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Archivo de marzo, 2019

Me quedo con Sonia

Caprichoso el destino, quiso que Sonia comenzara a trabajar en Feu Vert  precisamente un 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, allá por el año 2010. A su condición de mujer, a Sonia le unía también la circunstancia de tener una discapacidad física e intelectual.

Pionera en muchos sentidos. Comenzó cursando una formación laboral de dos años en la Universidad Autónoma. Quería estar prepara para el mundo profesional. Con este bagaje se presentó puntual una mañana del 8 de marzo del año 2010 de la mano de la Fundación Prodis a su primer día de trabajo. Segura, llegó a la recepción, se presentó con la mejor sonrisa y con un contundente “Buenos días ¡me llamo Sonia y hoy comienzo a trabajar aquí!”.

Sonia, trabajadora de Feu Vert

Desde entonces no ha hecho otra cosa que ganarse el cariño y la confianza de sus compañeros. “Aunque con algunas limitaciones, quiero aprender y ser de ayuda”, nos dice Sonia algo nerviosa.

Y Sonia cumplió y sigue cumpliendo con su promesa de aprender. Comenzó con tareas sencillas: reparto de correos, archivo de documentos. Pero su determinación y ganas la han llevado a realizar tareas más complejas dentro del área de Recursos Humanos. Gestiona digitalmente la documentación destinada a los cursos de formación, formularios, diplomas y hace que lleguen correctamente a los centros donde se imparten esos cursos. Siempre con una sonrisa. Nunca le falta una palabra agradable o de ánimo hacia cualquier compañero que se cruza con ella en la oficina. Y nunca se pierde un desayuno con las compañeras de administración. “¿Te vienes Sonia?”. Y Sonia va, ríe y comparte los chascarrillos de toda oficina.

Y por supuesto tiene opinión sobre el día de la mujer trabajadora. Es clara y trasparente. “tenemos los mismos derechos. Si eres válido para un trabajo no debe influir si eres hombre o mujer”. Detrás de Sonia, una gran presencia, su madre. Trabajadora como ella, separada. ¿Complicado? Un mercado laboral que no pone fácil cuadrar horarios para facilitar atender a Sonia. Trabajos a jornada parcial que no compensan económicamente. Imposible pensar en trabajar más horas. Ante la disyuntiva, decidió cuidar a su hija. Siempre ellas las sacrificadas.

¿Está el mercado laboral preparado para la integración en igualdad de la mujer, para la inclusión, para atender la discapacidad?. En algunas empresas, como en este caso, ya se han puesto a ello.