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Entradas etiquetadas como ‘basura’

Barreras que impiden reciclar

Por Alba Llompart

Cubos de basuras inadecuados que imposibilitan a muchos ciudadanos poder reciclar. (ALBA LLOMPART)

Contenedor de reciclaje sin adaptar. (A. LL.)

¿Cómo puede tirar la basura una persona que sufre diversidad funcional si los contenedores están en estas condiciones?

Como pueden observar en esta fotografía realizada en la calle Cerdeña en Barcelona, la localización de este contenedor y la altura de sus agujeros imposibilitan que muchos ciudadanos puedan reciclar.

Por lo tanto, considero que sería oportuno que se pusieran más contenedores subterráneos ya que, aunque su función es otra, ayuda a que todo el mundo pueda reciclar, pues su altura es adecuada para todos los ciudadanos.

Hay aún muchas cosas que cambiar para que todo el mundo pueda desenvolverse como ciudadano.

Compartamos la basura entre todos

Por Gustavo Pleito

La calle Peñuelas nº43 de Madrid repleta de basura. (GUSTAVO PLEITO)

La calle Peñuelas nº43 de Madrid repleta de basura. (GUSTAVO PLEITO)

Somos varios vecinos de la zona los que queremos denunciar que en la calle Peñuelas nº43 de Madrid, esquina con calle Carvajales, hay desde hace muchos años un contenedor para cartón y otro contenedor para vidrio y debido a varios motivos, este espacio es un muladar siempre lleno de basura y porquería.

A pesar de haberlo puesto en conocimiento del Ayuntamiento en diferentes ocasiones y por diferentes medios, no nos han hecho ni caso.

Uno de los motivos principales es el incivismo de algunos vecinos y comerciantes que dejan basura de cualquier tipo en el suelo continuamente, fuera de dichos contenedores. Posteriormente pasan los que buscan algo aprovechable en dicha basura y la desparraman aún más.

Otro de los motivos es que este espacio no se limpia diariamente, ni se sanciona a los que dejan la basura en el suelo o en cualquier lugar.

Por lo que solicitamos que dichos contenedores se sitúen en diferentes sitios de la zona cada determinado tiempo, no siempre a la altura del nº 43 de la citada calle, y así compartimos todos la basura y suciedad que generan algunos.

También pedimos que este tema se vigile, se controle más de cerca y se sancione a quienes dejen cualquier tipo de objetos y basura en el suelo al lado de dichos contenedores.

Menos reivindicaciones, más salud pública

Por Andrea Lázaro

Acumulación de basura Alcorcón. Foto: A. L.Acumulación de basura Alcorcón. Foto: A. L.

Acumulación de basura en Alcorcón. Foto: A. L.

Escribo esta carta con el propósito de quejarme ante la precaria situación de limpieza que está sufriendo la localidad madrileña de Alcorcón estos días.

Como todos sabemos, este «pequeño» pueblo de la periferia de Madrid se encuentra en una huelga de recogida de basura debido a la propuesta realizada por el Ayuntamiento de privatizar el servicio de recogida del vidrio. Debido a esto, todos los servicios correspondientes a los sectores del plástico, residuos orgánicos y papel se reunieron en contra de esta medida con la consecuente acumulación de residuos en las calles.

Como ciudadana de Alcorcón que me considero, he de reconocer que no es agradable ir a dar una vuelta y encontrarse con montañas de basura en cada esquina, algunas llegando a superar la altura de una persona adulta, ni con jardines invadidos por papeles. No creo que la acumulación de residuos sea un comportamiento propio de las zonas desarrolladas, ni mucho menos una forma de reivindicación. Todos tenemos derecho a la queja, sí, pero no tiene por qué afectar a toda la población. La presencia de grandes montañas de residuos en las calles no sólo provoca un impacto visual desagradable, sino también mal olor, infecciones y la aparición de animales transmisores de enfermedades como las ratas. Protestas sí, pero sin afectar a la salud pública.

La impunidad de los fumadores

Por Ricard Alapont

Desde siempre, parece que los fumadores gozan de cierta impunidad en lo que a incivismo se refiere. Hablo de las dichosas colillas que nos encontramos en cualquier rincón de nuestros pueblos y ciudades, incluso en plena naturaleza. Colillas

Si bien es cierto que no estaría de más que los ayuntamientos dotaran a todos los cubos de basura de ceniceros (sólo los encontramos en escasos cubos de algunas ciudades), debemos recordar que el ser fumador es una elección, y por tanto esto no da derecho a deshacerse de la colilla donde a uno le plazca.

Estoy harto de ver a gente arrojando las colillas al suelo sin ningún pudor, hasta parece que está socialmente aceptado. Si tiramos un papel o basura al suelo, puede que los conciudadanos de nuestro alrededor nos miren mal o nos lancen algún improperio. En cambio, si tiramos una colilla nadie se escandaliza. Pues a mí me parece igual o más reprobable incluso.

En mi opinión, debe ser obligación del fumador el buscar un cenicero o procurarse de algún sobre especial o recipiente donde desechar la colilla. Los ayuntamientos deberían tomar cartas en este asunto y no permitir que se sigan ensuciando impunemente las calles.

¿Por qué tiramos la comida?

Por David Ibáñez Cuerpo

No hace mucho, viendo un programa de denuncia social que trataba sobre la comida que tiramos, se me ocurrió hablar con mi padre, propietario de un restaurante.

– ¿Qué hacéis con la comida que a diario sobra del menú? —le pregunté—. Me refiero a guarniciones o arroces, pastas, etc. (aún sin sus salsas) que debido a su “bajo coste” se preparan para el menú, ya que no se pueden cocer al momento si hay mucho trabajo.

Tirarla – me respondió.

A continuación, viendo mi cara y sabiendo seguramente la razón de mi pregunta, me explicó lo que yo no entendía. Las parroquias y ONG´S a las que han ofrecido en multitud de ocasiones comida preparada no aceptan este tipo de alimentos. Desconozco si por norma legal o moral, aunque espero que legal.Comedor social

Investigando, he descubierto que la ayuda (humanitaria) no acepta ‘sobras’, ya que los que la reciben no deben tener la impresión de que se les da lo que los demás no queremos. ¿De verdad personas que se pegan por un plato de comida en un comedor social no quieren lo que alguien ha cocinado y por desgracia no ha podido vender? ¿Preferirán que lo tiren?

Otra conclusión que pudimos sacar en la charla es que no pueden fiarse de cuándo has cocinado eso. ¿Pero no se puede confiar en alguien que pierde su tiempo en ofrecerse para transportar hasta tu parroquia todo lo que le sobra día tras día, y que además pasa todos los controles de calidad que se le exigen a un restaurante? ¿Aún no estamos lo suficientemente “fastidiados” para que cosas como estas cambien?

Solución: «Tirar la perrita a la basura»

Por Montse Caparrós Braña

El día 31 de enero me encontré a mi perrita Nuca a las 2 de la madrugada fallecida. La tapé con su mantita de siempre y esperé a que anocheciera para poder llamar al Ayuntamiento de Badalona para que me informaran si había algún servicio de recogida de animales en casa. Llamé y me contestó una señorita que me indicó que no, que solo se hacían recogidas en el caso de que el animal fuera atropellado o abandonado, pero en domicilio no. Añadió que lo mejor que podía hacer era meter a mi perrita en una bolsa de basura y tirarla al contenedor. Furiosa le contesté: «¿No cree que esto es poco ético?». Entonces me pasó a una segunda persona y mi sorpresa fue que me contestó lo mismo. Por cosas de la vida, me pasó con una tercera que se comportó fenomental.

Enseguida me dijo que lo sentía. Le comenté mi problema y ella misma se puso en contacto con una clínica veterinaria. A los pocos minutos, el médico nos llamó para preguntarnos qué nos pasaba y al cabo de unas horas la vino a buscar. Para ser sincera, la broma nos costó 90 euros. Mi queja y el motivo de esta carta es que un día que necesito ayuda del Ayuntamiento, me cierran las puertas. Sin embargo, para cobrarme los impuestos sí que son buenos pero por tener un animal 17 años y cuatro meses lo tengo que tirar como si fuera una basura. Señor alcalde Xavier Garcia Albiol, por favor escúcheme y mire qué personas tiene trabajando en su Ayuntamiento. Los animales no son personas, es cierto, pero son más fieles que las personas y ellos nunca nos contestarían como sus dos trabajadoras. Espero que esto sirva para algo y que no quede en la nada.

 

Madrid y la basura

Por Fco.Javier Alemany

Un día el sr. Gallardón quiso mostrarse como el más justo de los alcaldes y nos quitó la tasa de basuras para elevar los impuestos municipales. Los ciudadanos no debían pagar dos veces el mismo canon y se simplificaba la forma de tributación de los madrileños; ganó las elecciones y en mitad de su legislatura como edil municipal justificó la creación del impuesto de basuras como una cuestión solidaria con el resto de ayuntamientos que la cobraban.  ¿Se olvidó del equitativo trato que los ciudadanos madrileños merecían recibir por el agobio de una deuda que desbordaba las arcas públicas e hipotecaba su futuro político?

Con la crisis (el déficit municipal fue anterior), la sra. Botella, antigua Consejera [concejala] de Medio Ambiente, nos informa que el ayuntamiento ha decidido no recoger las basuras de plástico martes, jueves y fines de semana…, los ciudadanos escuchamos estupefactos la noticia. ¿No era tan importante el reciclaje?, ¿se recicla mejor los lunes (acumulada del fin de semana), los miércoles y viernes? La nueva alcaldesa nos explica a los madrileños, a los que debe considerar borregos que no ven mucho mas allá de su nariz, que a partir del 1-1-13 no se va a recoger la basura (tampoco la orgánica) los fines  de semana… ¡Ole!, esto sí que es darnos un muletazo (larga cambiada) y además lo hace para equilibrar el déficit municipal, como la única solución posible (costumbre adquirida últimamente por los políticos del PP para imponer sus tesis a la población).

Algunos ciudadanos habían adaptado su vivienda al bien común, separando la diferente tipologías de basura que les habían dicho; si el Ayuntamiento demuestra con sus actuaciones que le importa un pito el reciclaje, ¿deberían los madrileños molestarse en separarlas? Algunos ciudadanos han decidido responder no diferenciando las basuras, arriesgándose a una sanción municipal (como descubran tu nombre en un papel en la basura orgánica, los empleados de residuos, reza por que no lo comuniquen). ¿Abuso de poder?, ¿desobediencia civil?, ¿separación de los políticos de la realidad social? Hoy me acabo de enterar que los basureros municipales se han puesto en huelga y me he quedado impactado por la reacción de un par de tipos… ¡Este país va a la ruina!, ¡no hay derecho que paguemos justos por pecadores!,  ¡las huelgas debían de prohibirse!…

Son sujetos que solo separan el papel para evitar la sanción y que han asimilado el modelo sugerido por su Ayuntamiento (reciclar produce déficit). Son votantes cautivos de un partido que justifican cualquiera de sus acciones y se amparan en la nefasta gestión de los anteriores (en Madrid lo tienen difícil), olvidando que ya lo han pagado en las urnas. Son los borregos de un Madrid diverso que pretenden imponer sus ideas y no comprenden ni escuchan las voces que se salen del redil, es más la descalifican como partidista según el modelo expuesto por Mª. Dolores de Cospedal en los desayunos de TVE, ejecutando laboralmente a Ana Pastor (voz libre=molesta).

Es curioso que todos reconozcamos la crisis, que sin excepción identifiquemos que los culpables son los ricos, que consideremos necesario reaccionar…, sin embargo cuando reaccionan los trabajadores (los que sufren los efectos de la crisis), algunas personas les dilapidan por insolidarios con los demás o los transforman en políticos (la clase más denostada) o sindicalistas sospechosos o los tachan de antiespañoles… ¿Delirio totalitario? A mí me molestan como al resto de vecinos la huelga de los basureros, pero comprendo que la hagan; con las reducciones planificadas de recogidas de residuos y viendo el déficit del Ayuntamiento ven peligrar su puesto de trabajo. Tal y como están las cosas (casi 25% de los trabajadores en paro), ¿hay alguien que no hiciera huelga si fuera uno de ellos?,  ¿los directivos deberían hacerla también? Ah, ¡que son políticos!

Mi apoyo solidario al colectivo de empleados de residuos urbanos por su valentía en los tiempos que corren y esperando que sean pocos los que el Ayuntamiento despida.

Da vergüenza ver que aceptamos sin más algunos contenidos televisivos

Por María Caparrós Gelabert

Hace años que la calidad de los programas de televisión están en caída libre. No puedo evitar, aun así, preocuparme ante los nuevos programas que están plagando nuestras parrillas últimamente. ¿Quién quiere casarse con mi hijo? en Cuatro, Pesadilla en la cocina en la Sexta o Gandía Shore – la nueva sensación entre jóvenes y no tan jóvenes – en MTV. Madres pijas que no quieren que su hijo que no ha trabajado en su vida salga con una chica afroamericana o pobre, restaurantes con ratones muertos en el lavavajillas desde hace más de un año o tatas y tetes que se emborrachan, se pelean y practican sexo como única ocupación.

No voy a negar que entiendo el componente de entretenimiento y morbo que provoca inmiscuirse en la vida de otras personas. Una sensación de aventura desde la seguridad del voyeur que no se mueve de su sofá. Aun así, me da vergüenza aceptar que la mayoría de personas de nuestro país prefiramos este tipo de contenidos. Y, claro, las cadenas no apostaran por otro tipo de programación mientras el público sea fiel a estos formatos. La televisión es un negocio, el negocio busca dinero, el dinero se consigue con publicidad y los beneficios en publicidad se subordinan a las audiencias.

Así que nos encontramos ante el cuento de nunca acabar. Entiendo que la televisión, tristemente, funciona de este modo. Pero el caso es que confiaba en que la multiplicación de canales que permitió la TDT sirviera para diversificar las alternativas y no para multiplicar este tipo de productos. Desencanto aparte, tendremos que aceptar que la televisión es la que es pero, sobre todo, la televisión no es cultura.

Barrios abandonados en Madrid: contenedores llenos

Por Vicente Arribas

Esta foto es una muestra de la suciedad que traen los contenedores del Ayuntamiento de Madrid. Corresponde a la calle Antonio machado a la altura del nº 42; podían ir pensando en algo mas higiénico, pero con este ayuntamiento ya se sabe…


 

 

 

 

 

 

 

Por Mª José

Este es el estado de la calle Delicias casi en la esquina con la calle Batalla del Salado, el 1 de octubre. Además todos las papeleras llenas a rebosar, y las aceras y alcorques de los árboles llenos de basura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Barrios abandonados en Madrid: La zona de Delicias, en Arganzuela

Por Esther Salmador

a) Calles muy sucias, excepto aquellas cercanas a dependencias oficiales (por ejemplo la calle Bustamante, donde el Ayuntamiento tiene el SER, parte de Medio Ambiente…).

b) Vaciado de papeleras: rebosan y no se vacían.

c) Vaciado de contenedores de vidrio y papel y limpieza a su alrededor inmediato. Si han roto cristales fuera del contenedor, ahí se quedan.

d)  Calzadas: baches. Peligroso para coches y viandantes.

e) Aceras: esto es ya una vergüenza. Vamos dando traspiés, nos caemos, se nos caen encima al agarrarse instintivamente.

f) Alcantarillas super sucias o directamente tapadas con asfalto y así llevan años. Luego se forman unas balsas de agua tremendas y ni siquiera las empujan hacia zonas de drenaje: toca saltar a lo bestia o rodearlas.

g)  Las zonas ajardinadas están en pésimo estado de suciedad y abandono, tanto zona de niños como arbolado.

h)   Los faroles-farolillos se apagan cada dos por tres. Si llueve se van fases enteras, y si eres algo cívico llamas al 010 o a Alumbrado Público. Si no, a pesar de pasar la Policía Municipal, Nacional, Samur, ni Dios mueve un dedo y están apagados días y días.

i) En mi zona, Delicias, las áreas cercanas a las vías (que no sé si son del Ayuntamiento o de Adif-Renfe y me da lo mismo porque se  ve claramente que no colaboran entre ellos), están más que penosas y peligrosas. Es cierto que hay indigentes que practican “la tierra arrasada, tipo Atila”. Lo mismo hacen los usuarios de fin de semana de parques y zonas adyacentes, que los lunes están asolados de suciedad. En estos momentos al lado de la estación de tren de Delicias hay un vertedero denunciado hace tiempo por la que suscribe, que representa un peligro de salud pública y nadie ha hecho nada.

j) Las empresas, especialmente las de telefonía, ponen vallas y contenedores, hacen algo y dejan durante semanas los restos de obra o la propia obra inacabada. Por ejemplo, ahora mismo en Vara de Rey, lleva semanas un agujero con vallas… Chapuza y descontrol.

k) No se obliga a los establecimientos con terrazas en las calles a la limpieza de las zonas que ocupan. Todo queda como chapapote, las servilletas vuelan…

Hay una desidia que las instituciones transmiten (por todo lo que no hacen) y permiten a la ciudadanía. Yo ya estoy cansada de escribir al Ayuntamiento para que limpien una espiral y atajo al parque Tierno Galván desde la calle Ramírez de Prado-Juan de Mariana. Si te contestan a los 3 meses te dicen que han “respondido a tu demanda-petición” y no es responder a mi demanda, sino tener incorporado lo que hay que hacer y no tener que ser una ciudadana cantamañanas.

En cartas al Ayuntamiento he sugerido colaboraciones ciudadanas voluntarias (que no obligadas ni para sustituir puestos de trabajo). Pienso que eso nos enseñaría a todos algo respecto a la convivencia, pero la respuesta ha sido cero patatero.

Quiero, por último, hacer una llamada a la explicación perfecta que se ha encontrado: No hay dinero. Creo que no debemos dejarnos atrapar en esa explicación, lo que hay tiene que emplearse de la forma más útil posible, y la infraestructura es básica, lo bonito viene después, los coches oficiales y dietas, etc, también.