastillas, una es para que “rule” la vida y las otra para que no me salga de ella.

Trabajo de teleoperadora en un CEE (Centro Especial de Empleo, 4 horas, 520 euros al mes, netos), y mientras hago todo esto, os veo, os oigo y os siento. Habláis de tantos derechos, os enojáis, insultáis, humilláis y defendéis a ultranza como si en ello os fuese la vida, pero bien sabéis que es mentira, que si la vida os planta, vuestros principios cambian de pareja. PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos, ¿qué más da? Si mientras vosotros habláis, yo tengo la miseria en una cuenta y la desgracia en el alma, porque yo he trabajado toda la vida y ahora estoy desnuda frente al espejo y vacía frente a la vida.

65% de discapacidad, eso por enfermedad mental. No me dan más de cuatro horas, porque según dicen «no hay más trabajo y para todos no llega». Es razonable, mi empresa percibe 4.100 euros/año por mí, que tengo una enfermedad mental superior al 65% (Yo percibo al año 5.720 euros netos).

Seguid hablando. Yo mientras me visto, desayuno y de paso os insulto en voz alta y solo, tan solo pido, no sé a quién, que todos y cada uno de vosotros, tengáis el privilegio de vivir y disfrutar un mes de mi vida; cambiaréis vuestro discurso, os lo aseguro.

Porque cualquiera puede ser yo y yo puedo ser cualquiera.

 

Al hablar de desempleo, ¿qué hay de los que tenemos más de 40 años?

Por Xisco Marín Nadal

Cola en una oficina del INEM.

Cola en una oficina del INEM. (EFE)

Lejos de ser un tópico es una de las realidades que estamos sufriendo hoy en día muchos de nosotros. A mis cuarenta y seis primaveras me encuentro en una situación que nunca imaginé: estar sin empleo desde los cuarenta y uno. He llevado personalmente el CV, lo he modificado varias veces, estoy en varias páginas de empleo por internet, inscrito en agencias públicas y privadas de colocación. Una serie de herramientas que imagino también habréis utilizado.

En esta situación nos hacemos muchas preguntas sin obtener respuesta alguna, lo que hace aumentar nuestra desesperación y nuestra ansiedad. ¿Por qué no tengo un hueco en esta sociedad? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿Sirve de algo lo que estoy haciendo? ¿Por qué no me llaman? Eres lo más cuestionado, pero por ti mismo. Estas preguntas son el reflejo de cómo uno se siente después de utilizar todo lo que el sistema nos da para, en teoría, hacernos más accesibles a ese empleo que nunca llega. La impotencia es tal que te pasan auténticas locuras por la cabeza. No ves salida ninguna, pero la mayoría de nosotros nos sobreponemos y no las llevamos a cabo.

Me considero joven, con ganas de trabajar, con una dilatada experiencia laboral, con más o menos estudios pero con conocimientos que sólo con el tiempo se adquieren, con las ideas muy claras y con las ganas más grandes del mundo de aprovechar una oportunidad. No pierdo la esperanza, pero soy consciente de que a partir de los cuarenta no somos lo suficientemente atractivos para las empresas. Laboralmente hay varios grupos en los cuales por la edad hay una serie de descuentos y/o ventajas para las empresas y los que nos corresponden a nosotros son insuficientes para que seamos “apetecibles” laboralmente hablando. Cuando hablan del desempleo en los medios siempre oímos hablar del paro juvenil, el primer empleo, la prejubilación, etc. Pero, ¿qué hay de los que tenemos de cuarenta para arriba? Apenas nos mencionan.

Somos muchos y valemos mucho, solo pedimos una oportunidad, que nos permitan reciclarnos. Todos tenemos ese derecho. Si no, ¿cómo vamos a hacerlo? ¿Pagándonos el reciclaje con un dinero que no tenemos? Creo que el presupuesto dedicado a política social, en concreto el de formación y empleo, podría ser más equitativo y justo con nosotros. De esta manera las posibilidades de tener esa oportunidad que tanto deseamos serían mucho mayores. Mis palabras no son más que los sentimientos de una persona que día a día lo pasa muy mal para salir adelante. Espero que algún día esta carta pueda ser leída por todos vosotros y podamos compartir todo esto que tanto nos afecta pero que tanto nos une.

Sobre la subida del salario mínimo

Por F. J. Aparicio Carrera

En el último Consejo de Ministros del año 2015, se han aprobado las subidas del salario mínimo interprofesional un 1% anual, 6,60 euros/mes, o lo que es lo mismo, 22 céntimos de euro al día y el incremento de las pensiones en un 0,25% anual. A la vista de estas «tremendas» subidas, está claro que hemos salido de la crisis y no ha habido grandes pérdidas de poder adquisitivo.

Un montón de monedas de euro (GTRES).

Un montón de monedas de euro (GTRES).

Hace falta mucho «cuajo» y desfachatez cuando en la misma reunión ministerial se bajaban las retenciones por I.R.P.F., de media un 3%, favoreciendo principalmente a los que más cobran, haciendo que la desigualdad y la brecha entre los más pudientes y los más necesitados sea cada vez más acusada.

Eso sí, no todas son malas opiniones. El magnánimo presidente de la C.E.O.E., estima que las subidas del S.M.I. son correctas; aunque lo extraño es que alguien que ha compartido mesas de negociación con Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández, entre otros, pensase de diferente manera.

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Por Rafael Bueno

La casta política ha fijado el salario mínimo para el próximo año en 655 euros. ¡De vergüenza! Y lo peor es que hay muchos ciudadanos trabajando a destajo hoy día, por debajo de ese mínimo.

¿Dónde están los sindicatos? Con esa miseria de salarios tienen que vivir los trabajadores y pagar encima los gastos de lujo de los vividores de la casta política. ¿Podrían vivir los políticos con ese dinero? Pues deberían hacerlo, porque la política debería ser un acto de servicio vocacional. Pero no, esta casta política está muy alejada de esos valores y, con sus actos, ha elevado a los altares al que fuera Caudillo de España por lo gracioso que es Dios.

Ya lo dice el refrán: por detrás vendrá quien bueno te hará.