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Entradas etiquetadas como ‘Celiaquía’

El Open de Tenis de Madrid menosprecia a los celíacos

Por Amaya Granado

El sábado pasado estuve con mi hijo celíaco en el Open de Tenis de Madrid. Cuando adquirí las entradas, claramente especifican que no se puede meter ningún tipo de comida y/o bebida, por lo que yo no me llevé nada para el niño. Tampoco permiten salir fuera del recinto para ir a comer y luego volver.

Una niña comiendo alimentos aptos para celiacos (ARCHIVO)

Una niña comiendo alimentos aptos para celíacos. (ARCHIVO)

Cuando llegué eché un ojo por los puestos de comida y son eran hamburguesas, bocatas, etc…  Fui al punto de información a preguntar. Estaba el responsable y él me dijo que no me preocupara que los stands estaban preparados y que abajo en el restaurante SetBall, también.

Llegó la hora de comer y como era lógico, los stands me dijeron que «no». Fuimos al restaurante y otro «no». Y subí de nuevo a información: el responsable seguía insistiendo en el restaurante SetBall y tuvo que bajar él personalmente para cerciorarse.

Al cabo de un rato vino y dijo que me sacaba un menú del restaurante de empleados ¿para mi hijo? Esa no era la solución. No creo que mi niño haya sido el único celíaco en pasar por allí.

También me dijo el encargado que si yo hubiera enviado un email a la organización, me hubieran autorizado a llevar mi comida. Y me pregunto: ¿esto tengo que adivinarlo? Porque bien claro dejan en la web y en las entradas que no se puede acceder con ningún tipo de alimento. Si hay algún tipo de excepción para entrar alimentos, debería quedar igualmente bien reflejado, ¿no?

Si prohíben la entrada de alimentos, deben asegurarse de tener dieta apta para este tipo de alergias/intolerancias. La dieta sin gluten no es un capricho, es una enfermedad y la organización de este evento ha demostrado un absoluto menosprecio para estos colectivos.

Me gustaría me indicarais si de algún modo puedo poner una reclamación o algo directamente a la Comunidad de Madrid para que realmente hagan algo con esto.

Al final, uno de los stands, Raza Nostra, nos sirvió la carne de hamburguesa sin pan y las patatas fritas también. Me dijeron que la freidora era sólo para patatas. Incluso a la hora de hacer el menú de Ismael, mi hijo, la chica que iba a manipular se cambió los guantes.

La nutrición y dietética, ¿una carrera de segunda?

Por Luis Cabañas Alite

Quien me conoce lo sabe. Y quien no, miente o está poco atento. Soy Dietista – Nutricionista. He estudiado la carrera de Nutrición Humana y Dietética. Para quien no sepa quién es este profesional, el resumen rápido es “cuenta-calorías”. Sinceramente, eso es como decir que el cirujano “abre y cierra cuerpos”. Y tengo un problema: me gusta mucho lo que hago.Y es que todos los que hacemos esto (de la dietética, digo) sabemos que nuestra titulación es muy poco conocida, muy poco valorada y, ¿quién no me lo ha dicho alguna vez?, una carrera de segunda (‘Ah, ¿pero es una carrera?’, me dijeron más de una vez).

Una mujer obesa ante una mesa con varios alimentos. (ARCHIVO)

Una mujer obesa ante una mesa con varios alimentos. (ARCHIVO)

¿Tenemos que asumir esto?, ¿somos una carrera ‘de segunda’? Quizá sí. Quizá sí tenemos que asumirlo. Al menos, una parte de nuestros colegas ya lo asume y se vende, o se cambia o se transmuta en otra cosa rara e inconsistente que da hasta lástima.

Pero, ¿y si tienen razón? Al fin y al cabo, seguramente no estemos representados en los equipos que consigan curar el cáncer (oh, ¡el cáncer!). Quizá sí, pero de pasada, claro. Claro. Ya.

‘Asumamos la realidad, colegas (¿cuál es la realidad?)’. Invito a que imaginen una conferencia titulada así: la sala repleta hasta la bandera. Los asistentes, expectantes. El ponente se levanta y empieza su alegato: Los dietistas-nutricionistas sólo pueden participar en el tratamiento de algunas cosas. Y entonces la gente más valiente se alza y responde. ¿Cómo se atreve a decir ‘algunas cosas’?

‘Algunas cosas’ como obesidad y diabetes (estas se las sabe todo el mundo, ¿eh?). También celiaquía, o cualquier intolerancia alimentaria. ¿Alguien dijo fructosa? Vaya. ¿Y consejo en cualquier alergia de origen alimentario?, que no se nos olvide. ¿Y la alimentación en geriatría o en la infancia? O ahora va a resultar que los viejos y los jóvenes no comen o no tienen problemas que puedan tratarse o evitarse en el futuro gracias a la alimentación (haberlos, haylos).

Incluso en hospitales, la figura promueve una mejora en la calidad de vida en Oncología, Pediatría, Medicina Interna, Cirugía,… ¡Y en bastantes enfermedades o estados! ¿Cómo? Pues se disminuye la cantidad de fármaco a proporcionar, la estancia, aumenta el éxito… Y en embarazadas o durante la lactancia y primeros años la alimentación puede ser importante (¿sólo puede?) para prevenir males mayores. Y, bueno, no hablemos de la alimentación en los deportistas, que esta también se la sabe todo el mundo (y que a mí no me acaba).

Y he conocido dietistas-nutricionistas investigadores, divulgadores… (Algunos incluso lo son todo a la vez) e incluso algunos que ‘sólo’ se dedican a tratar con la población general para mejorar su alimentación, su estado anímico (¿o ahora mejorar el aspecto no ayuda?) y, en definitiva, a mejorar su estado de salud futuro. En definitiva, los dietistas- nutricionistas deberían conocerse en la salud o en la enfermedad.

Asumamos la realidad (pero, ¿cuál?). Los dietistas-nutricionistas sólo pueden participar en el tratamiento de algunas cosas. ‘Algunas cosas’. ‘Somos una carrera de segunda’. ¿Somos una carrera de segunda? ¿Somos una profesión de segunda?