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Archivo de octubre, 2020

Otra que se va de Barcelona, una ciudad cada vez menos acogedora

Por Rocío Coronel

Durante 31 años me he considerado una gran embajadora de mi ciudad, de la que presumía con orgullo allá donde fuera y a la que defendía a capa y espada de cualquier ataque. Y aquí estoy, haciendo las maletas, a pesar de mantener mi trabajo aquí y de tener que vender mi piso. A pesar de lo que me duele, me voy.

Reflexionando al respecto, y leyendo bastante sobre este fenómeno también, encuentro que se ha hablado mucho del desorbitado precio de la vivienda, de las bajas emisiones, de la nefasta gestión de los servicios públicos de limpieza, zonas verdes o transportes… pero muy poco sobre la causa raíz de esta fuga de vecinos y a la que, en mi opinión, habría que atacar si se pretende evitar que Barcelona se convierta en una ciudad museo a la que solo se viene a pasear.

Vista de Barcelona con la Sagrada Familia

Vista de Barcelona con la Sagrada Familia.

Creo que nos vamos porque ya no nos sentimos en casa ni nos identificamos con esta ciudad que un día fue cosmopolita e inclusiva, sí, pero que, por sobre todas las cosas, fue una ciudad de barrios y familias para todos los que hemos crecido en ella. Ahora, el ayuntamiento centra sus esfuerzos en convertir en postales las zonas más céntricas a gusto del turista y se ha olvidado de que Barcelona pertenece a su gente, a los que la viven y la disfrutan 365 días al año. Parece curioso que una ciudad que se declara “D’acollida” sea cada vez menos acogedora para sus habitantes, que cada día más nos sentimos extraños en nuestro propio hogar.

Como decía al principio, no quiero entrar a detallar todo aquello que está ocurriendo en nuestros barrios porque creo que los que lo sufrimos ya lo conocemos. Solo deseo que alguien repare este error, devuelva la ciudad a sus habitantes y que se legisle para ellos, con un urbanismo sostenible pero compatible con la vida real y unos servicios públicos a la altura de lo que significa Barcelona.

Me voy como la que deja atrás su casa en ruinas tras un huracán en busca de un futuro mejor. Y mucho me temo que no seré la última en hacerlo.