Por J. Antonio
A la hora de vender o comprar un piso de segunda mano se dan innumerables consejos desde ponerlo bonito; pintarlo o incluso despejarlo lo máximo posible, no abusar del precio, consultar el Registro de la Propiedad, la Comunidad de Propietarios, etc. Pero nunca he escuchado ninguna recomendación sobre el buzón. Y me vengo a referir a mi propia experiencia.
Foto: SERGIS BLOG/FLICKR
Acabo de vender mi piso, gracias a Dios. Llegamos al acuerdo con los compradores de que nos guardarían nuestra correspondencia. No fue fácil y los problemas en la notaría se agudizaron. Al final todo salió bien pero los compradores se negaron a darnos las cartas que iban llegando a nuestro anterior buzón. Así que montones de cartas perdidas y quizás devueltas. Fui a la oficina de Correos para buscar una solución como años antes en el que con tan solo comunicar mi nueva dirección me las reenviaban. Sorpresa, ahora Correos te cobra 33 euros cada mes por «el reenvío». Así que nuestras cartas estarán por el limbo.
Os recomiendo que cuando vayan ustedes a vender su vivienda recopilen durante todo el tiempo necesario direcciones, desde aquellas que reciban periódicamente en espacios cortos de tiempo como aquellas que reciban de tarde en tarde, puede ocurrir que vuestras cartas las sigan recibiendo extraños y las abran. Un cero para Correos.
