Por Santiago Aragón Guarné
Hay institutos que ya imparten en el ámbito de la formación profesional (a partir de 16 años) ciclos formativos de actividades físicas y deportivas y disponen de instalaciones y profesionales cualificados. Si crearan grupos con adolescentes de 12 a 16 años que compaginaran un deporte establecido en la zona con asignaturas adaptadas de la ESO se tendría la posibilidad de cursar una educación secundaria deportiva que ahora solo existe en escasos centros de referencia y de difícil ingreso.
No se trata de potenciar la competitividad sino de asumir el centro de interés de aquellos que en el patio se vuelven locos corriendo detrás de una pelota para, desde ese banderín de enganche, desarrollar el resto de asignaturas con el fin de diversificar oferta y disminuir el fracaso escolar.