Las risas, como las lágrimas, revelan la personalidad de sus protagonistas. En el Parlamento, cuando se debatía el tema de los desahucios, en los que IU defendía a los más desfavorecidos, diputados del PP se burlaron de Cayo Lara, ausente desde hace días por enfermedad, gritando: “¿Dónde está Cayo Lara? Le están desahuciando”, refiriéndose a que la sede de IU en Getafe está siendo subastada. En ese nuevo y peor “¡que se jodan!” se une, a la inhumanidad de burlarse de la enfermedad ajena y de su desahucio, el más descarado cinismo, al reírse de la pobreza, que aquí significa honradez, de un partido que no puede evitar un determinado desahucio; y eso en un momento en que todos hemos visto cómo la sede central del PP ha sido durante décadas una cueva de ladrones y corruptos.