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Entradas etiquetadas como ‘becas’

Recortando el futuro

Por Patricia Morales

José Ignacio Wert. (EFE)

José Ignacio Wert. (EFE)

La educación española está pasando por un duro momento, quizás tan duro como el de nuestra economía, y es que parece ser que nuestros gobernantes no tienen suficiente con los recortes que están llevando a cabo, sino que además están pisoteando el futuro de los más jóvenes a base de leyes absurdas y la reducción en las materias más importantes en la educación.

He podido leer recientemente comentarios u opiniones de gente a favor de los recortes en las becas Erasmus, de gente tan cerrada de miras que creen que los jóvenes que estudian en el extranjero tan solo piensan en fiestas y en derrochar el escaso dinero que la administración pública otorga a los afortunados que pueden disfrutar de esta experiencia. Pues señores, yo les he de decir que estamos cometiendo un craso error, la beca Erasmus, aparte de ser una experiencia totalmente enriquecedora para el estudiante, aúna culturas y países, consigue que las diferencias y rencillas típicas entre países queden en un plano secundario, y hace que los susodichos alcancen un nivel más que notable en el idioma del país de destino. Mientras que para nuestros vecinos europeos es casi obligado el salir fuera del “terruño” para enriquecer a la persona y lograr así individuos con mayor cultura, preparación y formación para el futuro laboral y del propio país, en España nos estamos dedicando a poner barreras e impedimentos a la cultura, eso sí, seguimos pagando con nuestros impuestos los colegios privados multilingües de los hijos nuestros políticos. Señores: ¡paren el tren que yo me bajo!

¿Tomadura de pelo con las becas o nuevo recorte?

Por Fernando Mesa

141531El Ministerio de Educación dice que ha aumentado las becas para estudiar, y seguro que es verdad. Pero la única forma de solicitarla es online y el día 30 de septiembre se acabó el plazo de presentación de solicitudes. Yo lo he intentado para un grado superior de FP con firma digital desde el día 26 al día 30, y en el último paso siempre me salía una pantalla diciendo: «error, el sistema está saturado, inténtelo más tarde«.

Imposible conseguirlo. Por tanto la oferta de becas ha aumentado, pero como muchas solicitudes no se habrán podido presentar por la saturación del sistema, quedará gran cantidad de dinero para las becas del año que viene. Es otra forma de hacer recortes para los ciudadanos.

Norma injusta para el acceso al comedor escolar

Por Mª José Tobío Algobia (*)

Hemos tenido constancia de que en el CEIP Beatriz Galindo de Alcalá de Henares [Madrid] se está exigiendo a las familias el ingreso de 150 euros como requisito indispensable para que le sea concedida la plaza de comedor. Para ello se basan en las normas internas de funcionamiento del servicio de comedor escolar del centro, así como en la información que dan a las familias que solicitan ese servicio en junio,Comedor escolar según el cual solo quedan exentos de este pago al hacer la petición de comedor los beneficiarios de la renta mínima de inserción madrileña, exigiendo a todos sin excepción el pago de este adelanto en septiembre.

En la situación actual en la que se encuentran muchas familias, cuando en septiembre tienen que afrontar los gastos que conlleva el inicio de curso (libros, material escolar…) este pago supone una clara discriminación por razones económicas hacia el alumnado que necesite acceder a un servicio tan básico y de necesidad para muchas familias para que sus hijos tengan al menos una comida sana al día en condiciones de igualdad con sus compañeros. Nosotros los padres, los ciudadanos, sin entrar en principio en si esto es legal o no, si está sujeto a norma o no lo está, lo que sí sabemos ver con claridad es lo que es justo y lo que no. Y esto es muy injusto, de nuevo, para aquellas familias que pasan por más dificultades.

Consideramos que esta norma debe ser retirada, sea o no legal, en este centro y en cualquier otro que se pueda estar aplicando, pues aunque un colegio no sea una ONG –como asegura la dirección del centro– debe utilizar todos los recursos necesarios para garantizar el bienestar de los alumnos y no creemos que comer sea ningún lujo.

AMPA CEIP Beatriz Galindo y, como representantes de los padres, la  FAPA de Alcalá de Henares

(*) Presidenta de la FAPA de Alcalá de Henares

Becas de excelencia en la Comunidad de Madrid: Sobresaliente en injusticia

Por Irene Ortiz de Saracho

Una de las expresiones más utilizadas últimamente al hablar de educación es la “búsqueda de la excelencia”. Esfuerzo y trabajo duro para intentar lograr el máximo rendimiento académico. Concretamente, “aprovechamiento académico excelente”, como reza la convocatoria de las Becas de Excelencia de la Comunidad de Madrid para este curso 2013/2014.

Así que aquí estoy, decidida a enviar mi solicitud para estas becas, tras obtener una media de 8.94 en el segundo curso de mis estudios de ingeniería en la Universidad  Politécnica de Madrid –la mínima nota exigida en estudios relacionados con ingeniería es un 8-. Imaginen mi cara de sorpresa al ver que, tras rellenar todo el formulario, no puedo continuar con el proceso por no haber sido beneficiaria de la beca en mi año de ingreso a la universidad. Error informático, seguro. Intentémoslo otra vez. Pero no, la triste realidad es que la Comunidad de Madrid ha decidido incluir este año un punto más en el artículo 8 de la convocatoria, restringiendo la concesión de becas. Además, no crean ustedes que lo han anunciado a bombo y platillo, por supuesto que no. En el resumen que aparece en la página web de las Becas de Excelencia ni se menciona, sino que hay que sumergirse en la convocatoria del BOCM para encontrarlo.oficina

Esto me lleva a plantearme el uso demagógico que se está dando a la palabra ‘excelencia’, reflejado en la convocatoria de unas becas cuyo único criterio de concesión deberían ser los resultados académicos del curso previo. Por lo visto, la excelencia debe ser algún tipo de aura que alumnos en mi situación no poseemos. ¿Acaso no se puede haber hecho una prueba de selectividad simplemente buena y ahora tener un excelente rendimiento universitario? ¿Dónde está la valoración de mi esfuerzo y trabajo duro a lo largo de este año?  Con la inclusión de nuevos criterios como este, arbitrarios e injustos, e incorporados casi como “letra pequeña” sólo puedo sentirme engañada. Atrapada en un sistema que abusa de las grandes palabras porque quedan muy bien en los discursos pero que a la hora de la verdad no sabe lo que significan.

Hace algunas semanas reflexionaba en voz alta con mi familia sobre qué debía pensar el Gobierno de este país sobre el triste hecho de que estuviera invirtiendo en formar a excelentes profesionales que casi con total seguridad acabarían ejerciendo en el extranjero. La clásica “fuga de cerebros”. Pero no se preocupen, ahora sé la respuesta: no les importa en absoluto.

La educación universitaria vista por una madre

Por Alicia Pinillos

Solo soy la madre de uno de los miles de estudiantes que tiene la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

Cuando mi hija comenzó los estudios de Grado en Derecho, le aconsejé que lo hiciera en la UCM, pensando en el prestigio de la Universidad y en una buena formación.

Desde el primer momento, durante la matrícula, ya se vió que el personal no estaba precisamente motivado y dispuesto a ayudar a los nuevos alumnos, pero bueno, eso es algo con lo que cuentas. Le dices a tu hija: “cariño esto no es el colegio, esto es la administración pública, vete acostumbrando”.

Pero eso era solo la punta del iceberg. A cada paso que daba se encontraba con más obstáculos, no hay interés formativo, académico, administrativo ni humano. Ellos quieren formarse, pero todo son zancadillas. Para no hacer esta carta un diario interminable, intentaré hacer un resumen de lo que cualquier estudiante se encuentra durante sus estudios en la citada universidad:

Matrícula anual: te asignan un día determinado y si no has tenido suerte de ser de los primeros, te quedan disponibles los grupos y profesores que no quiere nadie, y ¡no se confundan¡, no es que busquen los que aprueban sin corregir, buscan los que aparecen por clase, los que explican aunque sea algo, los que no se buscan sustitutos de todo el cuatrimestre, los que al corregir sean correctos, etc.Universidad Complutense de Madrid

– Asignaturas que se solapan, ¿cómo puede ser que quien realiza los grupos no se dé cuenta de que un alumno no puede estar en dos clases a la vez? Y tampoco tienes ningún interlocutor válido al que dirigirte. Si además tenemos en cuenta el sistema Bolonia, pasan lista y la asistencia puntúa.

– Los profesores son de la antigua escuela, pero en el peor de los sentidos:

Por ejemplo, el profesor dice: “suspendida por no entregar los trabajos». «Pero si están entregados, los hicimos durante las clases a las que tiene constancia que asistí”, respondió la alumna. Mi lectura: se han perdido pero no lo voy a admitir. Venga te apruebo pero que no se entere nadie.

Otro ejemplo, en una revisión de examen un alumno: «perdone, ¿puede indicarme en qué ha fallado para haberme suspendido?”. “¡Das demasiada información!”, contestó el profesor.

– Los profesores no merecen llevar ese nombre, solo quieren vender su libro, imprescindible si quieres aprobar. Se buscan sustitutos, tienen otras ocupaciones, no explican las cosas, no corrigen de manera coherente, no motivan porque ellos ya no se acuerdan de qué es eso, llegan tarde a clase o directamente no van y tampoco avisan, no está interesados en la formación, explicación de la materia o cualquier otra tarea que un buen profesional tendría en cuenta. Muchos se limitan a indicar un tema del que deberán hacer una exposición, sin explicación previa ni posterior, ¿dónde está ahí la enseñanza?

– Muchos tienen otras ocupaciones (remuneradas o no) que les ocupa su maravilloso tiempo, por lo que no aparecen y siempre hay sustitutos inexpertos en su lugar.

Para colmo de males la universidad pública ya no merece llamarse así, el recorte en las becas y las subidas de tasas, invitan a todo aquel que pueda a irse a una privada. Por desgracia pertenecemos a esa clase media en vías de extinción, con trabajos mal pagados que solo permiten sobrevivir.

A todo esto se le podrían sumar mil historias y detalles más, pero sólo quiero añadir una, como ya he dicho según Bolonia, el alumno debe estar siempre en clase, así que no tienen la opción de estudio/trabajo para colaborar en el pago de las asequibles tasas, que nos subirán un 20 % este año.

Por todo y más, no puedo dejar de dar las gracias a nuestros gobernantes.

Muchas gracias señores, ya les queda poco para que solo sus hijos y los hijos de sus amigos sean los únicos que campen por las universidades españolas.

Debe ser que ya nos dan por perdidos

Por Marta Gutiérrez Andrés

Pertenezco a esa generación que acabó la carrera/master/doctorado hace un tiempo (entre 4 y 5 años) y lleva desde entonces luchando con uñas y dientes por sobrevivir.

Si, suena muy trágico, pero a ver quién es el guapo que se atreve a decirme que no es trágico que después de estudiar “para tener un futuro mejor” no consigas más que becas de dos duros que no dan para pagar ni una habitación en un piso compartido (no hablemos de gastos tan superfluos como luz, agua, calefacción, comida…) o contratos temporales donde especifica que contratan a alguien sin estudios cuando te están pidiendo que salves el mundo. Por lo menos estos están mejor pagados, incluso para renovar algo de ropa para que no te miren mal en la oficina cuando llevas las blusas recosidas porque no hay para comprar una nueva.oficina

Y lo más trágico de todo es que esta es la mejor situación que llegamos a experimentar y tristemente nunca dura mucho más de un año. De ahí vuelta a empezar, vuelta a reinventarse. Y vuelta a mirar para atrás: “¿Qué hice mal? ¿Cómo puedo hacer que la próxima vez vaya mejor?” Pero estas preguntas no tienen respuesta, porque en cada sitio te has dejado la piel, has superado con creces las expectativas y has dado mucho más de lo que te pedían. ¿Se puede pedir más?

Y te replanteas el futuro y lo ves muy negro, porque ya no te consideran joven, hace años ya que no lo eres, pero todavía no te han dado la oportunidad de tener esa experiencia que se supone que ya debería tener la gente de tu edad. Y piensas que nunca vas a conseguir salir del bucle, pero te sigues esforzando, pero cada esfuerzo cuesta más. Y se sacan fondos para ayudas a los menos de 25, porque “ellos son el futuro”. Pero para esa generación para la que nadie saco ni ayudas ni trabajo ni una oportunidad de demostrar lo que valen nadie saca nada. Ni la cara para decir que a nosotros no nos están dejando ser el futuro.

Debe ser que de verdad nos dan por perdidos.

Un consejo para Wert: «váyase antes»

Por Francisco Javier España

WertTodavía guardo aquella enciclopedia que con tanto esfuerzo compraron mis padres a principios de los sesenta, la Espasa Calpe. Recuerdo el día en el que un dicharachero vendedor, convencía aviesamente a mis padres de que aquellas páginas representaban la cultura y que la inversión, aunque desproporcionada para la época, merecía la pena.

Por el camino, películas de Marisol acompañada de estudiantes universitarios con jersey de cuello de pico, representando la verdadera realidad de entonces, cuando la cultura, la de verdad, la que se enseñaba en las universidades, solo estaba al alcance de lo que luego se denominó, “gente pija”.

Señor Wert, usted va a lograr que volvamos a los estereotipos del pasado pretendiendo que la cultura se pague a precio de mercado, por eso ahora, en vez de vendedores de enciclopedias, estamos siendo bombardeados con publicidad de universidades privadas que prometen títulos de todo tipo. Eso sí, previo pago y para los de siempre, los que no llegan a final de mes, los que están atrapados en la miseria y confiaban en la universidad pública para subir un escalón en la competitiva escalera de la vida, pues a endeudarse o arruinarse en el intento.

Señor ministro de Cultura, su irrupción en la cultura nacional huele a la naftalina sectaria del pasado, pero no se apure porque al igual que las caras enciclopedias gráficas han desaparecido ante la irrupción de las enciclopedias virtuales, su ministerio va a ser el primero en desaparecer. Acépteme un consejo, váyase usted antes.

 

Las becas son cosa de ricos

Por María Antonia Liberal

Escucho el discurso del PP sobre la propuesta de becas del ministro de Educación, José Ignacio Wert. Lo tienen muy claro, hay poco dinero y aquellos que opten a una beca deben responder ante la sociedad con un esfuerzo digno de ser premiado. Becas

Entonces me vienen a la mente las ayudas de mi Comunidad (Madrid). Aquí, se devuelve un 15% en la declaración de la renta del coste que supone un colegio privado (no concertado). No se pide ningún requisito académico, simplemente aquellos que optan a una educación diferenciada y de élite, a la que no puede optar la mayoría, son premiados con un 15% de lo que les cuesta. Sólo hace falta poder pagarla, no se exige ningún requisito académico, ningún esfuerzo por ofrecerles parte del escaso dinero del que disponemos. A ellos sólo les hace falta tener dinero para pagar un colegio privado. Acabo de entenderlo, las becas son ahora cosa de ricos.

Los estudios de Rosell

Por José Antonio Pozo Maqueda

Juan RosellPreguntado en televisión sobre si había sido un buen estudiante —con motivo del polémico “6,5” del ministro Wert (de nota media para la concesión de las becas)— el presidente de la patronal española, Juan Rosell contestó que antes de entrar en la universidad no demasiado, pero que después cursó dos carreras universitarias.

Pues bien, que yo sepa el señor Rosell es solo ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Barcelona. Posteriormente se matriculó en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid donde no obtuvo la licenciatura. También resulta curioso que en la biografía de una conocida página de la red aparezca como ingeniero industrial y periodista.

Estoy aterrada ante el recorte de las becas

Por Marta García Flores

Me llamo Marta, tengo 21 años y estoy en tercero de carrera de una carrera de 5 años, Veterinaria. Mi padre es un obrero de 59 años que lleva 5 sin encontrar un trabajo fijo. Trabajó un par de meses, por unos cochinos 600 euros el otoño pasado, y ahora le niegan las ayudas y le ponen mil impedimentos. Mi madre es ama de casa, de joven trabajó de administradora en una empresa, pero con la edad y su invalidez del 44% no podrá volver a hacerlo. A pesar de su invalidez no tiene derecho a ninguna ayuda.

En mi casa ahora mismo no entra ni un euro. Mis padres tiran de sus planes de pensiones, casi exhaustos, que ahorraron con esfuerzo de años de trabajo (en el caso de mi padre 42 cotizados, ni más ni menos). Nos quedan unos 3.000 euros de préstamo por pagar, un préstamo que se pidió porque un señor contrató a mi padre para hacer unos chalets y luego no le pagó, así que mi padre tuvo que poner de su bolsillo el dinero de sueldos de obreros y contratistas en su breve periodo como autónomo cuando yo aún no había nacido.988901

Llevo queriendo estudiar veterinaria desde los 6 años. Cuando me gradué en el instituto e hice selectividad, tenía un 8 de media, y acceso a muchas universidades de veterinaria españolas, pero escogí Lugo, a 1.000 km de mi casa en Valencia, porque es una ciudad muy barata en la que vivir. Actualmente, entre alquiler, facturas y comida, gasto unos 350 euros mensuales. Dejando aparte gastos extra como los viajes a mi casa para visitar a mi familia, eso son 3.150 euros en 9 meses de curso… yo pago 12 meses de alquiler. Hasta ahora me las arreglaba muy bien con la beca del Ministerio de 6.000 euros. Siempre me sobraba algo, como este curso, que me han sobrado 2.000 euros para ir tirando hasta enero (mínimo) que es cuando empiezan a conceder las becas del año siguiente. Soy una estudiante de notables y alguna matrícula de honor. Cumplo con, en teoría, todos los requisitos que con el nuevo proyecto de ley el Ministerio de Educación, con el señor Wert a la cabeza, quieren potenciar. Y precisamente por ese nuevo proyecto de ley sé que no voy a terminar la carrera. Porque van a reducir las becas para gente como yo a 3.000 euros, y no me salen las cuentas.

Ahora mismo estoy aterrada. Me veo en la calle, sin experiencia ni dinero, sin haber terminado la carrera, y a este paso también sin casa, si mis padres llegaran a perderla. Para mí está claro que ya es tarde… nadie me salva de tener que dejar la carrera este año, pero igual hay otros estudiantes que aún podrían seguir, gente que esté como yo o incluso peor. Espero que publiquen un artículo, algo pequeño, apenas unas líneas en su periódico. La gente necesita abrir los ojos, nos están robando. Si el dinero ya no está en las ayudas del paro, ni en los jubilados, ni en la sanidad, ni en la educación… ¿dónde está? No soy economista, pero no hay que ser muy listo para darse cuenta de que se lo están quedando. Y es hora de que hagamos algo.

Ruego que alguien me escuche.